O-181 - CÁNCER DE RECTO: MORTALIDAD Y MORBILIDAD POSQUIRÚRGICA EN EL PACIENTE ANCIANO
Complejo Hospitalario Xeral-Calde, Lugo.
Objetivos: El principal sector poblacional con mayor crecimiento en los últimos años es el representado por los pacientes ancianos. Esto sumado a la incidencia del cáncer rectal hace que cada vez se intervengan pacientes de edad más avanzada. Estos pacientes poseen una reserva fisiológica más limitada, lo que supone un aumento de las complicaciones postquirúrgicas. Nuestro objetivo es analizar la mortalidad y morbilidad de los pacientes ancianos intervenidos de cáncer rectal, así como el seguimiento a largo plazo en cuanto a la recidiva local y la enfermedad a distancia.
Métodos: Estudio retrospectivo y observacional. Se incluyen un total de 127 pacientes con cáncer de recto, en el período comprendido entre 2009-2014. Se estratificaron en dos grupos: pacientes entre 70-80 años (46%) y mayores de 80 años (54%). Se comparó la comorbilidad prequirúrgica, así como la morbilidad y mortalidad en el postoperatorio inmediato y el seguimiento a largo plazo.
Resultados: Se registraron un total de 68 complicaciones. El 75% fueron clasificadas como leves (grados I-II clasificación DINDO). El 11,02% precisó reintervención posterior (2/3 de las mismas intervenciones menores sin necesidad de anestesia general). El riesgo anestésico (clasificación ASA) fue más favorable en los pacientes de edad más avanzada. En este grupo el porcentaje de complicaciones fue más elevado (57,35%) frente al subgrupo de jóvenes (49,15%). A diferencia de lo esperado las complicaciones fueron de menor gravedad, las reintervenciones posquirúrgicas más bajas (15,38%) y no se registró ningún exitus en el postoperatorio inmediato. Los pacientes más jóvenes sufrieron las complicaciones más graves, siendo la tasa de reintervención superior (17,24%) y se registro una mortalidad postoperatoria del 1,69%.
Conclusiones: La cirugía del cáncer rectal en mayores de 80 años tiene una frecuencia aceptable de complicaciones y una baja tasa de mortalidad. Nuestros resultados sugieren que deben de tratarse con la misma expectativa de curación que los pacientes más jóvenes. Para ello, debemos realizar una correcta selección preoperatoria y un seguimiento postquirúrgico estricto, apoyándonos en la colaboración de un equipo multidisciplinar (cirujanos, anestesistas, oncólogos y geriatras).