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Vol. 25. Núm. 3.
Páginas 143-146 (noviembre 2014)
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Aproximaciones a la Psicología Clínica desde diferentes paradigmas: más caminos para enfocar la intervención
Approaches to Clinical Psychology from different paradigms: Additional ways to address intervention
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Miguel Ángel Pérez Nietoa
a Universidad Camilo José Cela, Madrid, España
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La sistematización que tiende a encontrarse en el estudio de diferentes fenómenos psicopatológicos, de su comprensión y de su tratamiento, permite apreciar cierta distancia entre los hallazgos más vinculados a la explicación de distintas conductas problema y cuadros clínicos y el tratamiento psicológico que muchas veces se plantea (Butler, 2004). Esto, en muchas ocasiones, lleva a encontrar en algunos ámbitos clínicos específicos una ruptura entre lo que se investiga sobre la naturaleza de ese problema y el tratamiento que después de él se hace. Podría parecer incluso que la investigación sobre técnicas de tratamiento y la investigación sobre variables que explican el problema son dos cuestiones completamente diferentes, cuando probablemente sería recomendable que tuvieran un nexo y cercanía mayor. Tal vez, por la asunción de este distanciamiento, o por otras cuestiones como las vinculadas la política de I + D, la configuración de departamentos y áreas de conocimiento en la universidad, etc.., en ocasiones nos encontramos con que gran parte de la investigación básica que se hace sobre cuestiones clínicas muchas veces busca más explicar la naturaleza y funcionamiento de los procesos cognitivos que estudia que su implicación en el fenómeno clínico o psicopatológico a explicar. Esta tendencia, que de alguna manera puede deberse al alejamiento de lo clínico y lo básico, y la intención de no alimentarla es lo que ha motivado que el comité editorial de la revista Clínica y Salud, revista que tanta cercanía tiene con la práctica profesional, muestre en un número monográfico cómo aproximaciones experimentales o basadas en teorías alejadas de los tratamientos habituales en esos campos pueden ser, sin embargo, útiles y enriquecedoras para la intervención en esas áreas, sugiriendo tal vez a los profesionales nuevas formas o caminos para abordar los problemas a los que se enfrentan.

El presente número de Clínica y Salud pretende avanzar en esa dirección, la de vincular y aproximar a contextos clínicos teorías y paradigmas más habituales en otras áreas, como la neurociencia o la psicofisiología, la experimentación sobre procesos de atención o memoria, la creación y uso de constructos psicológicos en el ámbito de la personalidad o la cognición social. Para ello, se han seleccionado seis trabajos en los que se puede apreciar aproximaciones a ámbitos clínicos y a cuestiones relevantes en la psicopatología desde procedimientos y teorías probablemente poco habituales en esos ámbitos clínicos. Así, el número monográfico lo abre un trabajo en el que se utiliza la aplicación de un paradigma, el de la evaluación de la inhibición prepulso como forma de explorar el procesamiento de la información desde el inicio mismo del mismo, desde los momentos más tempranos de la atención y del reflejo de orientación y a partir de medidas periféricas de naturaleza fisiológica. Pues bien, este paradigma es aplicado en el trabajo de Marín Mayor, Jurado-Barba, Martínez-Grass, Ponce Alfaro y Rubio Valladolid (2014) sobre abordaje del alcoholismo, aunque también ha sido utilizado en muestras de pacientes esquizofrénicos. Las aportaciones de este paradigma son discutidas en el artículo pero su uso, en sí mismo, puede ser un ejemplo de nuevos caminos a explorar en ámbitos clínicos.

El monográfico avanza con dos trabajos que se asientan en la interacción entre nuestras bases biológicas, los procesos de aprendizaje y sus implicaciones en conductas desadaptativas. Para ello, parten de la teoría de Gray (Gray y McNaugthon, 2000) sobre la personalidad, de su sistema de inhibición y su sistema de aproximación, de la sensibilidad al castigo y la sensibilidad al refuerzo. Desde estos planteamientos, que permitirían explicar las diferencias individuales en las historias de aprendizaje, se pueden abordar conductas desadaptativas como la del juego patológico (véase Navas y Perales, 2014). También se pueden explorar las implicaciones de esos perfiles de personalidad en el aprendizaje de los cambios en las relaciones afectivas, como en el trabajo de Pascual, Pascual, Redondo y Pérez Nieto (2014), en el que mujeres víctimas de malos tratos llevan a cabo una tarea de aprendizaje según un paradigma de inversión afectiva, explorándose si su sensibilidad al castigo o al refuerzo, además de su experiencia traumática, puede influir en el rendimiento en esa tarea de inversión afectiva. Las implicaciones de un peor rendimiento en esa tarea podrían ser vinculadas al mayor desarrollo de tendencias dependientes en las relaciones afectivas.

Una vez que se han revisado las implicaciones que nuestra actividad fisiológica y su medida pueden tener en el desarrollo o mantenimiento de distintas conductas problema, el monográfico avanza desde el aprendizaje a la memoria, un proceso cognitivo que habitualmente se ha estudiado más en la depresión, pero que también, ampliando vínculos, puede tener un rol relevante en los altos niveles de ansiedad. Así, el trabajo de Sanz-Blasco, Miguel-Tobal y Casado-Morales (2014) pone de manifiesto las implicaciones que el alto nivel de ansiedad social tiene en la recuperación de estímulos y palabras sin valor afectivo especial. A su vez, el trabajo de García Pacios, del Río y Maestú (2014), a partir de una tarea de olvido inducido, descubre que estímulos sin carga afectiva relevante pasan a ser claros estímulos distractores en estados de elevada ansiedad. Estos datos serían consonantes con, p. ej., la teoría de la hipervigilancia de Eysenck (1992), a pesar de proceder del estudio de procesos cognitivos diferentes. En definitiva, estos trabajos parece que señalan que la tendencia a procesar información como emocional y amenazante en la ansiedad no se daría sólo en el input más temprano, como muchas veces se ha comprobado, sino también en una elaboración y procesamiento posterior de la información.

Finalmente, el monográfico ha querido incluir también un trabajo en el que se avance desde los procesos de aprendizaje y cognitivos al estudio y uso de constructos psicológicos cuya operativización y medida resultan menos ajustables a un diseño experimental y que sin embargo son tan relevantes en contextos clínicos. El trabajo de Espinosa, Valiente y Bentall (2014) tiene la valentía y la honestidad de incluir medidas explícitas e implícitas de constructos psicológicos como el self en el estudio, además del desarrollo de sintomatología psicótica. Sus resultados muestran la importancia, a veces incluso para no dar por válida la teoría, de la inclusión de estos distintos tipos de medidas.

En definitiva, este número monográfico busca mostrar planteamientos, tal vez más arriesgados, pero seguro menos convencionales, en la confianza de que ello pueda ayudar a arrancar nuevos enfoques y aportaciones. Muchos de los resultados y conclusiones de los trabajos presentados en el monográfico no incluyen una referencia al uso de esos resultados en el tratamiento o la evaluación de esas poblaciones clínicas con los que se han obtenido. Sin embargo, pensamos que la vinculación entre sus planteamientos y sus implicaciones para la intervención clínica no pasará desapercibida para los lectores en general y muchos menos para los profesionales de los ámbitos clínicos a los que se han referido o a otros campos cercanos.


Foreword to the Special Issue

Approaches to clinical psychology from different paradigms: Additional ways to address intervention

The systemisation that tends to be found in the study of different psychopathological phenomena, their understanding, and their treatment reveals a certain distance between the findings most closely linked to explaining the variety of problem behaviours and clinical symptoms and the psychological treatment that is often considered (Butler, 2004). In many instances, this means that in certain specific clinical environments there is a divergence between what is being studied on the nature of the problem and the treatment subsequently being applied to it. It may even seem that the research into treatment techniques and into the variables that may explain the problem are two completely different issues, when it would probably be more expedient for them to have a nexus and greater proximity. Possibly because of the acceptance of this distancing, or maybe for other reasons such as those linked to R&D policies, the design of departments and knowledge areas at universities, etc., we sometimes find that much of the basic research conducted into clinical matters often seeks to explain the nature and workings of the cognitive processes it studies, rather than their involvement in the clinical or psychopathological phenomenon to be explained. This tendency, which may be due in some way to the separation between clinical and basic considerations, and the decision not to widen this gap, is what has led the editorial committee of the journal Clínica y Salud [Clinical & Health], a publication that deals closely with professional practice, to publish a dedicated issue covering approaches that are experimental or based on theories somewhat removed from the most common treatments in these fields. This issue's contents may nonetheless be useful and enriching for the intervention in these areas, perhaps exposing professionals to new methods or new approaches for addressing the problems they face.

This issue of Clínica y Salud seeks to head in this direction, by linking and narrowing the gap between clinical contexts and the more common theories and paradigms in other areas, such as neuroscience and psychophysiology, experimentation into attention and memory processes, the creation and use of psychological constructs within the scope of personality, or social cognition. To do so, a selection has been made of six articles that cover approaches to clinical environments and relevant issues in psychopathology through procedures and theories that are not often considered in such fields. Thus, this dedicated issue opens with an article that uses the application of a paradigm, namely, the evaluation of the Prepulse Inhibition, as a way of exploring the processing of information from its very onset, from the earliest moments of the attention and orienting reflex, and based on peripheral measures of a physiological nature. Accordingly, this paradigm is applied in the work by Marín- Mayor, Jurado-Barba, Martínez-Grass, Ponce-Alfaro, and Rubio-Valladolid to the subject of alcoholism, although it has also been used with samples of schizophrenic patients. The contributions this paradigm makes are discussed in the article; but its use in itself may be an example of new paths to be explored in clinical environments.

The issue continues with two articles based on the interaction between our biological bases, learning processes and their implications in maladaptive behaviours. To do so, the authors apply Gray's theory (Gray & McNaughton, 2000) on personality, its inhibition systems, and its system of behavioural approach, sensitivity to punishment and sensitivity to reward. From these perspectives, which would explain the individual differences in learning backgrounds, consideration may be given to maladaptive behaviours such as pathological gambling (see Navas & Perales, 2014). There is also an exploration of the implications these personality profiles have in understanding the changes in affective relationships, as in the article by Pascual, Pérez-Nieto, Pascual, and Redondo (2014), in which women who have been the victims of domestic violence undertake a learning task according to a paradigm of affective reversal, thereby exploring whether their sensitivity to punishment or reward, besides their traumatic experience, may have a bearing on their performance in this reversal. The implications of a poorer performance in this task might be linked to the greater development of tendencies that depend on affective relationships.

Following a review of the implications that our physiological activity and its measurement may have for the development or maintenance of different problem behaviours, the content moves from learning to memory, a cognitive process that has usually been more studied in depression, but which also, extending its range of links, may play an important role in high-anxiety levels. Thus, the article by Sanz-Blasco, Miguel-Tobal, and Casado-Morales (2014) focuses on the implications that a high level of social anxiety may have on the recovery of stimuli and words with no special affective value. In turn, the article by García-Pacios, del Río, and Maestú (2014), based on a task of induced memory loss, reveals that stimuli without a significant affective load become clearly distracting in high-anxiety states. These data are consistent with, for example, the Eysenck's (1992) hypervigilance theory, even though it does not stem from the study of different cognitive processes. In sum, these articles suggest that the tendency to process information as emotional and threatening in anxiety does not occur solely in the initial input, as has often been reported, but also in the subsequent step of generating and processing information.

Finally, this dedicated issue has also included an article that advances from learning and cognitive processes to the study and use of psychological constructs whose operationalization and measurement are less tailored to an experimental design, but which nonetheless are equally relevant in clinical contexts. The article by Espinosa, Valiente, and Bentall (2014) has the courage and honesty to include in the study explicit and implicit measures of psychological constructs such as the "self", in addition to the development of psychotic symptomology. Its findings reveal the importance, even if not validating the theory, of including these different types of measures.

In short, the aim of this dedicated issue is to present approaches that may be somewhat bolder, but definitely less conventional, in the trust that this may help to prompt new focuses and contributions. Many of the findings and conclusions featured in this issue omit any reference to the use of these results in the treatment or assessment of the clinical populations from which they have been obtained. Nevertheless, we understand that the link between their approaches and their implications for clinical intervention will not go unnoticed by readers in general, and much less so regarding those professionals in the clinical environments to which they have referred, or in other closely related fields.


Doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.clysa.2014.10.006

*La correspondencia sobre este artículo debe enviarse a

Miguel Ángel Pérez Nieto.

Dpto. de Psicología. Facultad de CC de la Salud.

Universidad Camilo José Cela. C/ Castillo de Alarcón, 49.

28690 Villafranca del Castillo.

Madrid. E-mail: mperez@ucjc.edu


Referencias

Butler, G. (2004). Clinical difficulties to revisit. En J. Yiend (Ed.), Cognition, emotion, and psycopathology: theoretical, empirical and clinical directions (pp. 290-307). Cambridge: Cambridge University Press

Espinosa, R., Valiente, C. y Bentall, R. (2014). El concepto de Self y de Otros en los delirios persecutorios. Clínica y Salud, 25, 187-195.

Eysenck, M. (1992). Anxiety: the cognitive perspective. Hillsdale, NJ: Erlbaum

García-Pacios, J., del Río, D. y Maestú, F. (2014). State anxiety in healthy people can increase their vulnerability to non-emotional but not to unpleasant distraction in working memory. Clínica y Salud, 25, 181-185.

Gray, J. A. y McNaughton, N. (2000). The neuropsychology of anxiety: an enquiry into the Functions of the Septo-Hippocampal System. Oxford: Oxford University Press.

Marín Mayor, M., Jurado-Barba, R., Martínez-Grass, I., Ponce Alfaro, G. y Rubio Valladolid, G. (2014). La respuesta de sobresalto y la inhibición prepulso en los trastornos por uso de alcohol. Implicaciones para la práctica clí ica. Clínica y Salud, 25, 147-155.

Navas, J. F y Perales, J. C. (2014). Aportaciones de la Neurociencia del Aprendizaje a la comprensión y tratamiento del juego patológico. Clínica y Salud, 25, 157-166.

Pascual, D., Pascual, T. Redondo, M. M. y Pérez Nieto, M. A., (2014). Sensibilidad a l recompensa y al castigo, personalidad, impulsividad y aprendizaje: un estudio en un contexto de violencia íntima de pareja. Clínica y Salud, 25, 167-174.

Sanz-Blasco, R., Miguel-Tobal, J. J. y Casado Morales, M. I. (2014). Cognitive processes in evaluation anxiety: An experimental study based on memory bias. Clínica y Salud, 25, 175-166.

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