Gemio del Rey et al.1 describen el caso de un neumoperitoneo espontáneo en un paciente con neumonía bilateral por SARS-CoV-2, sin signos de respuesta inflamatoria sistémica y habiéndose descartado causa intra-abdominal. Con buen criterio los autores relacionan el neumoperitoneo con la ventilación mecánica.
En los pacientes por coronavirus 2019 (COVID-19), se han descrito ocasionalmente neumatosis intestinal y neumoperitoneo, sin objetivarse perforación intestinal2–4. La causa etiopatogénica en estos casos, se ha relacionado con el daño directo de la mucosa intestinal por el SARS-CoV-2 —el epitelio intestinal tiene abundantes receptores de la enzima convertidora de la angiotensina-2 (ACE-2)— y con mecanismos isquémicos secundarios a trombosis esplácnica arterial y venosa5,6.
Uno de los fenómenos más llamativos en pacientes COVID-19, son las complicaciones tromboembólicas a múltiples niveles, secundarias a la respuesta inflamatoria sistémica severa inducida por el SARS-CoV-27,8; por lo que se recomienda profilaxis antitrombótica en la mayoría de los pacientes con COVID-19 moderada o severa9,10.
Aunque en el caso referido por Gemio del Rey et al.1, no se describe la evolución del fibrinógeno o el dímero D, consideramos que esta posibilidad etiopatogénica debe tenerse en cuenta en pacientes COVID-19.