La osteogénesis imperfecta es un grupo heterogéneo de trastornos hereditarios en los que existen anomalías en la formación del colágeno tipo I. Existen cuatro subtipos, todos hereditarios, pero el tipo II, forma letal, es el que con más frecuencia se detecta prenatalmente. La frecuencia es variable y depende del tipo. El diagnóstico prenatal es posible al identificar fracturas en los huesos largos del feto. El pronóstico varía dependiendo de los síntomas y severidad de los mismos. Presentamos a continuación dos casos de que fueron diagnosticados prenatalmente mediante ecografía y confirmados posteriormente.
Osteogenesis imperfecta is a heterogeneous group of hereditary disorders characterised by the anomalous formation of type I collagen. There are four subtypes, all hereditary, but type II, a lethal subtype, is the most frequently prenatally diagnosed. The frequency can vary and depends on the type.
Prenatal diagnosis is possible if features such as long bone fractures in the foetus are identified. Prognosis depends on symptom severity. We present two cases diagnosed prenatally by means of ultrasound and confirmed afterwards.
La osteogénesis imperfecta (OI) consiste en un grupo de enfermedades que se caracteriza por una formación inadecuada del hueso, resultando en su fragilidad y facilidad para romperse con una concomitante dificultad para curar1. Existen cuatro tipos (tabla 1). La frecuencia varía, dependiendo del tipo, entre 1-3 por 100.000 nacidos2. La mayoría de los casos se deben a mutaciones ex novo pero también se ha descrito un patrón de herencia autosómica recesiva3. La posibilidad de realizar diagnóstico prenatal es posible al identificar las fracturas en el feto4. Tras el diagnóstico es imprescindible realizar un asesoramiento genético adecuado.
Clasificación y características de los tipos de osteogénesis imperfecta
Tipo | Nombre | Diagnóstico prenatal | Características |
I | Tardía | Raro | Fracturas al nacimiento |
Síndrome de Van der Hoeve | Esclerótica azul | ||
II | Perinatal letal | Sí | Muy severa |
Múltiples fracturas | |||
Tórax corto | |||
Desmineralización de calota | |||
Letal | |||
III | Progresivamente deformante | Sí | Múltiples fracturas al nacimiento |
Deformidad progresiva de miembros | |||
Estatura baja severa | |||
IV | Enfermedad de Ekman-Lobstein | No | Presentación tardía |
Se trata de una secundigesta de 25 años, con un parto eutócico previo (con anterior pareja), que acude para estudio ecográfico en las 21 semanas. Durante la exploración se identifican ambos huesos fémures extremadamente acortados (medida inferior a p5). A la exploración detallada se identifican fracturas diafisiarias a nivel de ambos huesos. (fig. 1). El resto de los huesos largos, así como columna y costillas se identifican íntegros con tamaño y ecoestructura dentro de la normalidad. Tras los hallazgos, el progenitor se identifica afecto de OI tipo I. Ante los antecedentes referidos, siendo esta una condición hereditaria, y los hallazgos ecográficos, se estableció el diagnóstico de sospecha de OI. El feto presentó una evolución favorable no identificándose nuevas fracturas y con crecimiento de ambos fémures. A las 38 semanas nació un recién nacido de 2.420g, mediante cesárea electiva por presentación de nalgas y riesgo de traumatismo fetal, confirmándose el diagnóstico prenatal.
Caso clínico 2Una primigesta de 22 años acude a estudio morfológico a las 22 semanas, donde se identifican múltiples fracturas en ambas extremidades inferiores con acortamiento de ambos miembros (fig. 2). No existían otras fracturas. El padre se encontraba afecto de OI tipo I, habiendo sufrido 120 fracturas durante toda su vida. Tras realizar el asesoramiento oportuno, la pareja decidió interrumpir la gestación. Confirmándose mediante estudio genético del espécimen la presencia de OI.
DiscusiónLa OI se trata de un grupo heterogéneo de trastornos, caracterizados por anomalías del colágeno tipo I que interfieren en el proceso normal de osificación ósea5. La clasificación más utilizada es la radiológica de Sillence que distingue cuatro tipos (I-V)6. La OI tipo II, denominada «letal perinatal» es la más frecuentemente diagnosticada en periodo prenatal, debido a la gravedad de lesiones que produce en el feto7. Sus manifestaciones prenatales serían: identificación defectuosa de la calota craneal, imagen inusualmente «clara» del encéfalo fetal, aplanamiento craneal al presionar con el transductor, tórax pequeño, múltiples fracturas costales, huesos largos fracturados, acortados y curvados. De forma evolutiva puede producirse disminución en los movimientos fetales y deglutorios con el consiguiente polihidramnios7. En nuestros dos casos, el diagnóstico se realizó de un tipo I de OI. Esta variante rara vez es diagnosticada intraútero, ya que al presentar un comportamiento más benigno suele debutar con fracturas en la vida postnatal8,9. Ecográficamente presenta fracturas aisladas en huesos largos, y a diferencia de los tipos II y III, no presenta fracturas costales ni afección de la calota fetal. La ecografía tridimensional nos permite identificar con claridad las estructuras óseas y así poder valorar las fracturas de un modo más completo, aunque no aporta un mejor diagnóstico que la ecografía bidimensional10. En los casos más severos de OI se debe realizar diagnóstico diferencial con hipofosfatasia, acondrogénesis y displasia tanatofórica11.
El pronóstico varía según el tipo de OI, ya que los hallazgos intrauterinos y el momento de diagnóstico cambia dependiendo de cada tipo. En el caso diagnosticado en nuestra unidad, la evolución fue muy favorable, existiendo un adecuado crecimiento de los huesos fracturados12.
ConclusionesLa identificación de un acortamiento y curvatura ósea en un feto puede ser debida a OI. La identificación de fracturas en el feto nos debe hacer pensar en esta condición. Si bien normalmente los casos más severos (II y III) son los que se diagnostican intraútero, las OI tipo I pueden ser diagnosticadas al identificar fracturas a nivel de huesos largos pero no costales. Es fundamental el consejo genético tras el diagnóstico de esta enfermedad, ya que la evolución y el pronóstico varían con el tipo de OI.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.