Objetivos: La enfermedad macrovascular es la causa más frecuente de morbilidad y de mortalidad en los pacientes con diabetes mellitus. El objetivo es estudiar su prevalencia y la asociación a otros factores en diabéticos tipo 1 de larga evolución.

Material y métodos: Se recogieron datos clínicos y analíticos de 102 pacientes diabéticos tipo 1 (DM1), seguidos en nuestro centro durante un mínimo de 40 años. El análisis estadístico se realizó con SPSS versión 20.

Resultados: La muestra está formada por 55 hombres y 47 mujeres, con una edad media al diagnóstico de 18,4 años (± 10,1). En el momento de finalizar el seguimiento, el tiempo medio de evolución de la enfermedad fue de 46,9 (± 5,8) años. Durante la evolución de la enfermedad, presentaron macrovasculopatía 47 pacientes (46,1%), de los cuales 16 (15,7%) desarrolló enfermedad cerebrovascular (13 presentaron un ictus sin secuelas y 3 con secuelas), 26 pacientes (25,5%) fueron diagnosticados de cardiopatía isquémica (11 tratados mediante colocación de stent y 15 mediante bypass) y 27 pacientes (26,5%) de arteriopatía obliterante periférica. La media de años de evolución de la diabetes al diagnóstico de cardiopatía isquémica fue 36,6 (± 8,4) y la de ECV 41,6 (± 9,3). Para valorar la relación de la macroangiopatía con el control glucémico, se realizó la media de las determinaciones anuales de HbA1c en los años 2000, 2005, 2010 y 2015. Se observa una tendencia hacia unas mejores cifras de HbA1c en los pacientes sin macroangiopatía, más pronunciada en los años 2000 y 2005 (p = 0,018 y p = 0,013). Los pacientes con macroangiopatía presentan asociación estadísticamente significativa a la HTA (p = 0,020), no se observa relación con la dislipemia y el tabaquismo. Tampoco se encontraron diferencias significativas respecto a los años de evolución de la enfermedad, ni por la edad al diagnóstico. En cuanto al desarrollo de nefropatía, el 68% (n = 32) de los pacientes con macroangiopatía presenta afectación renal, mientras que sólo el 30,9% (n = 17) pacientes sin macroangiopatía la desarrolla, siendo esta asociación estadísticamente significativa (p = < 0,001). Esta relación con los eventos macrovasculares, se mantiene respecto a la presencia de microalbuminuria (p = 0,001). Además, el 74,5% (n = 41) de los pacientes sin macroangiopatía presenta una función renal normal, mientras que sólo el 51,1% (n = 24) de los pacientes con macroangiopatía la conserva. También encontramos diferencias significativas respecto a la asociación con la retinopatía (p = 0,047) y a la polineuropatía (p = 0,002). La presencia de macroangiopatía se asocia a una mayor proporción de exitus (p = 0,005).

Conclusiones: La macrovasculopatía es muy prevalente en DM1 de largo tiempo de evolución y una causa muy importante de mortalidad. La enfermedad macrovascular se asocia al desarrollo de todas las complicaciones microangiopáticas, por lo que el cribado y diagnóstico precoz de las mismas es fundamental.