Los aneurismas de arteria hepática constituyen un hallazgo infrecuente, representando únicamente el 20% de los aneurismas viscerales, con una incidencia estimada del 0,002%.
Presentamos el caso de un varón de 84 años, sin antecedentes médicos de interés ni tratamientos crónicos, con clínica de dolor abdominal de inicio súbito. La angio-TC muestra un gran aneurisma de 9,5cm dependiente de la arteria hepática derecha (fig. 1) y líquido libre intraperitoneal sugestivo de rotura contenida.
El paciente fue intervenido de urgencia, colocándose 2 stents recubiertos en arteria hepática, con exclusión completa del aneurisma en el control de imagen posterior (fig. 2).