Hace ya 15 años publicamos en esta revista un editorial en el que hacíamos énfasis sobre la redefinición anatomopatológica de los tumores del estroma gastrointestinal, sobre la aparición de los inhibidores de la tirosina cinasa como fármacos con especial avidez en el control evolutivo de estos tumores, y sobre su clasificación en función de una serie de criterios condicionantes de riesgo de recidiva1. Posteriormente, en 2018, en un nuevo editorial anunciábamos la creación, en el seno de la AEC, de un nuevo grupo de trabajo bajo el nombre «Tumores Mesenquimales-Sarcomas». En este segundo editorial hacíamos énfasis en la necesidad de crear un grupo de cirujanos estimulados hacia el estudio y dedicación profesional en esta área concreta y bastante desconocida de los sarcomas. Apuntamos ya la necesidad de crear centros de referencia tanto nacionales (CSUR) como regionales, con el fin de centralizar al máximo la atención de estos pacientes y el desarrollo investigacional sobre los sarcomas. También remarcábamos la importancia de una planificación diagnóstico-terapéutica mediante una atención adecuadamente consensuada por parte de equipos multidisciplinares2.
Desde entonces, gracias al apoyo de la junta directiva de la AEC, recientemente este grupo de trabajo se ha transformado en una sección. Durante los últimos 5 años, las sinergias, el trabajo y el esfuerzo del grupo de cirujanos interesados y dedicados a esta rara enfermedad oncológica han provocado una serie de acciones dirigidas a estimular, educar, normalizar y organizar las bases para mejorar la atención de estos pacientes.
Entre estas acciones cabe destacar: a) encuentros de los especialistas con especial dedicación a esta área oncológica y creación en el país de los primeros centros de referencia tanto a nivel nacional como regional; b) establecimiento de acuerdos y convenios entre las diferentes sociedades científicas nacionales representativas de esta enfermedad, como son el GEIS, la SEOR y la SECOT con la AEC, y en especial entre sus secciones dedicadas específicamente a los sarcomas; c) edición y publicación de artículos, monografías, capítulos de textos etc., orientados a sentar las bases actuales diagnóstico-terapéuticas, así como las mejores técnicas y estrategias quirúrgicas para el tratamiento de los sarcomas tanto en su fase localizada como en la situación avanzada (cirugía oncológica «en bloque», cirugía mínimamente invasiva, estrategias 3D, etc.); d) establecimiento de sinergias con grupos internacionales y elaboración de programas de formación para nuestros cirujanos en centros internacionales; e) establecimiento de planes de formación en esta afección quirúrgica para nuestros residentes a nivel nacional mediante cursos de formación de residentes de la AEC, y para cirujanos jóvenes a nivel nacional, y f) promoción de la formación en esta enfermedad a través del aula de formación virtual de la AEC.
A pesar de estas acciones, la excepcionalidad y rareza de esta enfermedad obliga a seguir en el camino empezado. Los resultados de una encuesta nacional, transmitidos por miembros de la sección de sarcomas de la AEC en esta misma edición de Cirugía Española, muestran la creación de centros de referencia nacional (CSUR) y el camino a seguir para continuar mejorando el tratamiento de estos pacientes en nuestro país. Solo a partir de la centralización de esta dolencia, el trabajo en red y la formación de todos los agentes implicados en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes conseguiremos ofrecer, a nivel nacional, las mejores oportunidades terapéuticas para los enfermos.
La potencial eficacia de los equipos, centralizados en centros de referencia con especial dedicación y gestión sanitaria de estos pacientes, se basa en la colaboración multidisciplinar diagnóstico-terapéutica y la transmisión de conocimientos y experiencias científicas entre los diferentes especialistas. De esta forma, las posibles ambiciones y personalismos quedan relegados a la acción de conjunto, y el éxito personal queda supeditado al éxito del conjunto. En este sentido, un buen ejemplo a seguir es la labor llevada a cabo por el grupo internacional Transatlantic Australasian Retroperitoneal Sarcoma Working Group «TARPSWG»3, en donde ya participan algunos cirujanos de nuestra sección. Sus reuniones y publicaciones se centran en la obtención de evidencias científicas en sarcomas gracias a la colaboración participativa y el esfuerzo de los miembros de este grupo «globalizado» de cirujanos, oncólogos y otros especialistas que trabajan en los centros de referencia de sus respectivos países.
Desde este editorial queremos agradecer a la AEC y a sus miembros directivos la potencialización y soporte a esta nueva sección de Tumores Mesenquimales y Sarcomas, pues ello beneficiará la excelencia de nuestra cirugía y de nuestros cirujanos. Al resto de los colegas cirujanos, ofrecerles la lectura y conclusiones del trabajo/encuesta publicado por la sección en la presente edición de Cirugía Española4. Los animamos a seguir colaborando desde la misma sección para mejorar en lo posible la actuación sobre los tumores mesenquimales y sarcomas, con base en una mayor concentración y centralización de los pacientes afectos de esta rara y difícil enfermedad, y poder ofrecerles «lo mejor» para su futuro.