Pacientes y Métodos. Se estudiaron 504 pacientes intervenidos con anestesia general o regional en un hospital comarcal. Se revisaron las historias clínicas según el protocolo del CDC para evaluar la existencia de infección en el lugar de la intervención.
Resultados. El número de pacientes infectados fue de 37 (7,34%). De ellos, en 16 (42,4%) la infección conseguía cambiar la asignación del grupo de diagnóstico relacionado. En los 19 (54,28%) restantes, la infección no producía modificación alguna, debido a la existencia de otras complicaciones o comorbilidades. Si los grupos de diagnósticos relacionados sirvieran como sistema de pago prospectivo utilizándose como estancia media la estancia media nacional sin extremos, estos 16 pacientes supondrían 83,56 estancias más que serían debidas exclusivamente a la infección. Si esto mismo lo tradujéramos en peso relativo, la responsabilidad de la infección sería de 14,1334 veces el coste del proceso básico (cuyo peso sería uno). Se documentaron el 54,06% del total de infecciones existentes. De las 17 extraídas exclusivamente mediante vigilancia activa tres (17,64%) modifica la asignación del grupo de diagnóstico relacionado.
Conclusión. El 45,94% de las infecciones no se documentaron en el informe del alta y fueron recogidas por medio de la vigilancia activa de la infección hospitalaria. La infección en el lugar de la intervención quirúrgica tiene la suficiente entidad en un servicio de cirugía general de un hospital comarcal como para cambiar la asignación del grupo de diagnóstico relacionado en el 42% de los pacientes infectados. Puede que estos resultados no sean extrapolables a hospitales regionales o de referencia debido a que tratan a pacientes que son, a priori, más complejos
Patients and methods. The study deals with 504 patients who underwent surgery with general or regional anesthesia in a county hospital. The clinical records were reviewed according to the Centers for Disease Control (CDC) protocol to assess the existence of infection of the surgical wound.
Results. Thirty-seven patients (7.34%) presented infections. This circumstance led to a change in the DRG in 16 of them (42.4%). Infection produced no modification in another 19 patients (54.28%) due to the existence of other complications or comorbidities. If the DRG were to be implemented as a prospective payment system based on the mean hospital stay throughout Spain, these 16 patients would correspond to 83.56 more hospital stays which would be due exclusively to infection. If this increment were to be expressed in terms of relative weight, infection would be responsible for 14.1334-fold higher costs than the underlying disease (which would be weighted as one). In all, 54.06% of the existing infections were recorded. Of the 17 detected exclusively by means of active surveillance, 3 (17.64%) changed the patient's DRG assignment.
Conclusion. In all, 45.94% of infections were not documented in the discharge records and were detected by means of active surveillance of hospital infection. Surgical wound infection has sufficient impact in the General Surgery Unit of a county hospital to change the DRG in 42% of infected patients. It may not be feasible to extrapolate these results to regional or referral centers where the patients a priori present more complex conditions