La reposición de la pérdidas sanguíneas en cirugía abdominal urgente desempeña un papel clave para la supervivencia, sobre todo en los pacientes que presentan una pérdida de sangre masiva provocada por la rotura del hígado, el bazo y los vasos mesentéricos, así como en el hemoperitoneo masivo secundario a un embarazo ectópico.
Para manejar con éxito a estos pacientes debe seguirse un algoritmo claro previamente consensuado y aceptado por los miembros del servicio, tanto para el rápido diagnóstico y utilización de maniobras quirúrgicas precisas para el control de la fuente de hemorragia como, sobre todo, para el control de la alteración de los factores de la coagulación y la consecuente necesidad de una precisa pauta de uso de los distintos componentes sanguíneos que deben utilizarse en su reposición. El uso de estas guías reduce la mortalidad de forma significativa.
En este contexto, el uso de la autotransfusión intraoperatoria ha demostrado ser un procedimiento seguro y con un buena relación coste-efectividad que se puede utilizar incluso por vía laparoscópica. Sin embargo, su utilización está poco extendida, sistematizada y mal organizada, a tenor de los datos publicados en la bibliografía.
Replacement of blood loss in emergency abdominal surgery plays a key role in survival, especially in patients with massive blood loss due to rupture of the liver, spleen or mesenteric vessels, as well as in massive hemoperitoneum due to ectopic pregnancies.
To successfully manage these patients, a clear algorithm, previously consensuated and approved by the surgical staff, both for rapid diagnosis and use of the surgical procedures needed to control the source of bleeding should be followed. Precise criteria are especially required to control alterations in coagulation factors and the consequent need for the distinct blood components that should be used in replacement.
In this context, the use of intraoperative autotransfusion has been demonstrated to be safe and cost-effect. This procedure can even be used in laparoscopic surgery. However, data published in the literature indicate that this technique is not widely or systematically used and that it is poorly organized.