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Vol. 40. Núm. 114.
Páginas 208-222 (septiembre - diciembre 2017)
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Vol. 40. Núm. 114.
Páginas 208-222 (septiembre - diciembre 2017)
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Diversificación de las exportaciones y competitividad externa en la industria. Hacia la construcción de una tipología para el caso de países de ingresos medios
Export diversification and competitiveness in industry. Towards the construction of a typology for the case of middle income countries
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Raúl Vázquez López
Autor para correspondencia
rvazquez@unam.mx

Autor para correspondencia.
, Rodrigo Alfonso Morales López
Instituto de Investigaciones Económicas, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ciudad de México, México
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Tabla 1. Significado de los indicadores de competitividad empleados
Tabla 2. Número de productos industriales exportados, participación de cada país en el monto total de las exportaciones industriales de todos los países seleccionados y posición en el mercado mundial, 1994-2013. Número de productos, porcentajes y posiciones
Tabla 3. Índice de balanza comercial relativa (IBCR) de la industria de los países seleccionados, 1994-2013
Tabla 4. Competitividad dinámica y no dinámica de los países seleccionados, 1994-2013
Tabla 5. Grado de diversificación de las exportaciones industriales de los países seleccionados, 1994-2013
Tabla 6. Tipología para caracterizar el comportamiento competitivo de países en desarrollo
Tabla 7. Caracterización de los países de la muestra de acuerdo a su desempeño comercial, competitividad dinámica y diversificación de las exportaciones
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Resumen

Este artículo analiza la vinculación existente entre la diversificación de las exportaciones y la competitividad externa del sector industrial en países de ingresos medios. Los resultados muestran una relación positiva significativa entre el grado de diversificación y el desempeño comercial y vinculaciones menos representativas con respecto a la competitividad dinámica. La diversificación promueve la competitividad mediante mejoras en la balanza comercial; sin embargo, no existe evidencia de que una estrategia de diversificación de las exportaciones pueda incrementar las cuotas de mercado de los países de ingresos medios en el caso de las ramas industriales cuya demanda crece en el ámbito global.

Palabras clave:
Diversificación de las exportaciones
Desempeño comercial
Competitividad dinámica
Competitividad no dinámica
Países de ingresos medios
Códigos JEL:
F10
L60
F40
Abstract

This paper analyses the link between export diversification and the export competitiveness of the industrial sector in middle income countries. The results show a significant positive relationship between the degree of diversification and trade performance, and less representative links as regards dynamic competitiveness. Diversification promotes competitiveness through improvements in the trade balance. However, there is no evidence that a strategy of export diversification can increase the market share of middle income countries in the case of industries where demand grows in the global environment.

Keywords:
Export diversification
Trade performance
Dynamic competitiveness
Non-dynamic competitiveness
Middle income countries
JEL classification:
F10
L60
F40
Texto completo
1Introducción

A partir de los años ochenta, la mayor parte de los países en desarrollo implementaron una serie de políticas inspiradas en el auge de la teoría económica neoliberal promovida por el Consenso de Washington. Desde esta perspectiva, se han defendido las virtudes de modelos de desarrollo basados en el fomento a las exportaciones, teniendo como principales resultados una mayor apertura y dependencia externas de las economías nacionales con respecto a los funcionamientos globales, así como una reorganización altamente jerárquica de la división internacional del trabajo. No obstante, en términos de la reducción de las brechas de ingresos entre los países avanzados y en desarrollo, las mejoras han sido escasas. En muchos casos, como resultado de la reorganización de la división internacional del trabajo y la consolidación concomitante de cadenas globales de valor, las actividades exportadoras no han generado encadenamientos significativos al interior de las economías, y en consecuencia no han contribuido como era esperado al desarrollo nacional.

En parte como respuesta a esta problemática, diversas corrientes teóricas de corte heterodoxo han defendido que los países en desarrollo pueden lograr mayores tasas de crecimiento sostenidas de su producto mediante la diversificación de la canasta exportadora. El supuesto subyacente es una relación positiva entre la diversificación de las ventas al exterior particularmente en dirección de bienes con una demanda internacional creciente y procesos de competitividad externa tendientes a incrementar los niveles generales de ingreso de la población (UNCTAD, 2002). En el caso de la competitividad externa del sector industrial, estas reflexiones han defendido que las ventajas dinámicas pueden ser inducidas por medio de medidas públicas transformadoras de la estructura de fabricación (Samen, 2010). Las exportaciones generarían entonces saldos comerciales positivos, pero sobre todo un círculo virtuoso caracterizado por la adquisición de conocimiento y habilidades promoviendo, a través del autodescubrimiento de nuevos productos, la fabricación de bienes con mayores niveles de productividad (Grossman y Helpman, 1991; Hausmann y Rodrik, 2003; Imbs y Wacziarg, 2003).

En este contexto, el objetivo de este artículo es analizar el posible vínculo existente entre la diversificación de las exportaciones y la competitividad externa entendida tanto desde una perspectiva estática medida por la balanza comercial, como desde una visión dinámica a través de la matriz de competitividad elaborada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en el caso del sector industrial de una muestra representativa de 21 países en desarrollo de diferentes características y ubicaciones geográficas. Dado el elevado grado de heterogeneidad presente en las economías estudiadas, se propone una tipología que clasifique los casos en función de sus carencias competitivas.

La organización del artículo es la siguiente: en el segundo apartado se debate el concepto de competitividad, poniendo énfasis en su relación teórica con la diversificación de las exportaciones. La tercera parte contiene un breve resumen de los hallazgos principales hechos por investigaciones previas en el tema. En el cuarto segmento se señalan las precisiones necesarias sobre el enfoque metodológico empleado detallando las fuentes de información, clasificaciones, niveles de desagregación, correspondencias e indicadores utilizados. La quinta sección sintetiza los resultados de los ejercicios realizados para los países de la muestra así como los referentes al análisis de correlación entre la diversificación exportadora y el desempeño comercial y la competitividad dinámica. Un sexto apartado presenta la tipología elaborada. Por último, se presentan las principales conclusiones del trabajo en calidad de indicios para futuras investigaciones.

2Consideraciones teóricas en torno a la relación entre diversificación de las exportaciones y competitividad externa

Existen diversas posturas y conceptualizaciones de la competitividad externa, las cuales se diferencian en función del nivel de análisis empleado. Porter (1990) afirma que no existe un concepto único de competitividad y resalta la falta de un verdadero consenso sobre el mismo; además, sostiene que el enfoque de análisis de la competitividad a nivel de una economía nacional es erróneo, siendo necesario estudiar este fenómeno a nivel de tipos de industrias y sectores específicos. Dicha línea de investigación da lugar a la competitividad externa sectorial, la cual se estima con base en el comportamiento de las exportaciones e importaciones del sector en cuestión para un período en específico (Bougrine, 2001). No obstante, diversos autores, incluyendo Porter (1990), señalan que el análisis del desempeño comercial, ya sea sectorialmente o de toda la economía, es insuficiente para sacar conclusiones precisas acerca del carácter competitivo real de un país (UNCTAD, 2002; Fagerberg, 1988; WEF, 1996).

Según estos autores, el fin último de la competitividad debe ser incrementar el nivel de vida de la población mediante aumentos en el ingreso y el empleo. En última instancia se busca que el análisis de la competitividad sirva como insumo para la elaboración de políticas comerciales orientadas al desarrollo económico de las naciones. Tal y como la define UNCTAD (2002), la competitividad implica «diversificar la canasta de exportaciones, sostener tasas más elevadas de crecimiento de estas a lo largo del tiempo, aumentar el contenido tecnológico y de habilidades en las actividades de exportación, y ampliar la base de empresas locales capaces de competir internacionalmente, de tal forma que la competitividad se vuelva sustentable y venga acompañada de ingresos crecientes».

La definición propuesta por la UNCTAD pone en relieve el carácter multidimensional del concepto e incluye al proceso de diversificación de las exportaciones como un componente esencial en la consecución de niveles de competitividad reales en los países en desarrollo. Las mejoras en la competitividad externa de los países en desarrollo no solo vienen dadas por incrementos de los ingresos en concepto de ventas al exterior, sino que también requieren la exportación de nuevas variedades de productos mediante el aumento de la canasta de ventas al exterior y la reducción de la dependencia con respecto a las exportaciones tradicionales (Ekmen y Erlat, 2014). No obstante, es de señalar que, debido al carácter normativo de la definición, no se incluye el papel de la penetración de las importaciones en el mercado interno, cuestión que en este artículo se toma en cuenta mediante el análisis del desempeño comercial de las naciones analizadas.

Imbs y Wacziarg (2003) sostienen que los países con niveles medios de PIB per cápita pueden mejorar sus niveles de ingresos mediante la adquisición de conocimiento y habilidades promoviendo la diversificación de sus exportaciones, tanto dentro de sectores productivos específicos, como hacia sectores con mayores niveles de productividad. De igual manera, Subramanian y Wei (2007) señalan a la diversificación de las exportaciones industriales como un proceso intrínseco en el camino hacia el desarrollo. Una línea de investigación reciente basada en el modelo de Hausmann y Rodrik (2003) sobre el autodescubrimiento de nuevos productos manifiesta que la diversificación de exportaciones promueve la producción de bienes competitivos con mayor productividad. Una canasta exportadora diversificada, con alto contenido tecnológico y con un buen desempeño comercial, es el motor del crecimiento económico y, por lo tanto, un buen predictor del futuro económico de un país (Hausmann y Klinger, 2006; Hausmann et al., 2007; Minodo, 2009).

De acuerdo a Harding y Javorcik (2007), las principales vías mediante las cuales los países en desarrollo aprovechan la diversificación de las exportaciones son el «efecto cartera» y los «efectos dinámicos»1, resaltando la importancia de una expansión en dirección de la elaboración y exportación de productos más sofisticados. Tomando en cuenta la conceptualización teórica realizada hasta el momento, se puede apreciar que los efectos dinámicos de la diversificación de las ventas al exterior se encuentran íntimamente relacionados con la definición propuesta de competitividad, siendo el principal eje de conexión el aumento de productividad que repercute en incrementos del contenido tecnológico y de habilidades en los productos exportados de los países en desarrollo. De la misma manera, el efecto cartera contribuye a mantener en el tiempo tasas de crecimiento de las exportaciones más elevadas. En resumen, según el marco teórico propuesto, los efectos que genera la diversificación de las exportaciones en los países de ingresos medios (PIM) repercuten de manera positiva en el logro de mayores niveles de competitividad internacional.

Varios autores sostienen la existencia de un vínculo entre la diversificación de las exportaciones y la formación de nuevas ventajas comparativas (Ghosh y Ostry, 1994; Mudenda et al., 2014; Kaulich, 2012). Por definición, si un país posee ventaja comparativa en una cesta de productos exportables, se considera que esta canasta de bienes es superavitaria. Asimismo, existen diversos indicadores que buscan revelar en el plano empírico el concepto de ventaja comparativa; sin embargo, todos ellos tienen en común que solo consideran a un bien o cesta de productos como competitivos cuando presentan un balance comercial positivo (Yeats, 1985; Bougrine, 2001; Balassa, 1965), de tal manera que tanto en el plano teórico como en el empírico es imprescindible que un bien o grupo de productos tengan un saldo comercial positivo para poder considerarlo con ventaja comparativa. Se puede inferir entonces que la creación de nuevas ventajas comparativas originada por una política de diversificación de la oferta exportable repercutiría de manera positiva en el saldo de la balanza comercial de los PIM. Lo anterior es especialmente cierto en el caso de los productos industriales, ya que, como argumenta Samen (2010), las ventajas comparativas o competitivas son estáticas cuando se trata de recursos naturales y bienes agrícolas, pero pueden ser inducidas y dinámicas en las ramas industriales.

A manera de complemento, son de mencionar los posibles efectos positivos de la diversificación en el ámbito financiero. Fanelli y Medhora (2002) sostienen que uno de los factores principales para explicar el peso de las restricciones externas como una fuente de inestabilidad macroeconómica en los países en desarrollo es la concentración de las exportaciones, la cual provoca volatilidad en los ingresos por este concepto y en el tipo de cambio real. Si se considera al tipo de cambio real como una medida de competitividad externa basada en los precios de un país (CEI, 2014; Turner y Golub, 1997), la diversificación de las exportaciones facilita entonces la promoción de las ventas al extranjero vía depreciaciones reales del tipo de cambio. Otro aspecto financiero relevante es el déficit gubernamental. Kalecki (1977) argumenta que ante la ausencia de pleno empleo, aumentos en el déficit público incrementan la demanda sin reducir las exportaciones, por lo que una política expansiva de gasto público podría contribuir a mejorar la competitividad externa mediante el fomento de un mercado interno solido que fortalezca y diversifique el aparato industrial doméstico2.

En este trabajo, con el objetivo de caracterizar el tipo de competitividad externa que presenta la industria en el caso de los PIM seleccionados, los conceptos de competitividad auténtica o real y espuria o artificial propuestos por Fajnzylber (1988) resultan funcionales. Se considera una competitividad como real o auténtica cuando se basa en ventajas dinámicas y está relacionada con mejoras en la productividad sustentadas en el cambio tecnológico, así como en una transformación estructural progresiva de los patrones de industrialización. Por su parte, la forma espuria o artificial está asociada con ventajas de tipo estático que no inciden en el bienestar de largo plazo, como lo son el costo de la mano de obra, las variaciones del tipo de cambio y una diversa gama de cuestiones como la ubicación geográfica (Fajnzylber, 1988; Padilla, 2006).

Bianco (2007) señala que las ganancias generadas por la competitividad espuria terminan por tener un impacto regresivo en el nivel de ingresos y su distribución, mientras las derivadas de la competitividad auténtica perduran y pueden ser recreadas en el tiempo por tener la capacidad de retroalimentación con base en los procesos de aprendizaje generados. El dinamismo de las ventas al exterior de productos o industrias a nivel mundial puede ser tomado en cuenta para analizar si el patrón exportador de los países se encuentra en línea con las tendencias globales o corre el riesgo de sufrir rezagos debido a caídas en la demanda internacional de los bienes comerciados. Además, una canasta dinámica es señal de un mayor contenido tecnológico y valor agregado incorporado en las ventas al extranjero. De hecho, Fajnzylber (1988) resalta en su trabajo el sólido vínculo existente entre la competitividad, el dinamismo industrial, la incorporación de progreso técnico y el aumento de la productividad.

La competitividad auténtica está en suma relacionada con la visión normativa multidimensional de la UNCTAD (2002), y en particular con el dinamismo de las exportaciones a nivel mundial. Alcanzar una competitividad auténtica requiere entonces diversificar la canasta exportadora tanto al interior de los sectores con presencia en los mercados globales como hacia nuevas industrias con elevados niveles de eficiencia. Diversos autores han asociado en el pasado los incrementos en la productividad con una mayor variedad en los productos de exportación (Grossman y Helpman, 1991; Feenstra et al., 1998)3, resaltando el círculo virtuoso que genera la diversificación de las ventas al exterior. Como sostiene Mejía (2011), los países que logran diversificar su canasta de ventas al exterior mejoran su desempeño comercial a través de procesos de competitividad auténtica, mientras que aquellos con mejoras en la balanza comercial desvinculadas de fenómenos de diversificación experimentan procesos de competitividad espuria.

3Estudios empíricos sobre la relación entre diversificación de las exportaciones y competitividad externa

En la literatura económica es común entender la competitividad como un sinónimo de aumentos en la productividad debido a que este indicador captura la eficiencia en el proceso de fabricación así como la calidad y las características de los bienes comerciados (Krugman, 1986; Porter, 1990). Por lo tanto, los resultados de los estudios empíricos que relacionan positivamente la variedad de bienes con la productividad favorecen la hipótesis de que la diversificación de las exportaciones promueve la competitividad externa4. Feenstra et al. (1998) calculan un índice de variedad de productos desarrollado en Feenstra (1994) y analizan su efecto en la productividad total de los factores (PTF) para el caso de las exportaciones coreanas y taiwanesas en dirección del mercado de los Estados Unidos a nivel de sectores económicos entre 1975 y 1991. La metodología empleada por los autores se basa en el análisis de las regresiones entre el índice de variedad de productos y la PTF, concluyendo que en 9 de 16 sectores y en 7 de las 9 industrias consideradas la diversificación tiene un efecto positivo significativo en la PTF.

Feenstra y Kee (2004) mediante el análisis agregado de 34 países en el período de 1982 a 1997 encuentran que, en promedio, un incremento del 10% en el índice de variedad de productos exportados resulta en un aumento del 1,3% en la productividad de los casos analizados; además calculan que la variedad de productos explica el 13% del crecimiento interno de la productividad de cada uno de los países, mientras que las disparidades en la variedad de exportaciones entre los casos de la muestra solo explican el 2% de las diferencias existentes en términos de eficiencia. Anh Thu (2010), en el caso de estudio de las exportaciones de Japón de 1980 a 2000 a un nivel de desagregación de 20 sectores, sostiene que el efecto positivo de la variedad de productos en la productividad total de los factores es mayor en las industrias fabricantes de bienes diferenciados, por lo que recomienda incrementar las ventas al exterior de bienes diferenciados, principalmente en las ramas industriales.

Si bien pocos estudios relacionan de manera directa la diversificación de las exportaciones con la competitividad externa, Ekmen y Erlat (2014), mediante el uso del margen extensivo e intensivo, analizan la relevancia de la diversificación de la canasta exportadora de Turquía en el mercado de la Unión Europea (UE-15), comparándola con la que presentan los 30 principales competidores del país en dicho mercado para el período 1996-2006. Estos autores señalan que la diversificación de las ventas al exterior puede aliviar el déficit en cuenta corriente a través de una mejora del desempeño comercial, y concluyen en torno a la necesidad de mejorar la competitividad de Turquía en el mercado UE-15 mediante la producción y exportación de nuevos productos, especialmente de sectores intensivos en investigación y desarrollo. Otro hallazgo del estudio es que los países en desarrollo, especialmente los pequeños, presentan un mayor grado de introducción de nuevos productos en sus exportaciones en comparación con las naciones avanzadas, que en contrapartida exportan una mayor cantidad de bienes diferenciados.

Pant y Panta (2009) defienden, en el caso de Nepal, una estrategia de diversificación de las ventas al exterior con el fin de promover la competitividad del sector exportador. No obstante, los autores advierten sobre la necesidad de un análisis detallado que estudie caso por caso las condiciones de oferta y demanda, costos de producción, capacidad de innovación, así como los encadenamientos hacia atrás y hacia delante de los sectores con ventaja comparativa de forma a aterrizar el potencial de la diversificación exportadora en un desarrollo económico sostenible de largo plazo. También se menciona que en el caso de Nepal la liberalización económica y la apertura comercial, implementadas en los años noventa, no lograron aumentar los niveles de productividad laboral ni de competitividad externa de la economía. En vista de la escasez de estudios que vinculen de manera explícita la diversificación de las exportaciones con la competitividad externa, el aporte de la presente investigación se limita a brindar insumos que permitan entender de mejor manera esta relación con base en el análisis del desempeño comercial externo de la industria de varios PIM.

4Aspectos metodológicos

En el presente apartado se define la metodología a utilizar para el análisis del vínculo entre diversificación de las exportaciones y competitividad externa para el sector industrial de 21 países en desarrollo. La fuente de información principal es la base COMTRADE elaborada por la ONU descargada mediante el uso del programa WITS del Banco Mundial a un nivel de desagregación de 6 dígitos del Sistema Armonizado (SA) 1988/92. Dicha clasificación contiene 5.017 productos que pertenecen tanto a la industria como al sector primario de la economía, por lo que se procedió a extraer solo los códigos del SA que pertenecen a bienes industriales5. Mediante una tabla de correspondencia proporcionada por el programa WITS se agruparon entonces los 4.511 códigos de bienes industriales del SA en 119 ramas industriales conforme a los 4 dígitos de la tercera revisión de la Clasificación Internacional Industrial Uniforme (CIIU).

El espacio temporal de análisis elegido fue el período acumulado entre 1994 y 2013 en función de la disponibilidad de información; la base de datos del COMTRADE de la ONU es la más completa existente relativa a estadísticas del comercio exterior, pero en la gran mayoría de las series el año inicial es 1994, por lo que resulta imposible tener información anterior para los países de la selección. En cuanto al último año seleccionado (2013), este era el último disponible para el conjunto de casos al momento de iniciar la redacción del artículo. En lo referente a los criterios de selección de los casos, fueron 3 principalmente;

  • 1.

    Países con niveles de ingresos relativamente medios a partir de la clasificación elaborada por el Banco Mundial (World Development Indicators [WDI]). Dado que el trabajo aborda el tema del desempeño exportador de sectores industriales, no tiene sentido incluir naciones de ingresos bajos con industrias incipientes o incluso inexistentes.

  • 2.

    Una cobertura geográfica relativamente amplia que incluya casos de distintas regiones con el objetivo de evitar cualquier sesgo de carácter geográfico que pudiera afectar los resultados.

  • 3.

    Disponibilidad de información completa y consistente al máximo nivel de desagregación para los años considerados.

Los países seleccionados para el estudio son: Belice, Bolivia, Brasil, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Egipto, El Salvador, Guatemala, India, Indonesia, México, Marruecos, Nicaragua, Paraguay, Perú, Sudáfrica, Tailandia, Túnez y Turquía.

En relación con los indicadores empleados, se eligieron el Índice de Balanza Comercial Relativa (IBCR) y la matriz de competitividad de la metodología CAN como referentes del desempeño comercial y de la competitividad dinámica, respectivamente. El mercado de referencia para estos cálculos es el mundo en su conjunto. El IBCR se calcula mediante la siguiente fórmula:

donde X son las exportaciones, M las importaciones, i el país de origen de las exportaciones hacia el mundo o, en su caso, destino de las importaciones provenientes del mundo, siendo w el mundo en su conjunto y t el período de análisis.

Este indicador muestra el desempeño comercial de los países seleccionados en un periodo dado sin tomar en cuenta las tendencias de los mercados mundiales, por lo que no brinda información acerca del tipo de competitividad de los países (espuria o auténtica). El análisis del desempeño comercial es sin embargo importante, ya que refleja no solo los niveles de competitividad externa en términos estáticos, sino también la capacidad de la industria nacional de los distintos países para competir en el mercado interno contra las importaciones.

La escala del IBCR va de −1 a 1, y con base en Durán Lima y Álvarez (2011), se puede utilizar la siguiente tipología:

  • De −1 hasta −0,33: desempeño no competitivo.

  • Entre −0,33 y 0,33: desempeño neutral.

  • De 0,33 a 1: desempeño competitivo.

En cuanto a la matriz de competitividad de la metodología CAN desarrollada por la CEPAL a partir de las reflexiones de Mandeng (1991) y Fajnzylber (1988), la versión utilizada en este estudio calcula el cambio en la participación de las exportaciones mundiales de la rama industrial h en las exportaciones mundiales totales de la industria (CPX) y el cambio en la cuota de mercado de un país i en la rama industrial h con respecto a las exportaciones mundiales de h (CCM). Las fórmulas para calcular estos indicadores son las siguientes:

donde:
  • Xwh =exportaciones mundiales de la rama industrial «h».

  • ∑h=1nXwh =exportaciones mundiales de toda la industria; en este caso n es igual a las 119 ramas industriales.

  • Xiwh =exportaciones de la rama industrial h del país i que tienen como destino el mundo.

  • t0 =período inicial, en este caso 1994.

  • t1 =período final, en este caso 2013.

Según las combinaciones posibles que originan los signos del CPX y del CCM, se establece la siguiente matriz de competitividad:

Si el CPX es positivo, se habla de ramas dinámicas a nivel mundial, mientras que si el CCM es positivo, se trata de ramas competitivas del país en cuestión. Por el contrario, si el CPX es negativo, se habla de ramas no dinámicas a nivel mundial, mientras que si el CCM es negativo, se trata de ramas no competitivas del país en cuestión. Por lo tanto, las estrellas nacientes son ramas dinámicas y competitivas, las estrellas menguantes son ramas no dinámicas y competitivas, las oportunidades perdidas son ramas dinámicas y no competitivas, y las retiradas son ramas no dinámicas y no competitivas. El número de ramas y su peso en las exportaciones totales de un país, ubicadas en los diferentes cuadrantes, son entonces un indicativo de la posición competitiva de un país tanto con relación al resto de las naciones como en función de la evolución en el tiempo de las estructuras globales de mercado.

De manera precisa, mientras el IBCR es un indicador de desempeño comercial estático, la participación de estrellas nacientes en las exportaciones totales es un indicador del nivel de competitividad dinámica. Por su parte, la participación de estrellas menguantes en las exportaciones totales es un indicador del grado de competitividad no dinámica. La tabla 1 resume los indicadores de competitividad que se utilizan y el significado de los mismos.

Tabla 1.

Significado de los indicadores de competitividad empleados

Indicador  Medida de 
Índice de balanza comercial relativa (IBCR)  Desempeño comercial 
Participación de estrellas nacientes en exportaciones  Competitividad dinámica 
Participación de estrellas menguantes en exportaciones  Competitividad no dinámica 

Fuente: elaboración propia.

En lo referente a la diversificación de la estructura exportadora, el indicador seleccionado es el Grado de Diversificación (GD), el cual se calcula de la siguiente manera:

donde IHHn es el índice Herfindahl-Hirschman normalizado, el cual se calcula mediante la fórmula:

donde n son los 4.511 códigos industriales a 6 dígitos del SA 1988/92, IHH es el índice Herfindahl-Hirschman sin normalizar, el cual se calcula por medio de la siguiente expresión:

donde Xi son las exportaciones del producto industrial i.

La escala del Grado de Diversificación (GD) va de 0 a 1, y al igual que en el caso del IBCR, con base en Durán Lima y Álvarez (2011), se puede considerar la siguiente tipología del grado de diversificación (GD):

  • Menor a 0,82: concentrado.

  • Entre 0,82 y 0,90: moderadamente concentrado.

  • Entre 0,90 y 1,00: diversificado.

Dado que este indicador tiende a sobreestimarse cuando se calcula para un número amplio de productos, su análisis en el siguiente apartado toma por referencia el valor promedio presentado por el conjunto de los casos de la muestra. Finalmente y en línea con lo expuesto en el apartado teórico, un país que exhibe buen desempeño comercial y de carácter dinámico, así como una canasta exportadora diversificada, tiene indicios de un proceso de competitividad externa auténtica.

5Resultados

En este apartado se exponen el análisis de correlación entre la diversificación de las exportaciones y la competitividad externa, así como las principales características de los 21 países en desarrollo seleccionados. La figura 1 presenta los saldos agregados de la balanza comercial del total de la muestra con y sin China, en comparación con los relativos a los países superavitarios. Un primer apunte está relacionado con la restricción al crecimiento que representa, para los países de ingresos medios, el saldo en dicha balanza. Solamente 4 naciones del continente asiático, ubicadas entre los 25 principales exportadores industriales del mundo, registran un superávit acumulado en el período 1994-2013. El superávit de China representa el 654,4% del saldo deficitario acumulado por los otros 20 países de la muestra en este lapso, poniendo de manifiesto tanto el peso superlativo de la economía china en los intercambios internacionales de bienes como el pobre desempeño comercial del resto de los PIM.

Figura 1.

Balanza comercial de la industria de los países seleccionados, 1994-2013, en millones de dólares corrientes.

Fuente: elaboración propia con base en datos de COMTRADE (descargados con el programa WITS).

Nota: los cálculos se han realizado con base en el período acumulado entre 1994 y 2013.

(0.1MB).

Por su parte, la tabla 2 muestra, para cada país, el número de productos exportados de acuerdo a los códigos industriales a 6 dígitos del SA 1988/92, la participación de las exportaciones en el total de la muestra y la posición en el mercado global de bienes industriales6. Es de resaltar que ningún país seleccionado ha vendido en el extranjero la totalidad de los 4.511 productos en el período acumulado entre 1994 y 2013. Sin embargo, 15 naciones sobrepasan el umbral de los 4.000 bienes, lo cual da indicios de la existencia de una estructura diversificada. Además, con la excepción de las asimetrías mostradas entre Belice y el resto de los casos, la variabilidad en el número de productos exportados es considerablemente baja. La heterogeneidad entre los países seleccionados es más evidente al examinar los datos de la participación de las exportaciones industriales en el total de las 21 naciones. Las ventas industriales chinas hacia el mundo representan 53,5% del total de la muestra, y la sumatoria de las exportaciones de China y México significan el 65,1% del mismo total.

Tabla 2.

Número de productos industriales exportados, participación de cada país en el monto total de las exportaciones industriales de todos los países seleccionados y posición en el mercado mundial, 1994-2013. Número de productos, porcentajes y posiciones

País  Número de productos exportados  Participación en las exportaciones de los países seleccionados  Posición en el mercado mundial 
China  4.503  53,52 
India  4.485  7,05  13 
Tailandia  4.480  7,23  18 
México  4.477  11,58  12 
Turquía  4.471  4,33  25 
Indonesia  4.466  3,99  28 
Brasil  4.458  5,49  24 
Sudáfrica  4.439  2,32  35 
Colombia  4.317  0,71  55 
Guatemala  4.215  0,20  78 
Perú  4.196  0,82  50 
Egipto  4.101  0,59  53 
Marruecos  4.039  0,63  57 
Costa Rica  4.011  0,33  70 
Túnez  4.003  0,61  61 
El Salvador  3.853  0,15  82 
Ecuador  3.654  0,22  75 
Nicaragua  3.266  0,06  85 
Bolivia  2.944  0,08  93 
Paraguay  2.517  0,08  86 
Belice  676  0,01  131 
Promedio  3.884,33  4,76 
Desviación típica  915,07  11,61 
Coeficiente de variación  23,56  243,87 
Rango  3.827  53,52 

Fuente: elaboración propia con base en datos de COMTRADE (descargados con el programa WITS).

Nota: La posición en el mercado mundial está calculada con base en el monto de las exportaciones industriales de cada país seleccionado con respecto al mundo. Para el año 2013, son un total de 155 países.

Al analizar la heterogeneidad de la muestra mediante medidas de dispersión como la desviación estándar, el coeficiente de variación y el rango, la mayor variabilidad se presenta en términos de la participación en las exportaciones totales de los casos seleccionados, indicando las diferencias entre los tamaños de las economías analizadas. Estadísticamente, un coeficiente de variación mayor a 100 implica un alto grado de heterogeneidad en una muestra. De manera más clara, la posición en el mercado global de productos industriales evidencia las amplias brechas existentes entre los casos: a pesar de que todos son países en desarrollo, las características propias y los tamaños relativos de sus sectores industriales son muy diferentes.

Esto es evidente al observar que China es el principal exportador industrial del mundo y Belice ocupa la posición 131 de 155 (tabla 2). En consecuencia, el análisis posterior de la relación diversificación-competitividad debe tomarse con ciertas reservas, invitando a un estudio caso por caso debido a las particularidades de cada economía. Un dato a destacar fruto de las medidas de apertura comercial implementadas en el conjunto de los PIM es la presencia de los 7 países que venden en el exterior el mayor número de bienes industriales de la muestra entre los 25 principales exportadores sectoriales del mundo.

La tabla 3 muestra el IBCR para cada uno de los países y el tipo de desempeño comercial según la tipología establecida en el apartado metodológico. El grado de heterogeneidad en términos de este indicador es grande, ya que el coeficiente de variación es mayor a 100 y el rango representa el 55% del valor máximo alcanzable. Mientras Indonesia es el único caso con un desempeño competitivo, China, Tailandia e India registran un IBCR mayor a cero, siendo 9 los casos que exhiben un comportamiento no competitivo al considerar de forma acumulada el período 1994-2013. Debido a la construcción del indicador, los 4 países con un IBCR>0 son también aquellos que muestran un superávit acumulado en balanza comercial. Contrario a lo esperado, China no alcanza un nivel lo suficientemente elevado para ser considerado competitivo en el período de estudio debido a su dependencia con respecto a la importación de bienes industriales de alto contenido tecnológico. De los 9 casos no competitivos, 8 pertenecen a la región latinoamericana, siendo Egipto la excepción. Esto pudiera sugerir un desempeño comercial influenciado por factores de carácter geográfico en el contexto internacional de la consolidación de cadenas globales de valor cuya lógica opera en muchas ocasiones siguiendo criterios establecidos de forma regional. Otra explicación tentativa está relacionada con los recientes procesos de escalamiento de la estructura productiva y exportadora en el sureste asiático que han estado ausentes en la mayoría de las naciones de América Latina.

Tabla 3.

Índice de balanza comercial relativa (IBCR) de la industria de los países seleccionados, 1994-2013

País  IBCR  Tipo de desempeño 
Indonesia  0,49  Competitivo 
China  0,25  Neutral 
Tailandia  0,07  Neutral 
India  0,02  Neutral 
Brasil  −0,03  Neutral 
México  −0,06  Neutral 
Sudáfrica  −0,08  Neutral 
Perú  −0,08  Neutral 
Turquía  −0,15  Neutral 
Túnez  −0,17  Neutral 
Costa Rica  −0,28  Neutral 
Marruecos  −0,29  Neutral 
El Salvador  −0,38  No competitivo 
Colombia  −0,38  No competitivo 
Nicaragua  −0,42  No competitivo 
Egipto  −0,43  No competitivo 
Bolivia  −0,46  No competitivo 
Guatemala  −0,47  No competitivo 
Ecuador  −0,52  No competitivo 
Belice  −0,54  No competitivo 
Paraguay  −0,62  No competitivo 
Promedio  −0,22  Neutral 
Desviación típica  0,28  – 
Coeficiente de variación  127,70  – 
Rango  1,10  – 

Fuente: elaboración propia con base en datos de COMTRADE (descargados con el programa WITS).

Nota: los cálculos se han realizado con base en el período acumulado entre 1994 y 2013 y la clasificación SA 1988/92 (6 dígitos).

La competitividad dinámica es medida en este trabajo de acuerdo a la metodología desarrollada por la CEPAL y expuesta en el apartado metodológico. El promedio de participación de estrellas nacientes en el valor total de las exportaciones industriales de la muestra es de 37,2%, con China registrando un valor de 43,9% (tabla 4). De los 5 países con la mayor participación (Perú, 72%; India, 69%; Egipto, 56,5%; Colombia, 54,7%; Paraguay, 53,4%), solamente India tiene un superávit comercial acumulado, mientras Egipto, Colombia y Paraguay presentan un desempeño no competitivo en el lapso 1994-2013. A excepción de la India, que se ubica en la posición 13 en el mercado mundial de productos industriales, las otras 4 naciones ocupan de la posición 50 hacia abajo. Es de señalar que de los 9 casos con 30 o más estrellas nacientes, 7 presentan un déficit acumulado, con Guatemala y Egipto mostrando incluso un comportamiento no competitivo (tabla 3).

Tabla 4.

Competitividad dinámica y no dinámica de los países seleccionados, 1994-2013

País  Número de estrellas nacientes  Participación de las EN en las exportaciones (%)  Número de estrellas menguantes  Participación de las EM en las exportaciones (%) 
China  38  43,88  71  55,74 
India  37  69,06  69  29,28 
Perú  34  71,97  68  14,40 
Turquía  34  42,60  69  45,09 
Sudáfrica  32  47,05  52  29,79 
Egipto  30  56,54  62  33,83 
Costa Rica  30  42,65  49  44,88 
Guatemala  30  31,04  66  56,56 
Marruecos  30  30,46  40  41,81 
Paraguay  29  53,35  51  42,69 
México  27  27,56  54  55,50 
Tailandia  26  33,59  51  40,86 
Indonesia  25  42,34  54  26,30 
Túnez  25  33,82  45  23,05 
Ecuador  24  19,83  54  63,07 
Colombia  24  54,73  50  22,17 
Nicaragua  18  31,70  37  67,64 
El Salvador  18  19,55  54  67,37 
Brasil  14  13,63  27  42,41 
Bolivia  13  45,40  20  10,09 
Belice  11  9,48  13  30,32 
Promedio  24,95  37,23  48,21  39,89 
Desviación típica  7,04  15,93  15,25  17,01 
Coeficiente de variación  28,23  42,80  31,64  42,63 
Rango  23,00  62,49  56,00  57,54 

Fuente: elaboración propia con base en datos de COMTRADE (descargados con el programa WITS).

Nota: los cálculos se han realizado con base en el año 1994 y 2013 utilizando la clasificación CIIU Rev. 3 (4 dígitos), la cual tiene un total de 119 ramas industriales.

Lo anterior sugiere indicios de una relación negativa entre la competitividad dinámica y el desempeño comercial entendido como el saldo en la balanza de intercambios que contradice lo teorizado por diversos autores (Imbs y Wacziarg, 2003; Ekmen y Erlat, 2014).

En cuanto a la participación de las estrellas menguantes en el valor total de las exportaciones industriales, Nicaragua, El Salvador, Ecuador, Guatemala y China presentan los grados más elevados de competitividad no dinámica. Los primeros 4 países muestran un déficit acumulado en la balanza comercial y, en consecuencia, un desempeño comercial no competitivo en el periodo de estudio. Además, sus posiciones en el mercado mundial del sector no superan en ningún caso el número 75. Por su parte, China, India, Turquía, Perú y Guatemala registran el mayor número de estrellas menguantes: mientras las últimas 3 naciones mencionadas presentan un déficit acumulado, Guatemala exhibe un desempeño no competitivo. A excepción de los casos especiales de China e India, este tipo de competitividad está relacionado con patrones de especialización exportadora basados en la venta al exterior de productos manufactureros tradicionales de bajo contenido tecnológico cuya demanda en los mercados globales ha venido cayendo. El caso de China es por supuesto excepcional debido a los elevados montos de exportaciones e importaciones de una amplia gama de bienes industriales que hacen que el país asiático tenga el mayor número tanto de estrellas nacientes como de estrellas menguantes de la muestra, característica analizada en el trabajo de Ekmen y Erlat (2014).

En lo referente a las naciones latinoamericanas, Guatemala, México, Brasil, Ecuador, El Salvador, Nicaragua y Belice registran todas una diferencia de por lo menos más del 20% al comparar las participaciones de estrellas menguantes y estrellas nacientes en el total de sus exportaciones industriales (tabla 4). Estos países ganan cuotas de mercado principalmente en productos en retroceso en el comercio mundial. En este sentido, los casos de la región con un elevado porcentaje de ventas dinámicas al exterior se explican por el peso significativo de exportaciones ligadas a la explotación de recursos naturales cuyos precios internacionales son de alta volatilidad. En Paraguay y Bolivia, la fabricación de aceites y grasas vegetales y animales representa respectivamente el 38,1% y el 39,7% del total de las ventas sectoriales externas, mientras que en Perú la fabricación de metales preciosos y de otros metales no ferrosos significan el 49,1% de dicho total. Por su parte, en Colombia las exportaciones de productos de petróleo refinado y de metales preciosos y otros metales no ferrosos suman el 35,3% del total de las ventas industriales al exterior. Estos patrones de especialización productiva basados en actividades de menor valor agregado no son sustentables y suelen resultar en un deterioro de los términos del intercambio en el largo plazo (Prebisch, 1962; Singer, 1950).

La tabla 5 muestra el grado de diversificación (GD) y la tipología correspondiente para cada uno de los países. Como se mencionara con anterioridad, debido a la construcción del indicador, los GD suelen ser sobrestimados cuando son calculados de forma agregada para muchos productos. Lo anterior explica que 19 de las 21 naciones seleccionadas presenten canastas diversificadas, siendo 14 de los 21 casos superiores al promedio de la muestra. Al ordenar los países de acuerdo al valor del GD, los casos con mayor número de productos vendidos en el exterior tienen a su vez los GD más elevados, con la notable excepción de Perú, lo que sugiere que a un alto nivel de desagregación, el número de productos puede ser un indicador fiable de la diversificación exportadora (tablas 2 y 5). En términos generales, las ventas al extranjero de las 21 naciones se muestran como diversificadas; sin embargo, el nivel de heterogeneidad es considerable y se explica principalmente por las disparidades existentes entre los casos más diversificados (China, Turquía, Indonesia, y Tailandia) con respecto de los menos (Perú y Belice). Se comprueba a su vez, en el caso de Perú, un alto grado de competitividad dinámica que no está acompañado de una diversificación de sus exportaciones: su GD es superior solamente al de Belice, catalogando la canasta de ambos países como de concentración moderada.

Tabla 5.

Grado de diversificación de las exportaciones industriales de los países seleccionados, 1994-2013

País  GD  Tipo de diversificación  Posición respecto al promedio de la muestra 
China  0,9936  Diversificación  Superior 
Turquía  0,9922  Diversificación  Superior 
Indonesia  0,9908  Diversificación  Superior 
Tailandia  0,9905  Diversificación  Superior 
Brasil  0,9896  Diversificación  Superior 
México  0,9866  Diversificación  Superior 
Túnez  0,9856  Diversificación  Superior 
Sudáfrica  0,9854  Diversificación  Superior 
Guatemala  0,9769  Diversificación  Superior 
Marruecos  0,9769  Diversificación  Superior 
El Salvador  0,9738  Diversificación  Superior 
Colombia  0,9682  Diversificación  Superior 
Costa Rica  0,9621  Diversificación  Superior 
India  0,9583  Diversificación  Superior 
Nicaragua  0,9578  Diversificación  Inferior 
Egipto  0,9442  Diversificación  Inferior 
Ecuador  0,9305  Diversificación  Inferior 
Bolivia  0,9269  Diversificación  Inferior 
Paraguay  0,9159  Diversificación  Inferior 
Perú  0,8810  Concentración moderada  Inferior 
Belice  0,8294  Concentración moderada  Inferior 
Promedio  0,9579  Diversificación  – 
Desviación típica  0,0424  –  – 
Coeficiente de variación  4,4310  –  – 
Rango  0,1642  –  – 

Fuente: elaboración propia con base en datos de COMTRADE (descargados con el programa WITS).

Nota: los cálculos se han realizado con base en el período acumulado entre 1994 y 2013 y la clasificación SA 1988/92 (6 dígitos).

A continuación se asocian para los países seleccionados el GD de las exportaciones y el desempeño comercial medido tanto en su forma estática por el IBCR como en calidad de competitividad dinámica y no dinámica para el lapso 1994-2013. Es de precisar, debido a los sesgos que pudieran resultar, que mientras el GD y el IBCR toman en cuenta el valor acumulado de los años comprendidos entre 1994 y 2013, la competitividad dinámica y no dinámica, debido a su construcción, resultan de la comparación de los datos iniciales y finales del periodo (1994 y 2013).

El análisis de regresión presentado en la figura 2 muestra una correlación positiva y significativa entre el grado de diversificación de las ventas al exterior y el desempeño comercial estimado mediante el IBCR. De hecho, si se eliminan del análisis los casos más irregulares de Perú y Belice, el valor del coeficiente de regresión del ejercicio asciende a 0,53. Este hallazgo es relevante por proporcionar evidencia de la viabilidad de una política de fomento a la diversificación exportadora del aparato industrial de los PIM que mejore el desempeño comercial y relaje las presiones sobre el crecimiento generadas por la existencia de déficits crónicos.

Figura 2.

Correlación entre el grado de diversificación de las exportaciones y el índice de balanza comercial relativa de la industria de los países seleccionados, 1994-2013.

Fuente: elaboración propia con base en datos de COMTRADE (descargados con el programa WITS).

Nota: los cálculos se han realizado con base en el período acumulado entre 1994 y 2013 y la clasificación SA 1988/92 (6 dígitos).

(0.09MB).

La correlación existente entre la diversificación de las exportaciones y la competitividad dinámica se muestra en la figura 3. Al parecer, no existe relación evidente entre ambos conceptos. La pendiente de la recta de la regresión es incluso negativa, lo cual indica que, de existir algún tipo de asociación entre estas variables, sería de carácter inverso. La ausencia de esta vinculación estadística pone de manifiesto que una política de diversificación es en sí misma insuficiente para mantener en los PIM tasas de crecimiento sostenibles de los ingresos resultantes de las ventas al exterior. Un proceso de competitividad auténtica, tal y como lo señalan diversos autores, requiere de una orientación de la diversificación hacia la fabricación de productos intensivos tanto en valor agregado local como en contenido tecnológico (Fajnzylber, 1988; Padilla, 2006; Bianco, 2007). De lo contrario, los beneficios de largo plazo ligados al incremento en el nivel de vida de la población pudieran desaparecer aun en un escenario de desempeño comercial positivo.

Figura 3.

Correlación entre el grado de diversificación de las exportaciones y la competitividad dinámica de la industria de los países seleccionados, 1994-2013.

Fuente: elaboración propia con base en datos de COMTRADE (descargados con el programa WITS)

Nota: los cálculos se han realizado con base en el período acumulado entre 1994 y 2013 y la clasificación SA 1988/92 (6 dígitos).

(0.08MB).

Por último, la tabla 6 presenta una propuesta de tipología para caracterizar la competitividad exhibida por los países de acuerdo a sus niveles en términos del desempeño comercial medido por el IBCR, el grado de diversificación de su canasta exportadora y el dinamismo de sus ventas al exterior. Se considera que una nación registra indicios de competitividad auténtica si su GD y su dinamismo exportador se ubican por arriba de un valor de referencia, en este caso, el promedio de la muestra, y si además tiene un desempeño comercial positivo. Evidentemente, una extensión de este ejercicio con un número mayor de casos resultaría en un valor de referencia más robusto y significativo. En consecuencia, si bien este valor es en primera instancia arbitrario, permite realizar una primera aproximación a la construcción de una tipología que parte de la realidad comercial de una muestra representativa de PIM. En cuanto a la asociación entre el dinamismo de la canasta exportadora y su mayor contenido tecnológico implícita en la metodología CAN, la evidencia empírica parece corroborarla. En la base de datos utilizada (4.511 productos industriales identificados bajo la clasificación del sistema arancelario [SA 1988/92] a 6 dígitos), 15 de los 20 productos de mayor tasa de crecimiento en sus exportaciones entre 1994 y 2013, de los 100 productos más exportados en 2013, se consideran en la clasificación elaborada por la OCDE como de industrias de tecnología alta y media alta.

Tabla 6.

Tipología para caracterizar el comportamiento competitivo de países en desarrollo

Caracterización  Tipología  Niveles 
Indicios de competitividad auténtica  Tipo 1  GD>0,9579
Competitividad dinámica>39,0596
IBCR>
Competitividad dinámica diversificada con déficit comercial  Tipo 2  GD>0,9579
Competitividad dinámica>39,0596
IBCR<
Diversificación no dinámica con déficit comercial  Tipo 3  GD>0,9579
Competitividad dinámica<39,0596
IBCR<
Diversificación no dinámica con superávit comercial  Tipo 4  GD>0,9579
Competitividad dinámica<39,0596
IBCR>
Competitividad dinámica no diversificada con superávit comercial  Tipo 5  GD<0,9579
Competitividad dinámica>39,0596
IBCR>
Competitividad dinámica no diversificada con déficit comercial  Tipo 6  GD<0,9579
Competitividad dinámica>39,0596
IBCR<
Competitividad no dinámica y no diversificada con superávit comercial  Tipo 7  GD<0,9579
Competitividad dinámica<39,0596
IBCR>
Sin diversificación ni competitividad dinámica con déficit comercial  Tipo 8  GD<0,9579
Competitividad dinámica<39,0596
IBCR<

Fuente: elaboración propia.

Nota: los valores utilizados para definir los criterios de GD y competitividad dinámica resultan de los promedios de los países de la muestra. En el caso de la competitividad dinámica, el dato considerado es la participación de estrellas nacientes en el valor total de las exportaciones industriales en 2013.

Al aplicar esta tipología, China, Indonesia y la India son los únicos 3 países de la muestra con desempeño comercial positivo, competitividad dinámica y diversificación, por lo que presentan indicios de competitividad auténtica, siendo caracterizados como de tipo1 (tabla 7). El comportamiento externo del sector industrial es sobresaliente en estos casos y puede conducir a niveles superiores de ingreso y desarrollo para sus economías. No obstante, el vínculo entre un buen desempeño externo y un proceso de desarrollo sustentable no es automático, requiere de políticas complementarias que permitan socializar los beneficios tales como medidas redistributivas de ingresos adecuadas. Otro caso relevante es el de Tailandia: la nación asiática exhibe una canasta exportadora diversificada con una balanza comercial positiva; sin embargo, sus ventas sectoriales al extranjero son de escaso dinamismo y las tareas realizadas son fundamentalmente de ensamblaje. Este tipo de competitividad diversificada no dinámica con superávit comercial (tipo4) requiere de una política de escalamiento industrial tendiente a hacer más densa la estructura de producción en aras de la fabricación de bienes con mayor contenido tecnológico de origen local para evitar el riesgo experimentado por varios países latinoamericanos de un deterioro de los términos del intercambio y del saldo de la balanza comercial a largo plazo.

Tabla 7.

Caracterización de los países de la muestra de acuerdo a su desempeño comercial, competitividad dinámica y diversificación de las exportaciones

País  IBCR  GD  Competitividad dinámica  Tipología 
Indonesia  0,4850  0,9908  42,3447  Tipo 1 
China  0,2481  0,9936  43,8824  Tipo 1 
India  0,0180  0,9583  69,0643  Tipo 1 
Tailandia  0,0658  0,9905  33,5885  Tipo 4 
Sudáfrica  −0,0780  0,9854  47,0542  Tipo 2 
Turquía  −0,1515  0,9922  42,5954  Tipo 2 
Costa Rica  −0,2783  0,9621  42,6524  Tipo 2 
Colombia  −0,3808  0,9682  54,7335  Tipo 2 
Brasil  −0,0334  0,9896  13,6315  Tipo 3 
México  −0,0640  0,9866  27,5560  Tipo 3 
Túnez  −0,1711  0,9856  33,8227  Tipo 3 
Marruecos  −0,2937  0,9769  30,4562  Tipo 3 
El Salvador  −0,3801  0,9738  19,5453  Tipo 3 
Guatemala  −0,4710  0,9769  31,0443  Tipo 3 
Perú  −0,0797  0,8810  71,9679  Tipo 6 
Egipto  −0,4321  0,9442  56,5429  Tipo 6 
Bolivia  −0,4609  0,9269  45,4037  Tipo 6 
Paraguay  −0,6168  0,9159  53,3515  Tipo 6 
Nicaragua  −0,4216  0,9578  31,7019  Tipo 8 
Ecuador  −0,5249  0,9305  19,8305  Tipo 8 
Belice  −0,5370  0,8294  9,4817  Tipo 8 
Promedio  −0,2170  0,9579  39,0596   

Fuente: elaboración propia con base en datos de COMTRADE (descargados con el programa WITS).

Sudáfrica, Costa Rica, Turquía y Colombia presentan una competitividad dinámica diversificada con déficit comercial (tipo2). Existen 2 explicaciones para este fenómeno. La primera es que los productos de estos países no gozan de competitividad interna, siendo víctimas de las importaciones. A pesar de contar con exportaciones dinámicas y diversificadas, su sector industrial no ha sido capaz de satisfacer de manera integral la demanda interna. La segunda está relacionada con el control del comercio exterior por parte de empresas transnacionales en un contexto de niveles elevados de intercambios intraindustriales, en cuyo caso el efecto de la diversificación de las ventas al exterior en la competitividad auténtica y el desarrollo económico se ve menguado por una subordinación a procesos de fabricación eslabonados a escala global. En cualquier caso, el déficit sectorial origina restricciones al crecimiento vía desequilibrios en la balanza de pagos. En su trabajo sobre Turquía, Ekmen y Erlat (2014) sostienen aun en este escenario que la intensificación del proceso de diversificación de las exportaciones puede mejorar el saldo comercial.

Brasil, México, Túnez, Marruecos, El Salvador y Guatemala (tipo3), aunque cuentan con una canasta exportadora relativamente diversificada en comparación con los otros casos de la muestra, presentan déficit comercial y falta de dinamismo de sus ventas industriales al exterior. En estos países la política de escalamiento, basada entre otros aspectos en inversiones en investigación y desarrollo, puede complementarse con medidas tendientes a mejorar los grados de articulación del aparato productivo local. En los casos de las economías de mayor tamaño, el mejor aprovechamiento del mercado interno y su fomento pueden también coadyuvar al incremento del saldo de la balanza comercial.

En cuanto a Perú, Egipto, Bolivia y Paraguay (competitividad de tipo6), su desempeño sectorial externo se basa en un patrón de fabricación excesivamente especializado asociado, como se mencionara con anterioridad, con ventajas competitivas de tipo estático. Este tipo de patrón suele promover la competitividad externa a costa de elevados montos de importaciones de otros productos, tanto de insumos como de bienes finales, y por lo tanto puede ocasionar un déficit comercial. Asimismo, aunque las ventas industriales en el ámbito global de estos países registran una demanda internacional creciente en el periodo de estudio, la dependencia en relación con la actividad de un número reducido de ramas implica una elevada vulnerabilidad potencial de los ingresos por exportaciones. Al estar supeditado a los vaivenes de los precios internacionales tanto de sus exportaciones como de sus importaciones, el desempeño comercial de estas naciones es, en suma, difícilmente sostenible en el largo plazo.

Un último grupo de casos (Nicaragua, Ecuador y Belice) poseen una canasta exportadora concentrada con déficit comercial y sin dinamismo internacional (tipo8). Se trata de economías pequeñas en etapas tempranas de su desarrollo industrial con una estructura de fabricación limitada y de escasa densidad. Diversas medidas pueden resultar beneficiosas, empezando por un cambio estructural que libere los factores de producción y los oriente en dirección de las actividades manufactureras de mayor productividad. Como en la mayoría de los casos, la implementación de una política de diversificación productiva y, en consecuencia, de las exportaciones hacia las ramas globalmente dinámicas puede ser un complemento adecuado. Medidas adicionales indispensables son, a su vez, la construcción de infraestructura, el mejoramiento del marco legal y normativo, así como el otorgamiento de financiamiento a las actividades de fabricación.

6Conclusiones

Los ejercicios realizados evidencian diversas carencias en el comportamiento competitivo externo de los sectores industriales de los 21 países en desarrollo analizados. Solamente 3 economías asiáticas muestran indicios de un fenómeno de competitividad auténtica, y mientras en algunos casos los déficits comerciales son crónicos, en otros las exportaciones se encuentran muy concentradas en un número reducido de actividades, son esencialmente de productos tradicionales o dependen de la explotación de recursos naturales. A grandes rasgos, la apertura comercial resultante de las reformas implementadas en la mayoría de estos países ha incrementado el peso del comercio exterior en la economías sin desencadenar los procesos virtuosos propios de patrones sustentados en ventajas dinámicas caracterizados por la adquisición de conocimiento y habilidades así como por la fabricación de bienes con mayores niveles de productividad, como lo sugieren diversos autores (Grossman y Helpman, 1991; Hausmann y Rodrik, 2003; Imbs y Wacziarg, 2003).

El principal hallazgo de esta investigación, en línea con lo encontrado por Pant y Panta (2009) para el caso de Nepal y por Ekmen y Erlat (2014) para el caso turco, es que la diversificación de las ventas al extranjero puede promover la competitividad externa de PIM a través del mejoramiento del saldo en la balanza comercial. Es de subrayar que en nuestro estudio ningún país posee un superávit comercial sin una canasta exportadora diversificada (competitividad de tipo5 y 7). La diversificación de las ventas al exterior incrementa los ingresos por exportaciones, pero en particular refleja una estructura productiva más densa y capaz de competir exitosamente en el mercado interno con las importaciones. Las mejoras resultantes en términos del desempeño comercial permiten disminuir las restricciones sobre el crecimiento generadas por los saldos negativos en la cuenta corriente de la balanza de pagos, abonando en dirección de la estabilidad macroeconómica.

No obstante, los resultados obtenidos no dan indicios, como era de esperarse, de la existencia de una relación positiva entre la diversificación del patrón exportador y el dinamismo de las ventas externas, lo que pudiera indicar la necesidad de reorientar el proceso en dirección del fortalecimiento de industrias con alto contenido tecnológico y elevado valor agregado local dinámicas en el ámbito global. Si bien la diversificación de las exportaciones puede mejorar el saldo comercial, un proceso de competitividad auténtica sostenible debe ser inducido, tal y como lo sugieren Hausmann y Klinger (2006), por una política industrial de carácter vertical. El establecimiento de medidas específicas para cada país e industria lleva a la necesidad de construir tipologías que agrupen los casos en función de las carencias competitivas que exhiben. Un primer esfuerzo en este sentido ha sido realizado en el presente trabajo a partir de la construcción de una visión teórica con 3 ejes principales: el desempeño comercial, entendido como el saldo en la cuenta corriente de la balanza de pagos; el dinamismo de las exportaciones, y los grados de diversificación de estas.

La construcción de alternativas tipológicas a partir de un análisis a detalle que tome en cuenta para los distintos casos el tipo de exportaciones e importaciones realizadas, así como las características de los mercados internos, es una línea de investigación que pudiera resultar en propuestas concretas de política industrial de las que carecen los PIM. Un estudio a mayor profundidad debe considerar, además de los aspectos externos, las particularidades de las estructuras de fabricación y sus grados de articulación a nivel nacional en contextos globales y regionales determinados. Otra posible línea de investigación que se desprende de los resultados obtenidos es la exploración mediante la utilización de indicadores complementarios, de la naturaleza de la relación entre la diversificación exportadora y el desempeño comercial y, en especial, de los vehículos de transmisión entre ambas variables.

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El «efecto cartera» fomenta una menor volatilidad de los ingresos por exportaciones (Strobl, 2002; Stanley y Bunnag, 2001). Los «efectos dinámicos» se asocian con el aumento de la productividad, el autodescubrimiento de nuevos productos, la mejora de las capacidades tecnológicas, el encadenamiento de las actividades de fabricación, creciente sofisticación productiva, economías de escala, externalidades y la sustitución de materias primas cuyos precios registran tendencias negativas (Samen, 2010; Harding y Javorcik, 2007; Agosín, 2009).

Investigación realizada gracias al Programa UNAM-DGAPA-PAPIIT IN302815.

Otro aspecto financiero ajeno al presente trabajo que puede impactar los niveles de competitividad externa son los flujos de capitales en forma de inversión extranjera directa, particularmente si van acompañados de una transferencia de tecnología que incremente la productividad y permita ampliar y diversificar las exportaciones efectuadas (Solleiro y Castañón, 2005).

Melitz (2003) atribuye este hecho a que las empresas exportadoras son más productivas que las no exportadoras.

Agosín et al. (2011) señalan que la variedad de productos es una fuente de la diversificación de las exportaciones.

Para dicho fin, se utilizó la tabla elaborada por la OCDE que aparece en CEPAL (2007, p. 51).

La posición en el mercado mundial está dada por el monto de las exportaciones industriales de cada país considerado en el año 2013 con respecto a un total de 155 países del mundo.

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