Introducción: Las semillas de chía (Salvia hispanica L.) han alcanzado en los últimos años una gran popularidad como suplemento dietético por sus múltiples beneficios para la salud. Así como sus ventajas están ampliamente descritas, no ocurre igual con sus posibles complicaciones. Presentamos el caso de una mujer con obstrucción intestinal por fitobezoar secundario a consumo de chía.

Caso clínico: Mujer de 54 años que acude a Urgencias por vómitos, dolor abdominal inespecífico e intolerancia a la ingesta de una semana de evolución. Refiere estreñimiento crónico por el que solo toma una dieta exclusiva con suplementos con fibra y semillas de chía. Presenta dolor abdominal a la exploración y la analítica revela hiponatremia e hipokaliemia. Endoscopia: en fundus gástrico, imagen de aspecto sólido verdoso oscuro de contenido orgánico, compatible con bezoar, siendo imposible su movilización. TAC abdominal: formación en miga de pan en estómago de 36 × 46 mm sugerente de bezoar; dilatación de asas de yeyuno e íleon con cambio de calibre en íleon distal donde hay imagen en miga de pan de 35 mm compatible con fragmento de bezoar. Ante la clínica de obstrucción intestinal y los hallazgos radiológicos se interviene realizando laparotomía exploradora con gastro y enterotomía para extracción de ambos bezoares que macroscópicamente parecen estar compuestos por semillas de chía.

Discusión: La chía es una semilla pequeña nativa de México y Guatemala rica en ácidos grasos, omega 3, antioxidantes, fibra y vitaminas, además de tener un efecto saciante para la pérdida de peso. Tiene la capacidad de absorber gran cantidad de agua hasta 27 veces su peso, y formar un hidrogel. Su consumo debe estar acompañado de una abundante hidratación para evitar casos de oclusión intestinal. El primer caso descrito de complicación de consumo de chía por impactación esofágica fue descrito en EEUU en 2017, sin existir estudios en humanos que pongan en alerta de las complicaciones del consumo de esta semilla. Por ello y ante el aumento de su ingesta hay que pensar que puede producirse obstrucción intestinal en pacientes consumidores de chía, sobre todo si dichos pacientes no tienen antecedentes clásicos relacionados con la producción de bezoares.