The use of a prosthetic material to treat abdominal and/or thoracic disease has, to a great extent, resolved the problem created by the tissue defect itself and complications of recurrence. The most commonly used of these materials has been polypropylene in the form of a reticular mesh. This biomaterial, which boasts optimal biocompatibility, has been the object of constant modification aimed at better adapting it to the functional needs of the host tissue. Hence, the classic prostheses, nowadays known as heavyweights, are being gradually replaced by lighter materials with a simple spatial configuration and, more importantly, with a larger pore size (lightweight prostheses). Lightweight meshes are able to preserve abdominal wall compliance by generating less post-implant fibrosis and rigidity. However, further studies are still needed to achieve the ideal balance between material density and pore size. These two factors will determine the behaviour of these new prosthetic designs.
El empleo de materiales protésicos para tratar enfermedades de la pared abdominal y/o torácica ha resuelto, en gran medida, el problema creado por el defecto tisular y las complicaciones de recidiva. Clásicamente, el más empleado ha sido el polipropileno en forma de prótesis reticular. Este material, con una biocompatibilidad óptima, está sufriendo modificaciones, encaminadas a conseguir la mejor adaptación posible al tejido receptor y mantener las mejores propiedades funcionales en el lugar del implante. De esta forma, las prótesis clásicas denominadas de alta densidad están siendo sustituidas por otras más ligeras (de baja densidad), con una configuración espacial sencilla y un poro más amplio. Las prótesis de baja densidad mantienen su elasticidad, lo que genera menos fibrosis y rigidez tras el implante. De cualquier forma, son necesarios estudios que consigan una densidad de material y un tamaño de poro ideales, dos parámetros que condicionan el comportamiento de dichos biomateriales.