Sr. Director:
Se considera que la cirugía es la solución definitiva para el tratamiento de la acalasia, y habitualmente se practica una miotomía longitudinal en la cara anterior del esófago distal, junto con un procedimiento antirreflujo, aunque esto último es más debatido1. A pesar de que la cirugía tiene éxito hasta en el 97,6%2, en un pequeño porcentaje de pacientes puede aparecer disfagia3. La disfagia postoperatoria puede producirse por 4 grandes causas: una cardiomiotomía incompleta; una indicación inapropiada de la técnica en casos de megaesófago grave; persistencia de reflujo gastroesofágico (RGE) con esofagitis, y la aparición de fibrosis en el lugar de la miotomía. Las dos primeras serían causa de la recidiva precoz, mientras que las dos últimas condicionarían la aparición de una disfagia tardía3. En los casos de recidiva precoz, el tratamiento más aceptado es la reintervención quirúrgica, con una nueva miotomía y con resección esofágica, respectivamente. Pero, cuando la disfagia aparece de forma tardía por fibrosis o por RGE, las adherencias del esófago a las estructuras vecinas dificultan la disección quirúrgica y aumentan la probabilidad de lesiones graves. En esas ocasiones, la técnica de Serra-Dória4 puede ser de gran utilidad. Ésta consiste en la realización de una anastomosis gastroesofágica laterolateral según la técnica de Gröndhal5 (en una o dos capas, manual o mecánica) y una gastrectomía parcial con anastomosis gastroyeyunal en Y de Roux como mecanismo antirreflujo (fig. 1). Recientemente atendimos en nuestro servicio a una paciente de 53 años por recidiva de la disfagia 14 años después de una cardiomiotomía por acalasia. En este caso se pudo proceder según la técnica de Serra-Dória, con buenos resultados clínicos y endoscópicos tras 1 año de seguimiento. La recidiva de la acalasia tras la cirugía es tan infrecuente que pocos grupos cuentan con un número de pacientes elevado; sin embargo, Ponciano et al3 publicaron en 2004 sus buenos resultados con esta técnica en 20 pacientes. Esos autores comunicaron una supervivencia del 100% tras la cirugía, con un 5% de complicaciones postoperatorias inmediatas (2 fístulas anastomóticas, 2 disfagias transitorias y 1 neumotórax). Asimismo, comunicaron que todos sus pacientes habían mejorado en el postoperatorio tardío, con un 6% de disfagia moderada, un 12% de regurgitación y un 17% de acidez. Por lo tanto, de acuerdo con otros autores y según nuestra propia experiencia3, esta técnica es una alternativa eficaz y factible en casos de acalasia esfágica recidivada, ya que se puede realizarla de forma relativamente sencilla y con baja morbimortalidad y mejora significativamente los síntomas de disfagia.
Fig. 1. Técnica de Serra-Dória en dos tiempos. A: cardioplastia según la técnica de Gröndahl, mediante gastrotomía y anastomosis gastroesofágica laterolateral. B: gastrectomía parcial con anastomosis gastroyeyunal en Y de Roux.