Dada la intensidad del entrenamiento quirúrgico, muchos profesionistas dan por entendido que, una vez que un residente ha adquirido habilidades técnicas y conocimiento científico, su educación en la cirugía ha concluido. Sin embargo, las investigaciones realizadas en la industria de alto riesgo demuestran que la excelencia técnica no siempre garantiza resultados positivos. Porque los sistemas en que los cirujanos trabajan son cada vez más complejos, y debido al énfasis aplicado en seguridad y medidas de desempeño, los cirujanos deben contratarse no solo como técnicos entrenados, sino como líderes de equipos de alto rendimiento. Por su parte, los colegios y organizaciones médico-quirúrgicas deben orientar sus esfuerzos en la promoción de los estándares de atención quirúrgica más altos a través de la educación y la defensa de sus miembros y de los pacientes, además de apoyar programas y políticas que aseguren el acceso a cuidados médicos de alta calidad. Todo ello debería redundar en un menor número de errores médicos, menos conflictos laborales y menos costos de atención para el sector salud y la sociedad en general.
Es imperativo que el cirujano conozca las atribuciones y responsabilidades de las diferentes organizaciones, sus derechos y responsabalidades y, en general, cómo puede ayudarse para evitar o disminuir en lo posible los eventos adversos y errores médicos y, cuando se presentan, poder atenderles con la responsabilidad que compete a cada instancia. Pero el tema no es afiliarse o capacitarse para tener defensa/apoyo cuando se cometen errores. El asunto es ayudar a refinar los sistemas y las competencias de los cirujanos para evitar los eventos indeseables como producto de una mala atención quirúrgica. Por ello, la Asociación Mexicana de Cirugía General, en su XI Encuentro anual de Líderes de la Cirugía, esencialmente presidentes de colegios estatales, representantes de universidades, consejos de especialidad, instituciones de salud y demás organizaciones quirúrgicas, se dieron cita en la ciudad de Guadalajara el verano de 2014 para atender y revisar este novedoso “problema”. En el mundo, prevalece actualmente la mejora en la calidad de atención médica-quirúrgica, a través de certificación de establecimientos de salud y de los profesionistas en lo individual. Así, se trata de usar todas las herramientas disponibles en educación, evaluación y actualización para minimizar errores y abatir costos de atención de salud. En este encuentro se pudo contar con la presencia de las máximas autoridades del Colegio Americano de Cirujanos, con la finalidad de conocer de primera mano las experiencias ganadas en su programa nacional de mejora en la seguridad quirúrgica.
Ademas de revisar las particularidades del error médico, las herramientas educativas para mantener un nivel de competencia adecuado y las minucias de evaluación que sustentan esas competencias en cada cirujano, se ha podido arribar a conclusiones y compromisos como gremio en apoyo a las instancias gubernamentales de salud, todo ello orientado a un solo fin: mejorar la seguridad y la calidad de la atención al paciente quirúrgico. Resaltamos aquí uno de esos muchos compromisos adquiridos: incidir en las generaciones jóvenes de cirujanos para atender con seriedad los principios éticos de la práctica quirúrgica usando todos los mecanismos modernos de actualización disponibles en la era moderna.
* Autor para correspondencia:
Blvd. Puerta de Hierro 5150,
edificio B, segundo piso, despacho 201-B,
Fracc. Corporativo Zapopan,
45110 Zapopan, Jalisco, México.
Teléfono y fax (33) 3848 5410.
Correo electrónico: robana@prodigy.net.mx (R. Anaya-Prado).