El día 13 de octubre del presente año, la Real Academia Sueca de las Ciencias otorgó el premio Sveriges Riksbank en Ciencias Económicas al economista francés Jean Tirole, siendo éste el septuagésimo quinto en recibir dicho galardón en estas ciencias y el segundo francés en ser laureado con tan significativa presea. La ocasión de la premiación al trabajo de este economista se debió principalmente a sus análisis sobre el poder de mercado y la regulación, centrándose en cómo entender y generar un marco de política industrial para los mercados que poseen unas cuantas empresas dominantes. Este artículo esbozará los principales logros académicos que ha tenido Tirole, como punto uno, y se dará una opinión de las reacciones de la prensa internacional ante tal distinción en la sección dos. Un comentario final cierra esta breve nota.
IAspectos biográficos y académicosJean Tirole nació en el año 1953 en Troyes, Francia. Estudió ingeniería en la Ecole Polytechnique (París) y en la Ecole Nationale des Ponts et Chaussées, donde obtuvo sus grados en 1976 y 1978, respectivamente. Después de migrar hacia Estados Unidos, realizó su doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (mit) -bajo la supervisión de Erik Maskin-, titulándose en 1981 con la tesis Essays in Economic Theory. Después de obtener este título fue investigador en la École Nationale des Ponts et Chaussées (hasta 1984), profesor asociado de economía en el MIT (entre 1984 y 1992), Taussig Visiting Professor of Economics en la Universidad de Harvard (1989), profesor en la Ecole Polytechnique (1994-1996), profesor visitante en las Universidades de Lausanne y en Wuhan y visiting scholar en las Universidades de Stanford (1983) y Princeton (2002).
Entre sus actividades directivas Tirole fue editor asociado de la revista Econometrica (1984-1989), miembro y presidente (1998) de la Sociedad Econométrica (1991-1999) y de la Asociación Económica Europea (2001); fue miembro del Consejo Superior de Ciencia y Tecnología (2006-2009) y ocupó el cargo de director de la Escuela de Economía de Toulouse en 2007-2009. Actualmente es el presidente de la Fundación Jean-Jacques Laffont, ocupa el cargo de director en la Institut d’Economie Industrielle (idei), es miembro de la Toulouse Sciences Economiques (tse) y del Comité Ejecutivo del Instituto de Estudios Avanzados en Toulouse (iast), por citar los más importantes.
Durante su vida como investigador Tirole ha publicado más de una centena de artículos de alta calidad en economía y finanzas, así como nueve libros, entre los cuales destacan: La teoría de la organización industrial (donde se desarrolla gran parte del trabajo que lo llevó a ser galardonado), Teoría de juegos (en coautoría con Drew Fundenberg), La teoría de las finanzas corporativas y Competencia en telecomunicaciones (en coautoría con Jean-Jacques Laffont); respecto a Laffont cabe resaltar que él ha sido una pieza fundamental en un gran número de trabajos del nuevo Nobel. Algunas de sus principales investigaciones se centran en los campos de organización industrial, bancaria, financiera y de economía psicológica. En lo tocante al fenómeno particular de la especulación, lo ha problematizado formalizando diversos ángulos de la hipótesis de los agentes racionales
Aunado a su reciente distinción, Tirole ha sido galardonado con diversos honores. Por ejemplo, la Universidad Libre de Bruselas le otorgó en 1989 el doctorado Honoris Causa, misma mención que la London Business School le otorgó en 2007. Recibió el Premio “Fronteras del Conocimiento en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas” en 2008, así como el premio Yrjö Jahnsson de la Asociación Económica Europea en 1993 y el “Premio por Servicios Distinguidos del Centro de Investigaciones de Utilidad Pública” (Universidad de Florida) en 1997. Por otra parte, el francés es miembro honorario extranjero de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias y de la Asociación Económica Estadounidense.
IIPrincipales consideraciones del comité nobelEl análisis que Tirole realiza en gran parte de su obra se centra en estudiar aquellas firmas que poseen poder de mercado, obteniendo con esto una teoría sobre cómo el gobierno debe manejar los conglomerados o carteles presentes en los diversos mercados para dar solución a los problemas de colusión. Tirole propone un conjunto de reglas de política, entre las que destacan el encapsulamiento de los precios monopólicos y la prohibición de conglomeración entre competidores, al tiempo que se incentiva la cooperación entre firmas con diferentes posiciones en el valor de la cadena productiva.
Tirole ha argumentado que mientras la colusión en la determinación de precios de un mercado puede ser dañina, la cooperación en materia de patentes puede generar diversos beneficios; ante este escenario, es posible concluir que la mejor regulación debe ser cuidadosa al momento de adoptar las especificaciones propias de cada industria. Uno de los problemas de la regulación es la falta de información sobre las firmas así como los costos y calidad de bienes y servicios que las empresas proporcionan.
Los editores de la revista británica The Economist mencionaron que Tirole desarrolló, de una manera novelesca, las dificultades que la regulación enfrenta al administrar los mercados en los que existen oligopolios. En concordancia con el autor, se resaltó que el manejo de la competencia es difícil y que los reguladores de las políticas industriales tendrán dificultades para conseguir buenos resultados. Concluyeron que el trabajo de Tirole ha sido un comienzo refrescante así como una guía indispensable para la formación de políticas de este corte. Por otra parte, el Financial Times expuso que Tirole ha sido rígido con el papel que ha jugado el gobierno y los reguladores en las finanzas mundiales, particularmente en la crisis del euro. Al respecto, Tirole ha comentado que las crisis recientes se han originado por una laxa supervisión prudencial para el caso de la crisis global financiera y por la débil supervisión del gobierno europeo, lo que precipitó la caída.
De acuerdo con The New York Times el gobierno estadounidense ha tomado seriamente el trabajo de Tirole para su política antimonopolio. En la década de los setenta diversas cortes y reguladores rechazaron la idea de que las compañías podrían incrementar su poder de mercado por medio de la adquisición de sus proveedores. El trabajo del economista francés pone en tela de juicio la proposición antes mencionada ya que logró reunir evidencia suficiente de que dichas decisiones podrían traer consecuencias negativas, con lo cual se articuló una teoría unificada que ha probado su influencia. El diario menciona que el francés no siempre ha sido un partidario de la regulación recordando la licitación federal de Visa y MasterCard en 1998 por prevenir que los bancos lanzaran tarjetas American Express, estas compañías citaron en su comparecencia el trabajo de Tirole, el cual mostró que dichas reglas de pertenencia eran benéficas.
Comentarios finalesLas diversas contribuciones en los diferentes campos en los que se extienden sus investigaciones son de suma importancia dentro de la coyuntura económica que se vive en la actualidad (como los temas referentes a la economía ambiental). Esas mismas contribuciones han favorecido al establecimiento de los llamados “microfundamentos” que se aplican a la macroeconomía moderna -sobre todo de la llamada “corriente principal”. Tan reconocido es el trabajo de Tirole que ésta es la primera vez después de treinta años que el premio Nobel se concede a un microeconomista que ha trabajado temas de regulación, por citar un ejemplo. La recepción en los medios internacionales ha sido bastante positiva, ya que sus aportaciones han permitido generar alternativas de política para la regulación de mercados imperfectos con empresas dominantes, entre otras cosas.