Introducción: La perspectiva de género en salud es aquel enfoque que reconoce cómo factores biológicos, sociales y culturales influyen en la salud de mujeres y hombres de manera diferencial. La evidencia demuestra cómo las diferencias de género afectan a la salud, y el Grupo de Trabajo Mujeres y Diabetes de la SED propone avanzar en la comprensión y el abordaje de las desigualdades de género en diabetes. El informe Salud y Género (2022) reconoce que las mujeres tienen diferente riesgo de desarrollar diabetes, y que existe un retraso medio de 4,5 años en su diagnóstico. Las fases del ciclo menstrual generan necesidades fisiológicas específicas y condicionan la respuesta al tratamiento farmacológico (Sandín, 2011), factores con frecuencia obviados en el abordaje clínico. Ser mujer y tener diabetes son dos factores que aumentan el riesgo de desarrollar otras enfermedades cardiovasculares y genitourinarias, así como depresión, ansiedad, trastornos del sueño y trastornos de conducta alimentaria (Dizewa, 2023; Sartorius, 2018). Tradicionalmente el abordaje diferencial de la diabetes se centra en el proceso de gestación, pero la diabetes tiene un impacto significativo en muchas otras dimensiones de la salud física y mental de la mujer desde la infancia hasta la vejez. Factores de desigualdad social y cultural como la brecha económica de género, la carga de trabajo no remunerado, o responsabilidades de cuidado familiar, también generan barreras de acceso a la atención médica, limitan la adherencia al tratamiento y dificultan los cambios en el estilo de vida para una adecuada gestión de la diabetes (Llamas-Saez, 2023; Trujillo-Olivera, 2011). Al reconocer las diferencias biológicas, sociales y culturales, buscamos sensibilizar a la comunidad científica y a los profesionales de la salud sobre la importancia de incorporar la perspectiva de género en la investigación, práctica clínica y educación en diabetes. Proponemos estrategias específicas, como: i) Revisar la literatura científica actual para destacar las diferencias de género y promover investigaciones que consideren estas diferencias en la diabetes, incluyendo la respuesta al tratamiento y la gestión de la condición de salud; ii) Desarrollar materiales y programas educativos que aborden las necesidades específicas de las mujeres con diabetes, tanto para profesionales de la salud como para pacientes; iii) Reclamar y proporcionar servicios de apoyo emocional y psicológico que aborden la perspectiva de género de la diabetes, considerando el impacto diferencial en hombres y mujeres.

Conclusiones: El GT Mujeres y Diabetes propone un enfoque integral de una atención sanitaria sensible al género que promueva el bienestar físico, mental y social de mujeres y hombres con diabetes, instando a la comunidad científica y a las y los profesionales de la salud a adoptar enfoques más inclusivos y personalizados para mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta condición de salud.