La primera descripción detallada de esta entidad clínica fue hecha por Van Horne en 1667 como hallazgo incidental en una autopsia1.
El bazo ectópico es una rara afección clínica caracterizada por la posición inusual del bazo en la parte inferior del abdomen o la pelvis. La forma congénita puede deberse a la falta de los ligamentos de fijación, o a su posición incorrecta causada por un desarrollo anormal del mesogastrio dorsal que genera los ligamentos suspensorios del bazo. También se han observado casos debido a esplenomegalia progresiva causada por enfermedades como la fiebre tifoidea, el linfoma y, especialmente, la malaria2.
La torsión aguda es la principal complicación de un bazo ectópico, que ocurre debido a la torsión del pedículo vascular. Cuando tiene lugar, se produce un infarto esplénico por el compromiso vascular3.
Presentamos el caso de un varón de 15 años diagnosticado 5 meses antes de bazo ectópico localizado en hipogastrio, que acude a urgencias por dolor abdominal de varios días de evolución, el cual se intensificó progresivamente, de localización inicial en hipogastrio el mismo no alivió con analgésicos y aumentó con la realización de movimientos bruscos, en las últimas horas se generalizó a todo el abdomen. Se acompañó de fiebre de 38° C, náuseas, escasos vómitos, astenia y anorexia.
A la exploración física el paciente presentaba esplenomegalia en hipogastrio y mesogastrio, fija, de consistencia dura, bordes lisos y dolorosa a la palpación. En la analítica destaca una leucocitosis de 12,6×109/l, siendo el resto normal. Hemodinámicamente estaba estable, con una taquicardia de 110lpm.
En las técnicas de imagen, la ecografía abdominal mostró bazo aumentado de tamaño que mide aproximadamente 155mm, localizado en hipogastrio. Se observa líquido periesplénico y en hipogastrio.
La tomografía computarizada simple de abdomen confirmó bazo ectópico en hipogastrio que mide 168×59mm, abundante líquido periesplénico, en los espacios de Morrison y parietocólicos, con imagen hiperdensa en su porción central en forma de cordones que impresiona una torsión esplénica.
Con el diagnóstico de abdomen agudo por torsión de bazo ectópico, se interviene de urgencias mediante laparotomía media, identificándose una torsión esplénica con áreas isquémicas infartadas, por lo que se realizó esplenectomía.
La histología confirmó la torsión del pedículo vascular esplénico con marcada congestión vascular y áreas de infarto.
El paciente evolucionó satisfactoriamente y se le dio de alta al sexto día del postoperatorio.
La incidencia de la torsión de un bazo ectópico en una serie de 1.000 esplenectomías realizadas por Moran et al.4 fue del 0,2%. Puede suceder a cualquier edad, aunque es más frecuente en mujeres adultas jóvenes, principalmente multíparas, y en varones menores de 10 años5.
Las formas de presentación más frecuentes de bazo ectópico descritas en la literatura son abdomen agudo, dolor abdominal recurrente, obstrucción intestinal, masa abdominal, pancreatitis recurrente, sepsis y hemorragia digestiva alta. Además, puede ser un hallazgo en estudios radiológicos o en una exploración quirúrgica por otra causa6.
El cuadro sintomático de dolor abdominal aparece en forma aguda en aproximadamente el 50% de los casos. La sintomatología asociada incluye náuseas, vómitos y flatulencias. Otros síntomas menos frecuentes son estreñimiento, diarreas, melenas, hematemesis, anorexia, retención urinaria y disuria7.
En el examen físico se puede palpar una masa abdominal móvil, firme y dolorosa con «bordes con muescas» característicos, pero este no siempre es el caso porque la congestión esplénica puede eliminar la muesca esplénica y, por lo tanto, el diagnóstico clínico suele ser difícil8.
El diagnóstico se realiza por una alta sospecha clínica y estudios por imágenes. Los estudios de laboratorio son variables y poco específicos. Las alteraciones más frecuentes son la anemia, leucocitosis y trombocitopenia9.
La ecografía y la tomografía computarizada con contraste proporcionan información valiosa en el diagnóstico. Durante la ecografía, se detectan esplenomegalia, posición ectópica y heterogeneidad en el parénquima. Al realizar la ecografía Doppler color el flujo vascular se reduce debido a la torsión pedicular. Se observa un bazo aumentado de tamaño, y en una posición ectópica en la tomografía computarizada con contraste además del «signo del remolino», siendo un hallazgo importante en caso de torsión del pedículo vascular10.
En pacientes sintomáticos donde ha ocurrido un infarto esplénico, el tratamiento es generalmente esplenectomía. Si hay ectopia o torsión esplénica sin infarto esplénico, el paciente puede ser tratado con destorsión y esplenopexia (a menudo realizada por laparoscopia) o gastropexia11.
El diagnóstico precoz permite una cirugía más precoz con el paciente menos deteriorado y una evolución postoperatoria más favorable.