Sr. Director:
Hemos leído la carta de Dr. Moreno-Egea en relación con el trabajo de reparación laparoscópica de hernias ventrales. Ante todo, queremos agradecer al Dr. Moreno-Egea el interés mostrado por el trabajo.
Coincidimos con él en que en defectos únicos de gran tamaño, la reparación debe hacerse con una sola malla que sobrepase el defecto en 4-5 cm por todos sus bordes. Es en el caso de múltiples defectos pequeños, "tipo queso suizo", donde consideramos que el uso de varias mallas solapadas facilita su manejo intraabdominal y su correcta colocación.
En lo referente al índice de conversiones, llamativamente alto, es claramente achacable a la curva de aprendizaje, puesto que casi todas ellas se produjeron en los primeros casos. De todas formas, consideramos que la reparación laparoscópica debe intentarse en todas las hernias ventrales de tamaño medio-grande, pero sin forzar su realización por esta vía. No tenemos reparos a la hora de convertir a cirugía abierta si fuera necesario.
Nuestras recidivas se produjeron fundamentalmente en los primeros casos, cuando empleábamos sólo la malla de PTFE, pero no consideramos que el tipo de malla sea responsable de dichas recidivas, sino mas bien la curva de aprendizaje. Teniendo cuidado de cubrir el defecto sobrepasando en 4-5 cm todos sus bordes, el porcentaje de recidivas es similar con ambas mallas.
Su apunte respecto a los seromas nos parece interesante y consideraremos la realización de una serie de pacientes sin abrasión parietal.
Quisiéramos agradecer una vez más al Dr. Moreno-Egea et al el interés mostrado por nuestro trabajo.