El pseudocarcinoma de colon es una forma inusual de presentación de la isquemia intestinal. Desde que en 1968 Kilpatrick et al describieran el primer caso de simulación de carcinoma colorrectal por una isquemia intestinal1, pocos casos se han publicado en la literatura.
Presentamos el caso de un paciente con isquemia cólica, tratada inicialmente como un carcinoma de colon, debido a la presentación clínica, radiológica y endoscópica, y tras la aparición de rectorragias con anemización progresiva.
Varón de 85 años con antecedentes cardiológicos importantes. Portador de marcapasos por síncopes de repetición y 2 stent por enfermedad coronaria. Diagnosticado un año antes de urotelioma de riñón izquierdo, tras episodio de dolor lumbar. No historia de sintomatología a nivel abdominal. Acude por dolor súbito en hipocondrio derecho, signo de Murphy positivo y leucocitosis (16.000 y 80% neutrófilos). En el estudio de laboratorio destaca una anemia microcítica leve (Hb 10,8g/dl, VCM 75fl) con CEA, CA 19,9 y CA 72,4 dentro de límites normales. La ecografía y la TC abdominal revelan la existencia de un engrosamiento del ángulo hepático del colon, de unos 10cm de longitud (fig. 1A y B). La colonoscopia realizada fue completa, con masa vegetante y ulcerada en ángulo hepático. Las biopsias fueron informadas como células epiteliales atípicas no concluyentes de carcinoma. Con la sospecha de carcinoma colorrectal de ángulo hepático, aunque sin confirmación histopatológica, se somete al paciente a hemicolectomía derecha de forma programada, debido a la aparición de rectorragias con anemización progresiva. La anatomía patológica definitiva fue informada como cambios vasculares compatibles con proceso isquémico. El paciente fue dado de alta en el 12.° día postoperatorio y se encuentra asintomático en la actualidad.
La colitis isquémica es la forma más frecuente de enfermedad vascular intestinal2. El pseudocarcinoma de colon es una rara forma de presentación de la colitis isquémica en la que los hallazgos clínicos, radiológicos y endoscópicos simulan un carcinoma. El 90% de los pacientes con colitis isquémica son mayores de 70 años5. Muchos casos de isquemia cólica son transitorios y completamente reversibles, por lo que la incidencia de esta patología está infraestimada. Existen múltiples factores etiológicos relacionados con la colitis isquémica, como la arteriosclerosis, el bajo gasto cardiaco o la ligadura de vasos intraabdominales, pero la mayoría de los episodios ocurren de forma inesperada e inexplicable3,4. Dependiendo del grado y duración del episodio isquémico, el examen anatomopatológico revela cambios reversibles (hemorragia o edema), cambios crónicos (erosiones, úlceras, fibrosis) o, en los casos más avanzados, gangrena6. Resulta útil la clasificación de los procesos en gangrenosos y no gangrenosos. Estos últimos se pueden subdividir a su vez en transitorios y crónicos7. Un tercio de los casos presentan características de colitis crónica. El diagnóstico diferencial, en estos casos, incluye la enfermedad diverticular, el carcinoma de colon y la enfermedad inflamatoria intestinal. Aunque la coexistencia de isquemia cólica secundaria a carcinoma, u otra causa obstructiva distal a la misma, se ha demostrado hasta en un 20% de casos, es infrecuente que un segmento isquémico de colon simule un carcinoma clínica, radiológica y endoscópicamente7,8.
La clínica no permite diferenciar el pseudocarcinoma del carcinoma de colon, ya que ambos pueden cursar con dolor abdominal, obstrucción o rectorragias. El enema opaco, la tomografía axial computarizada y la colonoscopia son las pruebas diagnósticas aconsejadas para el diagnóstico diferencial entre ambas entidades, pero los hallazgos encontrados, en presencia de una anatomía patológica no concluyente, no permiten distinguir entre ambas patologías. El examen histopatológico de la colitis isquémica es característico, ya que muestra cambios vasculares que incluyen hiperemia, trombosis y proliferación de capilares, congestión venosa y formación de pseudomembranas4,6. En muchas ocasiones, la isquemia cólica produce cambios reactivos en las células epiteliales que simulan displasia, como en nuestro caso. Los hallazgos radiológicos y endoscópicos de la colitis isquémica cambian con el tiempo, debido a la reabsorción del edema y de la hemorragia. Por ello, ante la presencia de hallazgos clínicos, radiológicos y endoscópicos sugestivos de carcinoma en un paciente con antecedentes cardiológicos importantes, riesgo quirúrgico elevado, situación clínica estable y con una anatomía patológica no concluyente, podría ser conveniente repetir los estudios en 2 ó 3 semanas5,8. En el caso que presentamos, ante la mala evolución clínica y analítica, se optó por el tratamiento quirúrgico. Aunque resulta difícil mantener una actitud conservadora ante la sospecha de un carcinoma colorrectal, la cirugía para la resección del pseudocarcinoma solo estaría indicada en el caso de circunstancias que comprometan la vida del paciente, como el sangrado o la estenosis severa. Podría ser aconsejable, por lo tanto, un tratamiento conservador inicial ante la sospecha de pseudocarcinoma colorrectal5 en pacientes mayores de 70 años con riesgo cardiológico muy elevado y situación clínica estable, ya que la reversibilidad de los hallazgos evitaría someter al paciente a una intervención quirúrgica con una morbimortalidad considerable (tabla 1).
Casos publicados de pseudocarcinoma y actitud terapéutica
n | Tratamiento quirúrgico | Causa | |
Brandt et al (1985) | 9 | 3 pacientes | Diagnóstico inicial de carcinoma |
Lee et al (1986) | 1 | 1 paciente | Diagnóstico inicial de carcinoma |
Jeck et al (1996) | 8 | 3 pacientes | Diagnóstico inicial de carcinoma |
Rodríguez-Sanjuán et al (1997)9 | 1 | 1 paciente | Diagnóstico inicial de carcinoma |
Karamouzis et al (2002) | 1 | 1 paciente | Sangrado |
Morales et al (2005) | 1 | 1 paciente | Obstrucción intestinal |
Barquero-Romero et al (2008) | 1 | 1 paciente | Obstrucción intestinal |