Quiero expresar gratitud, a modo de primeras palabras, al iniciarme por primera vez, como director de Diálisis y Trasplante, en las páginas de nuestra revista, órgano oficial de la Sociedad Española de Diálisis y Trasplante (SEDYT).
En primer lugar, mi más profundo agradecimiento al presidente Dr. Sebastián Cerezo y, en su extensión, a todos los miembros de la Junta Directiva de la SEDYT, por la confianza expresada en mi persona.
Además, agradecer al anterior director, Dr. Ángel Sánchez-Casajús, su dedicación a la Revista, la transmisión de sus consejos sobre la publicación y haber propuesto mi nombramiento.
No es difícil llegar al convencimiento de que la propuesta me ha supuesto una enorme ilusión. Asimismo, he de comentar que este agradable sentimiento se acompaña de la obligada responsabilidad de la designación. Y no es complicado entender esta dualidad.
Responsabilidad por lo que es y significa la revista biomédica Diálisis y Trasplante como órgano de expresión de la SEDYT. Es una revista española de biomedicina, con un espíritu europeo y abierto, y una publicación que canaliza la mayor parte de los trabajos e inquietudes científicas de nuestros socios y de autores científicos sobre nefrología, y en particular sobre diálisis y trasplante.
La revista debe consolidarse en el ámbito estatal y ha de convertirse en uno de los órganos de expresión científica más importantes de España y en habla hispana o español, y por ello debemos tender puentes con América. La apuesta con una nueva editorial (DOYMA) debe brindar nuevas metas y crear una misión más amplia y moderna de la difusión de la diálisis y el trasplante dentro de los profesionales de la salud. El rigor científico y la claridad de los artículos han de ser una constante en el contenido de la Revista. Los autores de habla española han de considerar a Diálisis y Trasplante como el vehículo más adecuado para la difusión de sus trabajos científicos.