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Vol. 93. Núm. 3.
Páginas 133-136 (marzo 2015)
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Vol. 93. Núm. 3.
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El futuro de la cirugía y de los cirujanos
The future of surgery and surgeons
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Carlos A. Pellegrini
Department of Surgery, School of Medicine, University of Washington, Seattle, Estados Unidos
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Agradezco humildemente pero de todo corazón el honor con que la Sociedad Española de Cirujanos me honra hoy. Acepto este honor en nombre de todos aquellos que me acompañan en la gestión quirúrgica en la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos, así como en nombre de mis mentores y maestros que me señalaron el camino a seguir.

Se me ha pedido que hable sobre el futuro de la cirugía y de aquellos que la practican. No pretendo tener una bola de cristal pero creo que las lecciones que he aprendido como cirujano y como líder del Colegio Americano de Cirujanos me aportan una perspectiva que espero sea útil para algunos de ustedes.

Hay 3 temas acerca de su futuro que me interesa desarrollar. Primero, quiero describirles las principales fuerzas que afectarán a la práctica quirúrgica en las próximas décadas. Segundo, quiero convencerlos de que pueden forjar su propio futuro, darle forma, definirlo. Y tercero, quiero indicarles que tanto la Sociedad Española de Cirujanos como el Colegio Americano de Cirujanos les proporcionan la mejor y más amplia plataforma para conseguir moldear ese futuro, al mismo tiempo que les aportan una serie de valores que les servirán de guía moral.

Vientos de cambio: El futuro de la cirugía y los cirujanos

Ciertas fuerzas determinantes están cambiando la manera en que practicamos cirugía y creo que tendrán un impacto significativo en la próxima década. Para hoy elegí 3 ejemplos que los afectarán a todos por igual, sea cual sea su país de origen o su lugar de trabajo. Estas influencias externas responden en su mayoría a avances en medicina. No es mi intención criticarlas, sino describirlas. Los cirujanos necesitan conocerlas y comprenderlas para posicionarse mejor a sí mismos y a la profesión, y aunque esto represente un desafío, soy optimista porque, parafraseando a Winston Churchill, cada desafío representa una gran oportunidad.

A. Innovación y el fenómeno de aguas turbulentas: La introducción y adopción de nuevas ideas, técnicas y aparatos ha facilitado grandes avances en medicina y cirugía. Sin embargo, durante muchos años, la cadencia con la que ocurrían estos avances permitía intervalos de tiempo suficientes para probar y validar una nueva idea, y cuando esta demostraba ser útil, diseñar métodos de aprendizaje y entrenamiento para su adopción.

De alguna manera podría compararse a un viaje por un río con trayectos rápidos intercalados con algunos de relativa tranquilidad para reponerse. La cadencia del cambio se ha incrementado sustancialmente en los últimos años, y me atrevo a predecir que este ritmo solo se acelerará en el futuro: el equivalente a navegar permanentemente en aguas turbulentas. No es el cambio, sino su naturaleza y su cadencia lo que representa el mayor desafío para el cirujano del futuro. Por un lado, muchas innovaciones acaban por fracasar por no sobrevivir a la prueba del tiempo. Mientras que, por el otro, desaprovechar una oportunidad puede tener efectos catastróficos en la práctica del cirujano. Es por esto por lo que las decisiones deben ser tomadas rápidamente y deben ser correctas.

El Dr. Gerald Fried, uno de los directivos de nuestro College, sugiere que al enfrentarse al dilema de adoptar una nueva técnica, el cirujano debe hacerse 4 preguntas básicas1: a) ¿responde esta innovación a una necesidad médica?, b) ¿le agrega valor a las opciones existentes?, c) ¿es viable en las finanzas?, d) ¿puede ser adoptada por el cirujano promedio con relativa facilidad? El American College of Surgeons, a través del Comité de Programas y la División Educación, bajo el liderazgo del Dr. Ajit Sachdeva, permanentemente analiza el horizonte en búsqueda de nuevas ideas y programas adecuados para formar a sus fellows. La Sociedad Española de Cirujanos tiene la misma misión. La reunión a la que están asistiendo esta semana con sus variadas ofertas es un ejemplo. La Red de Institutos de Educación Acreditados que el College ha creado, y que ahora se extiende más allá de Estados Unidos y Canadá e incluye Europa, Asia y Medio Oriente, es otro ejemplo de la vasta plataforma que pueden aprovechar para avanzar en su futuro. Adaptarse a los cambios y a su velocidad y aprender a elegir el camino correcto es imperativo para su crecimiento y supervivencia, tanto como encontrar la corriente justa en aguas turbulentas.

B. Borrando las fronteras: Las especialidades médicas se desarrollaron en el siglo XX, y lo hicieron dentro de límites bien establecidos. Por ejemplo, cuando empecé mi práctica quirúrgica, todos conocíamos un límite preciso entre la labor de un cirujano (principalmente cirugía abierta) y el del resto de las especialidades clínicas (principalmente diagnóstico y terapias no invasivas). No obstante, en la última parte del siglo, la innovación condujo al desarrollo de nuevas ideas, métodos y aparatos y, como consecuencia, las fronteras entre especialidades han comenzado a borrarse. El tratamiento de la litiasis coledociana, otrora parte integral de la práctica del cirujano general, se convirtió en práctica del gastroenterólogo; así también el tratamiento de abscesos intraabdominales o la colocación de catéteres venosos centrales, antes solo materia quirúrgica, se encuentran actualmente en manos del radiólogo intervencionista.

Estas instancias son el resultado, en parte, de nuestra inhabilidad para aprovechar nuevas oportunidades. Muchos cirujanos pensaron que volver al quirófano para operar y seguir usando herramientas del pasado era mejor que volver a entrenarse y acompañar el progreso. Las fronteras continúan borrándose y mi predicción es que este proceso se acelerará en el futuro. Vemos esto cuando nos fijamos en quién cuida hoy a nuestros pacientes complejos en la unidad de cuidados intensivos o quién usa nuevas técnicas endoscópicas para tratar cánceres incipientes en mucosas del tracto gastrointestinal. Yo creo que los cirujanos deben considerarse perfectamente cualificados para realizar intervenciones, incluso aquellas realizadas con endoscopios, a través de orificios naturales o abordajes percutáneos. Los cirujanos, esencialmente, deberían ser lo que el Dr. Tom Russell, director ejecutivo de nuestro College hasta hace pocos años, llamó «biólogos intervencionistas». Y me gratifica decir que hemos progresado en este terreno: los cirujanos generales continúan desarrollando técnicas miniinvasivas. En los últimos tiempos, la cirugía vascular ha ido transformando el abordaje abierto tradicional hacia el endovascular guiado por imágenes. Con estos cambios se ha conseguido un impacto valorable en la sobrevida de pacientes con enfermedades vasculares. Debemos continuar con esta estrategia. Desde mi punto de vista, el cirujano inteligente del futuro será aquel que consiga manejar la totalidad de una enfermedad, no solo la parte técnica: aquel que pueda aprender y dominar los aspectos diagnósticos y terapéuticos de su especialidad, más allá de los límites tradicionales.

C. Calidad, costos y responsabilidad en el ámbito de la cirugía: La tercera fuerza relevante que impactará su práctica futura es la preocupación creciente de la sociedad por lograr mejor calidad, mientras se controlan los gastos en el cuidado médico.

Dado que la práctica quirúrgica implica mayores riesgos que otras especialidades, preservar y mejorar la seguridad y poder medir la calidad de manera fidedigna seguirá siendo una parte fundamental de nuestro trabajo. Además, como utilizamos recursos sustanciales para cumplir con las necesidades de nuestros pacientes, las instituciones y la sociedad pondrán presión sobre nosotros, para que rindamos cuentas de tales gastos. Michael Porter2 definió «valor» como la relación entre costos y resultados. En su libro, Redefiniendo el cuidado de la salud, nos impulsa a focalizarnos en los resultados y nos aconseja medirlos de manera «sistemática y comprensible». Yo creo que vamos a tener que ir más allá de las mediciones corrientes de resultados, basados en valores objetivos interpretados por profesionales y vamos a tener que medirlos basados en los pacientes. Por ejemplo, al realizar una cirugía de la columna vertebral por dolor lumbar, no será la demostración de la fusión de las vértebras mostrada por rayos X lo que importe, sino el alivio del dolor y la capacidad de reincorporarse al trabajo. Al realizar una cirugía antirreflujo, no será solo la normalización del pH esofágico, sino la desaparición del ardor percibido por el paciente. Esta es la nueva responsabilidad de nuestra tarea como cirujanos: responsabilidad en cuanto a calidad, seguridad, costos y resultados. Este objetivo no puede conseguirse con individuos actuando aisladamente: requiere la formación de equipos de alta performance. Estos equipos necesitan liderazgo. No del líder autoritario de antaño, sino del tipo de líder que fomenta una comunicación excepcional, un respeto y apoyo mutuos, y el desarrollo de medios directos para alcanzar el objetivo de nuestra misión: mejorar la salud de nuestros pacientes. Esta es un área que necesita de nuestro compromiso directo. El cirujano inteligente del futuro dedicará una gran parte de su tiempo al estudio del liderazgo, al desarrollo de inteligencia emocional y al perfeccionamiento de habilidades no técnicas. Su College está profundamente dedicado a estas áreas y ha creado la plataforma para apoyarla. Los aliento a comprometerse, no solo porque ayudará a su futuro, sino porque es lo correcto para nuestros pacientes y nuestra sociedad.

Moldeando vuestro futuro

Yo soy de la idea de que cada uno de nosotros, en gran medida, tiene la oportunidad de moldear su futuro. Es cierto que existen fuerzas externas, algunas las describí previamente, sobre las que no podemos tener el control, pero nuestro compromiso directo puede ayudar a modularlas y a cambiar el resultado que generarían de otra manera. Siempre habrá pesimistas que dirán que el cielo se está cayendo, que habitualmente señalan cuánto ha cambiado el mundo, que antes las cosas funcionaban mejor, y que obtienen poca ganancia por tanto sacrificio y horas de trabajo. Sugerirán además que no hay nada que puedan hacer para cambiar las cosas. Nos colocarán a los cirujanos como víctimas. Por eso les pido, usando las palabras de Colin Powell3, que «rechacen el camino fácil de la victimización». No es atractivo para el resto de la sociedad y siguiendo ese camino no arribaremos nunca a soluciones efectivas: no lleva a ningún lado.

En lugar de eso, esta noche quiero decirles que el camino que ustedes han elegido es el mismo que yo elegí, es un camino pleno de recompensas y, de poder hacerlo, yo lo volvería a elegir. A propósito de esto, me siento extremadamente privilegiado por haber tenido la oportunidad de influir en tantas vidas, por haber tenido tantos pacientes que depositaron en mí su más valioso bien: su salud.

Sepan que no hay suficiente dinero en el mundo que aporte tal satisfacción, la satisfacción de ayudar a alguien que lo necesita. También estoy aquí para decirles que el futuro no está predeterminado, su futuro puede ser moldeado y cada uno de ustedes puede hacer que suceda. «Lo que ustedes hagan marca la diferencia» dijo Jane Goodall. «…Deben elegir qué tipo de diferencia quieren hacer.» Quizás no puedan conseguir todo lo que quieren, pero deben proponerse objetivos altos y viajar en esa dirección el mayor tiempo y distancia que puedan. Es la única forma de hacer una diferencia, paso a paso, con lentitud y constancia.

Así que, la próxima vez que vean algo que necesita ser cambiado, involúcrense en vez de culpar al sistema. Sigan el consejo del famoso filósofo hindú Rabindranath Tagore, que dijo «es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad». Y luego de encenderla, usen su liderazgo, recluten a otros para encender más velas, y antes de lo que piensan, tendrán iluminado el camino hacia un futuro mejor.

El American College of Surgeons, su plataforma y su guía moral

Espero que a lo largo de mi discurso les haya mostrado algunas de las muchas áreas en las que el Colegio Americano de Cirujanos así como la Sociedad Española de Cirujanos pueden proveerles de la infraestructura que los ayudará a hacer frente a las fuerzas de cambio. En el caso de nuestro College, la División de Educación llena la brecha entre práctica y estado actual de conocimientos; la División de Investigación y Cuidado Óptimo del Paciente aporta experiencia en la valoración de calidad, seguridad y costos; nuestra División de Defensa y Política de Salud ayuda a implementar estrategias en el cuidado de la salud, y la División Servicio a Miembros enfoca su labor en los fellows y miembros del College y en sus proyectos. La Sociedad Española de Cirujanos les ofrece una plataforma un poco distinta pero con el mismo enfoque. Yo los invito a que se involucren, y que lo hagan hoy, en esta etapa de su vida, para crear un futuro ideal para ustedes y sus pacientes.

Para transitar este camino necesitamos una guía moral, algo que nos ayude a distinguir el bien del mal.

Les ofrezco los 5 valores que hemos adoptado en nuestro College y que creo son tan importantes en EE. UU. como lo son en España:

A. Profesionalismo: para ejemplificar los más altos niveles de honestidad, responsabilidad y respeto. La importancia del profesionalismo para nosotros los cirujanos fue resaltada por LaMar McGinnis en su discurso presidencial4, cuando señaló que es lo que «nos sostiene, nos da cuerpo, vigor, y nos lleva hacia adelante». Para mí, personalmente, es sinónimo de compasión y cuidado. Peabody elocuentemente dijo: «Al paciente no le importará cuánto sabes de medicina, hasta que no sienta cuánto te importa como persona».

B. Excelencia: nuestro equipo cree que la excelencia es un objetivo a perseguir, implica sobrepasar niveles internos y externos, e ir en busca de otros. Se me ocurren pocos valores que se asocien tan cercanamente con la cirugía como la excelencia. La búsqueda incesante de la perfección en todo lo que hacemos debe ser el sello de un cirujano.

C. Innovación: entendida como la búsqueda de cambios creativos y frontales que nos permitan realizar mejor nuestra labor. Anteriormente mencionamos la importancia que tiene la innovación para vuestro futuro.

D. Introspección: definida como la actitud que lleva, por medio de la reflexión, a explorar la propia mente, y así definir los aspectos que motivarán un crecimiento profesional, con autocrítica y autoevaluación.

E. Inclusión: se refiere a la participación activa de todos los individuos y entidades involucradas para optimizar la inteligencia colectiva. El valor de la inclusión en el mundo actual no puede ser desestimado. El solo hecho de respetar nuestras diferencias en función de valores o de gentileza social no es suficiente. Debemos reconocerlas, celebrarlas, ya que son ellas el vehículo de la inteligencia colectiva y la creatividad. Les sugiero que hagan esto, pero al mismo tiempo les pido que no se olviden de quiénes son y cuáles son sus raíces. No se trata de dejarse desaparecer en la multitud, deben también preservar y celebrar lo que es diferente en ustedes, su acento, sus creencias, sus modos, sus valores personales, sus ideas propias. Respetar y aceptar a los demás se puede lograr de la mejor manera, cuando uno tiene respeto por uno mismo y sus valores. Es hora de que nosotros, como organización, aceptemos a otras organizaciones con valores equiparables; como médicos, aprendamos a trabajar en conjunto con el resto del personal de salud en equipos de alta performance. Solo logrando reunir nuestras mentes y energía triunfaremos como profesión y como sociedad.

Damas y caballeros, he tratado en forma sucinta de representar el cirujano del futuro, uno que va forjando innovación y ciencia con valores morales, y humildemente les ofrezco los valores descritos para que sean usados como guía moral.

Hay muchos desafíos por venir pero espero haberlos convencido de que podemos enfrentarlos y triunfar. Estamos todos juntos en esto. Deben confiar en lo que hay dentro suyo. Yo confío en ustedes. Christopher Robin dijo «siempre recuerda: Eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces, y más inteligente de lo que piensas». Ustedes, queridos amigos, tienen el poder de cambiar el mundo.

Bibliografía
[1]
G. Fried.
The challenges of change.
Surgery, 152 (2012), pp. 509-516
[2]
M. Porter.
Redefining health care: Creating a value based competition in results.
Harv Bus Rev, (2006),
[3]
C. Powel, J.E. Persico.
My American journey.
Random House, (1995),
[4]
L. McGinnis.
Professionalism in the 21st century.
Bull Am Coll Surg, 94 (2009), pp. 9-13

Discurso pronunciado en el nombramiento como Miembro Honorario de la Sociedad Española de Cirujanos durante el XXX Congreso Nacional de la AEC. Madrid, del 10 al 13 de noviembre de 2014.

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