Objetivos: La utilización de injertos de edad avanzada ha demostrado en múltiples estudios en los últimos años unos resultados favorables, de tal manera que los donantes ≥ 70 años representan en el momento actual más del 30% de todos los donantes anuales. El objetivo del presente trabajo es analizar si es posible seguir aumentando el límite de edad de los donantes hepáticos.

Métodos: Estudio retrospectivo y observacional de una serie de casos con todos los trasplantes hepáticos (TH) realizados en nuestro centro con donantes ≥ 90 años y análisis de sus características.

Resultados: Desde abril 1986 hasta diciembre 2019 hemos realizado 2057 TH, solo 6 de ellos con donantes ≥ 90 años. La edad media de los donantes fue de 91 (90-94) años, 5 eran mujeres y solo 1 varón. La causa de exitus fue el ACVA en todos los casos. 5 donantes eran hipertensos y solo 1 diabético. La estancia media en UCI fue de 30 (13-48) horas. 2 donantes tuvieron algún episodio de hipotensión durante el mantenimiento y solo 1 tuvo un episodio de PCR. La biopsia fue normal en 4 casos, en 1 mostró macroesteatosis leve y en otro caso macroesteatosis moderada. La edad media de los receptores fue de 65 (58-68) años, 4 eran varones y 2 mujeres. La indicación del TH fue el VHC en 4 casos, el OH en 1 caso y una cirrosis biliar secundaria en otro caso. 2 pacientes tenían además CHC. EL MELD medio en el momento del TH fue de 14 (7-18). Todos los trasplantes se realizaron con preservación de vena cava y las reconstrucciones vasculares habituales con colédoco-coledocostomía sin tubo de Kehr en todos los casos. El tiempo medio de isquemia fría fue de 464 (284-600) minutos. Los requerimientos transfusionales medios fueron 3 (0-8) concentrados de hematíes, 7 (0-17) bolsas de plasma y 1 pool de plaquetas (0-2). 2 pacientes fallecieron en la UCI durante los primeros 2 meses a causa de múltiples complicaciones médicas. Uno de ellos desarrolló una trombosis arterial que se consiguió revascularizar en quirófano pero que posteriormente desarrolló otras complicaciones. Ningún paciente desarrolló complicaciones biliares. En todos los casos el esquema de inmunosupresión se basó en tacrolimus y esteroides. Solo 1 paciente tuvo algún episodio de rechazo agudo. Ningún paciente precisó retrasplante. Después de un seguimiento medio de 29 (0-50) meses, solo otro paciente falleció a los 50 meses de seguimiento a causa de una recidiva del VHC sobre el injerto. Los otros 3 pacientes continúan vivos con una función hepática normal a los 30, 39 y 50 meses, respectivamente.

Conclusiones: La edad no debería ser una limitación para la evaluación del donante hepático. Incluso la utilización de injertos de edad muy avanzada, como los nonagenarios, puede tener resultados favorables; por lo que, deberíamos realizar una valoración muy cuidadosa de estos donantes antes de desestimar su utilización solo por la edad.