60 años en el 90% de los casos, con trastornos graves subyacentes como cardiopatía isquémica, diabetes, insuficiencia renal, etc. Se describen tres variedades anatomopatológicas: aguda gangrenosa irreversible, aguda transitoria y crónica segmentaria estenosante.
Pacientes y método. Hemos tratado a 10 enfermos con colitis isquémica aguda (6 varones y 4 mujeres) con una media de edad de 77,4 años (rango, 59-92 años). Todos tenían antecedentes médicos significativos y acudieron a urgencias por presentar dolor abdominal; además, cuatro presentaron rectorragia y tres diarrea asociada. Se practicó un enema opaco a baja presión a 7 pacientes, que fue diagnóstico en seis, y colonoscopia a 3 enfermos, que confirmó las lesiones isquémicas.
Resultados. Practicamos intervención quirúrgica urgente en 7 pacientes debido a la presencia de signos peritoníticos y/o sepsis. En todos ellos encontramos necrosis cólicas transmurales y en tres peritonitis fecaloideas por perforación, practicándose resecciones amplias de las áreas afectadas. Falleció un paciente por insuficiencia respiratoria aguda grave y fue preciso reintervenir en dos ocasiones a una paciente por úlcera sangrante en la anastomosis ileorrectal y colecistitis alitiásica. No hemos tenido que realizar cirugía electiva por colitis crónica o estenosis posteriores.
Conclusiones. La colitis isquémica es una enfermedad agresiva e infrecuente que requiere un alto índice de sospecha para conseguir un diagnóstico precoz. El diagnóstico de elección es la colonoscopia, si bien es muy útil el enema opaco a baja presión dada su mayor accesibilidad en el área de urgencias. La situación abdominal y la presencia de sepsis determinan la indicación o no de cirugía urgente
Patients and method. We have treated 10 patients with acute IC (6 men and 4 women) with a mean age of 77.4 years (range: 59 to 92 years). All of them had a significant medical history and came to the emergency room complaining of abdominal pain. Four of them also presented rectal bleeding, and diarrhea was associated in three cases. Low-pressure barium enema was diagnostic in six of the seven patients in whom it was performed and the ischemic lesions were confirmed by colonoscopy in three.
Results. Emergency surgery was performed in seven patients due to evidence of peritonitis and/or sepsis. Transmural necrosis of the colon was observed in all these patients and fecal peritonitis due to perforation in three, requiring extensive resection of the areas involved. One patient died of severe acute respiratory failure and another required two additional surgical procedures to treat a bleeding ulcer in ileorectal anastomosis and stoneless cholecystitis. In no case was subsequent elective surgery necessary to treat chronic colitis or stenosis.
Conclusions. IC is an uncommon, aggressive disease that requires a high degree of suspicion for early diagnosis. Colonoscopy is the diagnostic method of choice, although low-pressure barium enema is also very useful given its greater availability in the emergency room setting. The abdominal status and the presence of sepsis determine the need for emergency surgery