Nos ha parecido interesante el artículo publicado por Morera Ocón1 et al porque, como bien refleja el artículo, el tratamiento del carcinoma de vesícula continua siendo controvertido.
En el tratamiento del carcinoma de vesícula T2 y T3 existe mayor consenso y parece que se benefician de una ampliación de márgenes y linfadenectomía, pero nos gustaría plantear un debate sobre cómo actuar ante casos T1.
En el artículo publicado por Morera Ocón1 et al afirman que cuando el anatomopatólogo informa de un tumor T1 en una pieza quirúrgica tras colecistectomía no es necesario más tratamiento que la colecistectomía realizada, pero nos planteamos la cuestión: ¿en todos los T1?
Nos preguntamos por qué no se hace distinción entre tumores T1a y T1b puesto que existen artículos como los publicados por Goetze y Paulucci2 en los que se concluye que es altamente recomendable la rerresección inmediata en los casos de carcinoma de vesícula T1b, o el publicado por Shibata3 et al en el que se recomienda una resección radical adicional en los casos T1b–T3 con invasión linfática.
Al revisar la literatura médica existe controversia en el tratamiento más adecuado de estos pacientes, por lo que estamos totalmente de acuerdo en que la creación de una base de datos nacional de cáncer de vesícula sería útil para establecer unas pautas comunes de actuación.