El propofol es uno de los agentes anestésicos más usados. Por su composición liposoluble, el propofol requiere un estricto protocolo para su manipulación con el objetivo de evitar el potencial riesgo de contaminación extrínseca. Poco se conoce sobre las prácticas de manipulación del propofol en países en vía de desarrollo.
ObjetivoHemos desarrollado un estudio en la población de anestesiólogos y residentes de anestesiología en Colombia con el objetivo de identificar las prácticas y factores relacionados con la inadecuada manipulación del propofol.
MétodosSe realizó un estudio de corte transversal basado en encuestas electrónicas y/o telefónicas dirigidas a anestesiólogos y residentes de anestesiología en Colombia. El instrumento de recolección contenía treinta preguntas dividas en secciones que estudiaban condiciones sociodemográficas, prácticas y conocimientos.
ResultadosSe analizaron 662 respuestas. La reutilización de viales de propofol en más de un paciente y la reutilización de jeringas con propofol en más de un paciente fueron referidas como prácticas frecuentes en el 37,9% (251/662) y el 6,2% (41/662) de los encuestados, respectivamente. El análisis multivariado mostró que un bajo número de quirófanos (<9), la percepción de escasez de propofol, el uso infrecuente de guantes y la reutilización de jeringas son factores significativamente relacionados a la reutilización de viales de propofol.
ConclusionesA pesar de las condiciones económicas, la tasa de reutilización de propofol en Colombia es similar en comparación con la de países desarrollados. Se requiere mayor investigación dirigida a estudiar la influencia de factores externos tales como condiciones económicas, administrativas y formativas.
Propofol is one of the most frequently used intravenous anesthetic agents. Due to its lipid-based composition, propofol requires a strict handling protocol to avoid increased risk of extrinsic contamination. Little is known about propofol handling practices in developing countries.
ObjectiveWe conducted a survey among the population of anesthesiologists and anesthesia residents in Colombia, with a view to identify the practices and factors associated with inadequate propofol handling.
MethodsCross-sectional study based on digital and/or telephone surveys addressed to anesthesiologists and residents of anesthesia in Colombia. The data collection tool comprised thirty questions divided into sections considering socio-demographic conditions, practices and knowledge.
ResultsA total of 662 answers were analyzed. The reuse of propofol vials in more than one patient and the reuse of propofol syringes in several patients were described as usual practices by 37,9% (251/662) and 6,2% (41/662) respectively, among the subjects surveyed. Multivariate analysis showed a perception of shortage of propofol, infrequent use of gloves, and reuse of syringes that were significantly associated with the reuse of propofol vials at institutions with few ORs (<9).
ConclusionsNotwithstanding the economic conditions, the reuse of propofol in Colombia is similar to developed countries. Further research focusing on the impact of external factors such as economic, administrative, and training conditions is required.
La anestesiología es considerada una especialidad estrechamente vinculada con la seguridad del paciente durante la preparación, la realización e incluso varias semanas luego de intervenciones quirúrgicas1. Múltiples funciones caracterizan la labor diaria de los anestesiólogos y varios son los escenarios a los cuales están expuestos cotidianamente2,3. Se sabe que el estricto cumplimiento de los protocolos de manipulación de medicamentos y el uso de recomendaciones asépticas básicas son pilares fundamentales para garantizar resultados satisfactorios4. Durante los últimos años se han implementado herramientas educativas sobre el personal de la salud con el fin de divulgar principios de buenas prácticas clínicas en quirófanos y al mismo tiempo concientizar sobre los potenciales riesgos relacionados con la pobre adherencia a estos estándares de calidad5.
Las recomendaciones para la manipulación de anestésicos de uso intravenoso han sido ampliamente debatidas y reportadas en medios de difusión científica y de la industria4. Un claro ejemplo de este problema es el propofol, cuya preparación lipofílica lo convierte en un medio propicio para el crecimiento de agentes contaminantes6. A pesar de los esfuerzos en educar y además conocer el impacto positivo de la técnica aséptica, aún existen complicaciones postoperatorias de tipo infeccioso relacionadas con propofol contaminado7. La mayoría de las recomendaciones sobre manipulación del propofol están basadas en la guía del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Recientes estudios han demostrado que la tasa de reutilización del propofol se encuentra entre el 5 y el 15%4,8–10. A pesar de que este tema no ha sido suficientemente estudiado a nivel nacional, nuestra actual situación no está lejos de ser una grave problemática11.
A partir de una serie de publicaciones realizadas a nivel local7,11, nuestro grupo ha planteado la necesidad de conocer detalles de la práctica asistencial que poseen los profesionales de la salud involucrados en el cuidado perioperatorio en Colombia. El objetivo del presente estudio fue identificar las prácticas y los factores relacionados con la manipulación inadecuada del propofol entre los anestesiólogos y residentes en programas de formación en anestesiología en Colombia.
MetodologíaPoblaciónLa muestra del estudio incluyó médicos especialistas en anestesiología y residentes de la misma especialidad que se encontraran registrados en la base de datos de la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (S.C.A.R.E.) (excluyendo Valle del Cauca) con vigencia a 30 de enero del 2016, los cuales fueron encuestados de forma electrónica. Adicionalmente se consultó la base de datos de asociados a la Seccional del Valle del Cauca (S.A.R.V.A.C.) vigente a 30 de enero del 2016, y con esta se planeó realizar en principio encuestas de forma telefónica, y solamente para algunos casos en donde el encuestado no tuviera disponibilidad de tiempo se convino el envío de un formato de respuestas electrónico a sus correos personales. Los encuestadores fueron seleccionados a partir de una convocatoria abierta realizada por el Centro de Investigaciones Clínicas de la Fundación Valle del Lili y posteriormente entrenados, sin que tuvieran conocimiento de los objetivos del estudio a lo largo de la fase de recolección de datos para evitar la manipulación de preguntas o sesgos de información.
Implicaciones éticasEl Comité de Ética de Investigación Biomédica (No. 484-2015) de la Fundación Valle del Lili aprobó el presente estudio de corte transversal. Al mismo tiempo, este proyecto también recibió aprobación por parte del comité de investigación de la S.C.A.R.E. Todos los participantes en el estudio requirieron aceptación verbal antes de ser incluidos al estudio, pero no fue requerido consentimiento informado escrito debido al bajo riesgo establecido y las estrategias de confidencialidad usadas para el manejo de datos.
Contenido de encuesta y variablesLa encuesta estuvo conformada por 34 preguntas (Anexo 1). Las variables fueron agrupadas por secciones sociodemográficas (edad, género, posición académica, nivel y tipo de la institución médica, número de salas de cirugía, ciudad, departamento), prácticas (reutilización de materiales) y de conocimiento (límites de tiempo de uso luego de abiertos los viales/ampollas y prácticas de descarte de propofol).
Para evaluar la práctica de reutilización del propofol se utilizó una pregunta de tipo pasivo con el fin de evitar sesgos del entrevistador (p.ej.: «Para la inducción de anestesia ¿usted utiliza un mismo vial de propofol en más de un paciente?». Las respuestas fueron categorizadas en «Siempre», «Casi siempre», «A veces», «Nunca»). El mismo tipo de pregunta se realizó para conocer la reutilización de jeringas y bombas de infusión. Para el análisis se categorizaron como prácticas frecuentes las respuestas que incluyeron «Siempre/Casi siempre» y como prácticas infrecuentes las respuestas que incluyeron «Nunca/A veces». Algunas variables cuantitativas como el número de quirófanos fueron dicotomizadas post hoc con puntos de corte elegidos con el fin de definir medidas de asociación.
Validez de la encuestaLa interfaz de la encuesta virtual fue diseñada por personal especializado de la S.C.A.R.E. El formato y el tipo de respuestas fueron analizados y discutidos en al menos tres ocasiones por los autores antes de enviar por correo electrónico el formulario a los encuestados. Para la encuesta telefónica se realizó una prueba piloto con diez sujetos para conocer la calidad del interrogatorio, la claridad de las preguntas, los tiempos de respuesta y la precisión del encuestador al registrar las respuestas en la base de datos electrónica. Se acordó que la base de datos de la encuesta virtual fuera administrada por personal de la S.C.A.R.E. y la de las encuestas telefónicas por personal del Centro de Investigaciones Clínicas de la Fundación Valle del Lili. El consolidado final fue enviado electrónicamente a los autores para su correspondiente análisis. Se excluyeron del análisis final las encuestas que tuvieran omisiones a las respuestas en una o más de las secciones.
Análisis estadísticoSe planeó realizar inicialmente un análisis exploratorio en la muestra total, describiendo todas las variables cuantitativas como promedio y desviación estándar o medianas y rangos intercuartílicos (IQR) según el tipo de distribución de los datos. Las variables cualitativas fueron expresadas en valores de frecuencias o porcentajes, junto con sus respectivos intervalos de confianza (IC) al 95%. Para realizar las comparaciones se clasificaron los sujetos en aquellos que reutilizaban los viales de propofol y aquellos que no incurrían en esta práctica. Los datos cualitativos fueron comparados mediante la prueba de chi cuadrado (χ2) y los cuantitativos mediante las pruebas t de Student o U-Mann-Whitney de acuerdo con la distribución de normalidad. Se utilizó el test de Shapiro-Wilk con el fin de evaluar el tipo de distribución de los datos. Se realizó un análisis univariado con sus respectivas medidas en términos de porcentajes y valores de p para todas las variables cualitativas. Las variables con un valor de p<0,1 se incluyeron en el análisis multivariado de forma post hoc (regresión de Poisson con ajuste robusto al error de varianza de la muestra) con sus respectivas medidas de asociación (razones de oportunidad [OR], IC95%). Para este modelo se consideró como estadísticamente significativo un valor de p<0,05. Los datos fueron analizados con el programa estadístico Stata SE13.0 (StataCorp LP, College Station, Texas, EE.UU.).
ResultadosCaracterísticas de la muestraSe obtuvo respuesta de 662 encuestas a partir de una población total compuesta por 3.198 anestesiólogos y residentes en anestesiología en Colombia (tasa de respuesta: 20,7%), de las cuales 364 (54,9%) fueron contestadas por vía electrónica y 298 (45,1%) se realizaron por vía telefónica. La muestra estuvo conformada en su mayoría por anestesiólogos generales, seguidos por residentes de anestesiología y subespecialistas. El total de los encuestados tenía una media de edad de 44,9 (38,6-48,3) an¿os para hombres y de 41,4 (39,5-46,5) an¿os para mujeres y un tiempo promedio de profesión de 15,5an¿os. El género masculino fue predominante (472/662, 71,3%), al tiempo que el 70,4% de los encuestados se encontraba laborando en hospitales de tipo privado (nivel3 en su mayoría). La ciudad con mayor número de respuestas recibidas fue Cali, seguida de Bogotá y Medellín (fig. 1).
Prácticas de manipulación del propofolLa mayoría de los profesionales encuestados refirieron un porcentaje de uso del propofol del 80% (IQR: 60-90%) sobre el total de casos realizados en un día. Con respecto a las presentaciones de propofol, los viales con una capacidad de 20ml fueron los más frecuentemente utilizados (73,9%), seguidos de las presentaciones de 50 (20,2%) y 10ml (4,1%). Se encontró que el 37,9% de los encuestados practicaban frecuentemente la reutilización de viales de propofol en más de un paciente y que el 34,6% reutilizaban remanentes de propofol de manera frecuente cuando manipulaban sistemas de infusión continua. La tasa de reutilización de viales de propofol en más de un paciente fue especialmente alta en departamentos como Cauca, Cesar y Huila (fig. 1).
La práctica de utilización de una misma jeringa de propofol en más de un paciente fue referida como una práctica frecuente en el 6,2% de los encuestados. Entre las justificaciones dadas para la reutilización del propofol se incluyeron el ahorro (72,5%), la conveniencia (10,6%), el impacto ambiental (9%) y el tiempo (8%).
Cuando se exploró acerca de las prácticas durante la preparación de infusiones de propofol, se encontró que solamente el 43,9% de los encuestados refirieron utilizar guantes y el 59,2%, tapabocas. La antisepsia del caucho del vial de propofol antes de la punción inicial y del sitio de la inyección fue referida como práctica usual en tan solo el 34,3 y el 47%, respectivamente.
Se pudo observar una relación directa entre número de punciones sobre un vial de propofol y la reutilización del vial en más de un paciente, así como también un mayor tiempo de uso de los viales en el grupo que practicaba la reutilización (tabla 1). El análisis univariado mostró que la reutilización de propofol es una práctica más frecuente en instituciones públicas al compararla con privadas (44,9% vs. 35%, p=0,02). De la misma forma, esta práctica se asoció de manera significativa a instituciones con bajo número de quirófanos (48,2% para <9 salas vs. 33,8% para ≥9 salas, p=0,001), también a una alta percepción de escasez del medicamento (67,7% vs. 37,2%, p=0,02), baja utilización de guantes durante la inducción anestésica (42,2% vs. 32,4%, p=0,01) y reutilización concomitante de jeringas sobre más de un paciente (65% vs. 36,1%, p<0,001). A excepción del tipo de institución (pública o privada), todas las variables analizadas en el modelo multivariado mostraron una asociación estadísticamente significativa (tabla 2).
Características de variables cuantitativas de anestesiólogos y residentes encuestados
Variable | Total | Reutilización de viales | p | |
---|---|---|---|---|
Sí | No | |||
Edad (promedio, años) | 44,9±10,5 | 44,9±11,0 | 45±10,3 | 0,93 |
Tiempo ejercicio profesional (promedio, años) | 13 (1-45) | 13,5 (1-40) | 13 (1-42) | 0,48 |
Porcentaje de uso de propofol, mediana (IQR) | 80 (2-100) | 80 (5-100) | 80 (2-100) | 0,75 |
Cantidad de punciones, mediana (IQR) | 2 (1-6) | 2 (1-6) | 2 (1-5) | < 0,001 |
Tiempo de uso de ampolla (promedio, horas) | 9,7±11,6 | 10,9±6,7 | 8,9±13,1 | 0,04 |
IQR: rango intercuartil.
Fuente: autores.
Factores asociados con la reutilización de viales de propofol en más de un paciente
Variable | Reutilización del propofol de más de un pacientea | Pb | Análisis multivariado | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
n | % | IC 95% | aORc | IC 95% | pd | ||
Total | 251 | 37,9 | 34,3-41,7 | ||||
Género | 0,16 | ||||||
Masculino | 171 | 36,2 | 32,0-40,7 | ||||
Femenino | 80 | 42,1 | 35,2-49,3 | ||||
Cargo académico | 0,28 | ||||||
Anestesiólogo | 199 | 36,9 | 32,9-41,1 | ||||
Subespecialista | 24 | 42,1 | 29,9-55,3 | ||||
Residente | 27 | 45,8 | 33,5-58,6 | ||||
Otro | 1 | 14,3 | 1,7-62,2 | ||||
Tipo de institución | |||||||
Público (ref.) | 88 | 44,9 | 38,0-51,9 | ||||
Privado | 163 | 35,0 | 30,8-39,4 | 0,02 | 0,72 | 0,50-1,02 | 0,19 |
Número de salas de operación | 0,01 | 1,43e | 1,16-1,78 | 0,001 | |||
≤ 4 | 139 | 44,1 | 38,7-49,7 | ||||
5-9 | 72 | 33,9 | 27,9-40,6 | ||||
10-14 | 36 | 30,8 | 23,0-39,7 | ||||
15-19 | 2 | 14,3 | 3,4-44,1 | ||||
≥ 20 | 2 | 5,0 | 9,4-90,6 | ||||
Uso de guantes | |||||||
Siempre (ref.) | 94 | 32,4 | 27,3-38,0 | ||||
Nunca/A veces | 157 | 42,2 | 37,3-47,3 | 0,01 | 1,41 | 1,01-1,96 | 0,04 |
Reutilización de jeringas en más de un paciente | < 0,001 | 3,26 | 1,64-6,47 | 0,001 | |||
Siempre | 27 | 65,0 | 50,1-78,8 | ||||
Nunca/A veces | 224 | 36,1 | 32,4-39,9 | ||||
Capacidad de viales | 0,48 | ||||||
10ml | 9 | 33,3 | 18,1-53,1 | ||||
20ml | 185 | 38,0 | 33,8-42,4 | ||||
50ml | 48 | 36,1 | 28,3-44,6 | ||||
100ml | 6 | 60,0 | 28,3-85,1 | ||||
Conocimiento sobre tiempo de descarte del vial | |||||||
Satisfactorio (ref.) | 135 | 34,0 | 29,5-38,8 | ||||
Escaso | 116 | 43,8 | 37,9-49,8 | 0,01 | 1,82 | 1,28-2,59 | 0,001 |
Percepción de escasez del propofol | |||||||
Siempre (ref.) | 10 | 66,7 | 39,6-85,9 | ||||
Nunca/A veces | 241 | 37,2 | 33,6-41,1 | 0,02 | 3,69 | 1,16-11,82 | 0,03 |
aOR: odds ratio o riesgo de oportunidades ajustado; IC: intervalo de confianza.
La mediana del tiempo recomendado de uso de un vial de propofol según los profesionales encuestados fue de 6 (IQR4-12) horas. El 6% (n=40) de los encuestados consideraron como adecuada la práctica de reutilización de una misma jeringa de propofol para más de un paciente. Sobre las condiciones para la conservación del propofol, el 41,4% de los encuestados consideraron apropiado refrigerar los viales de propofol cuando este no se encuentra en uso. El 38% de los encuestados afirmaron que una situación de «nada de remanente en el vial» era la condición más adecuada para su descarte.
DiscusiónLos resultados de nuestro estudio revelan importantes características de la práctica asistencial de los anestesiólogos y residentes de anestesiología sobre la correcta manipulación del propofol. El porcentaje de encuestados que reutilizaban jeringas de propofol sobre más de un paciente fue del 6,2% y la reutilización de los viales fue del 37,9%. Nuestro estudio sugiere que un bajo número de quirófanos y la percepción de escasez de propofol fueron factores asociados a la reutilización de viales de propofol. También pudimos evidenciar que esta práctica podría estar relacionada con otras actuaciones inseguras como el uso infrecuente de guantes, reutilización de jeringas y escaso conocimiento sobre tiempo máximo para el uso seguro de viales de propofol, una vez estos han sido abiertos.
Gran parte de la investigación clínica en anestesiología se encuentra dirigida hacia el cuidado integral del paciente1,12. Los avances en este campo han traído nuevos retos para quienes la ejercen, y entre estos uno de los más importantes es el control y la prevención de infecciones1. Existen múltiples guías de bioseguridad y protocolos para la manipulación de elementos y medicamentos en anestesiología2,4,5. Una de las guías más usadas por el personal de salud y referida por la Asociación Americana de Anestesiología (ASA) es la diseñada por el CDC5,13, cuya importancia radica en alertar al personal de salud sobre el riesgo potencial de infección ante cualquier pérdida de continuidad de las barreras naturales o ante la manipulación de accesos vasculares periféricos o centrales. Estas guías ponen de manifiesto que la forma en que se manipulan los dispositivos o medicamentos que van a tener contacto directo con los diferentes tejidos puede comprometer los resultados postoperatorios. En el caso del propofol existen protocolos de manipulación tanto para la inducción como para infusiones de mantenimiento. Las guías de manipulación para este medicamento han sido ampliamente difundidas desde su comercialización como anestésico intravenoso debido al riesgo potencial de contaminación asociado a su alta liposolubilidad7.
Existen estudios que han determinado que la tasa de contaminación del propofol al momento del descarte del vial varía del 1 al 20%. Una revisión sistemática recientemente publicada por los autores encontró que las principales causas de contaminación son el uso prolongado de propofol y la reutilización de jeringas en más de un paciente7. También se han realizado estudios de corte transversal similares al nuestro, que han evaluado prácticas de manipulación del propofol en países desarrollados, en donde se reportan tasas de reutilización de viales de propofol desde el 5 hasta el 41,3%7,11. En nuestro estudio la tasa de reutilización de los viales fue del 37,9%, muy similar a lo reportado en otras publicaciones (tabla 1).
Antes de la realización del presente estudio no existían datos al respecto en países en vía de desarrollo. Nuestro estudio realizado en Colombia reporta una tasa de reutilización de jeringas de propofol del 6,2%, similar a la de países desarrollados (entre el 1,2 y el 59,2%). En Nueva Zelanda se llegó a reportar una tasa de reutilización de jeringas del 0%14, en Brasil del 1,2%15, en Francia del 2%16, en el Reino Unido del 6,9%17, y en Estados Unidos la tasa ha venido disminuyendo desde el 59,2% en 1995 hasta el 4% en 20132,8,18.
De acuerdo con nuestra búsqueda de la literatura, nuestro estudio podría ser considerado el primero en determinar factores asociados a la reutilización del propofol, así como también su asociación con otras prácticas inadecuadas de bioseguridad. Únicamente el número de quirófanos y la percepción de escasez de propofol resultaron estar significativamente asociadas a la reutilización del propofol.
Nuestro estudio presenta fortalezas que aumentan la validez de los resultados obtenidos. A pesar de encontrar una tasa de respuesta de solo el 20%, el tamaño de muestra de nuestro estudio podría ser considerado representativo en comparación con estudios similares en donde solo se ha encuestado entre 100 y 500 individuos. Quisiéramos resaltar como fortalezas de nuestro estudio que las fases de recolección y procesamiento de datos se realizaron bajo cegamiento de los encuestadores. A los encuestados no se les brindó información sobre los objetivos del estudio con el propósito de evitar sesgos de información. La aplicabilidad de nuestros resultados es de gran magnitud, pues repercutirá en las medidas de educación al personal de salud involucrado en la anestesia y al mismo tiempo proveerá información acerca de las principales prácticas inseguras que el personal ejecuta.
Consideramos como principales limitaciones de nuestro estudio la incapacidad para evaluar las prácticas de manipulación mediante observaciones directas y la dificultad en demostrar la validez de las asociaciones debido al diseño de corte transversal que utilizamos. A pesar de lo anterior, el análisis estadístico multivariado permitió el hallazgo de relaciones estadísticamente significativas y facilitó la interpretación del análisis descriptivo. Además, es importante mencionar que no se recibieron respuestas de todos los departamentos de Colombia; únicamente recibimos respuestas de 27 de un total de 32 departamentos, lo cual limita la representatividad de la muestra.
ConclusionesLa reutilización tanto de viales como de jeringas de propofol sobre múltiples pacientes es una práctica relativamente común entre anestesiólogos y residentes colombianos de esta misma especialidad. Se hace necesaria una cultura sostenible sobre prácticas seguras de manipulación de medicamentos que incluya intervenciones con fines educativos dirigidas a la población de anestesiólogos y residentes de anestesiología en Colombia que tienen mayor riesgo de prácticas no seguras (según nuestro estudio, se trata de poblaciones que laboran en hospitales públicos, con un número de salas de operación menor a 9, con la percepción de escasez del propofol y que concomitantemente reutilizan jeringas y no usan guantes durante la administración del propofol).
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
FinanciaciónEstudio cofinanciado por la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (S.C.A.R.E.) y la Clínica Fundación Valle del Lili (Cali, Colombia).
Conflicto de interesesNinguno.
Expresamos nuestros más sinceros agradecimientos a Lina María González, de la S.C.A.R.E., y a todo el personal del Grupo de Investigación de Fundación Valle del Lili por su gentil colaboración durante el desarrollo del estudio.