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Vol. 55. Núm. 5.
Páginas 223-225 (mayo 2008)
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Desnutrición caloricoproteínica grave tras bypass gástrico
Severe Protein-Calorie Malnutrition After Gastric Bypass
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Pablo Abellán Galianaa,
Autor para correspondencia
pabloabellan@comv.es

Dr. P. Abellán Galiana. Servicio de Endocrinología y Nutrición. Hospital Universitario La Fe. Avda. de Campanar, 21. 46009 Valencia. España.
, María Antonia Pérez-Lázaroa, Rosa Cámara Gómeza, Juan Francisco Merino-Torresa, José Luis Ponce Marcob, Francisco Piñón Sellesa
a Servicio de Endocrinología y Nutrición. Hospital Universitario La Fe. Valencia. Valencia. España
b Unidad de Cirugía Endocrino-Metabólica. Hospital Universitario La Fe. Valencia. España
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Tabla 1. Parámetros analíticos al año de la cirugía bariátrica
Tabla 2. Factores que favorecen la desnutrición proteínica
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La cirugía bariátrica da lugar a una pérdida de peso que perdura y mejora las comorbilidades de la obesidad mórbida. Pueden darse complicaciones tras ella, la mayoría nutricionales y de carácter leve, pero en algunos casos pueden ser graves y comprometer la vida del paciente. Se presenta el caso de una mujer de 50 años en quien se desarrolló desnutrición caloricoproteínica grave tras cirugía bariátrica y que precisó que se revirtiera la intervención. Se discuten los factores que dieron lugar a la desnutrición y las opciones de tratamiento.

Palabras clave:
Obesidad mórbida
Cirugía bariátrica
Bypass gástrico
Desnutrición caloricoproteínica

Bariatric surgery achieves lasting weight loss and improves the comorbidities associated with morbid obesity. After surgery, patients can develop complications, mainly mild nutritional alterations. However, in some patients, complications can be serious and lifethreatening. We present the case of a 50-year-old woman who developed severe protein-calorie malnutrition after bariatric surgery, which required surgical reversion. The factors leading to malnutrition in this patient and the treatment options are discussed.

Key words:
Morbid obesity
Bariatric surgery
Gastric bypass
Protein-calorie malnutrition
Texto completo
INTRODUCCIÓN

La gastroplastia vertical con bypass intestinal es un tratamiento eficaz para la obesidad mórbida. Produce una pérdida de peso rápida y mantenida y mejora las comorbilidades de la obesidad1-4. Esta técnica no está exenta de complicaciones; en su mayoría son leves y relacionadas con alteraciones nutricionales1, 5, 6, aunque en un pequeño porcentaje de casos pueden ser graves e incluso comprometer la vida del paciente7. Se presenta el caso de una mujer con obesidad mórbida en la que se desarrolló desnutrición caloricoproteínica grave tras la cirugía bariátrica (CB) y precisó que se revirtiera la intervención.

CASO CLÍNICO

Mujer de 50 años, hipertensa, con obesidad mórbida (índice de masa corporal [IMC]=46,9) de 23 años de evolución, remitida al servicio de endocrinología y nutrición para decidir la realización de CB por no conseguirse reducción de peso tras seguir múltiples dietas hipocalóricas. En el estudio prequirúrgico se detectó dislipemia mixta, hernia de hiato, colelitiasis e hiperparatiroidismo secundario por deficiencia de vitamina D (25-OH-vitamina D, 14,5 ng/ml; paratirina [PTH], 110 pg/ml). Se pautó atorvastatina 20 mg/día, colecalciferol 400 UI/día y carbonato cálcico Correspondencia: Dr. P. Abellán Galiana. 2.500 mg/día. El servicio de psiquiatría diagnosticó un síndrome ansioso-depresivo que no contraindicaba la cirugía, y recomendó controles periódicos en un centro de salud mental, pero la paciente no acudió.

Se realizó una gastroplastia vertical con derivación gastroyeyunal: asa alimentaria de 250 cm (desde el estómago a la anastomosis yeyunoyeyunal terminolateral), asa aferente de 125 cm (desde duodeno a la anastomosis yeyunoyeyunal) y canal común de 125 cm (desde la anastomosis yeyunoyeyunal a ciego). El postoperatorio transcurrió sin complicaciones. Fue dada de alta con suplementos vitamínicos orales (Multicentrum®) y omeprazol. Se realizó un seguimiento trimestral, intercalando las revisiones del servicio de endocrinología con las programadas por el servicio de cirugía endocrina. A los 6 meses de la CB, se detectó deficiencia de cinc y ácido fólico, que se trató con suplementos orales: Acfol® 1 al día (5 mg/día), Muticentrum® 2 al día, Mastical® 1 al día, Hidroferol choque® en dosis única (25-0H-D3, 180.000 UI). Un mes después, cuando el IMC era 29,7, presentaba proctalgia y aumento del número de deposiciones, de consistencia líquida. El estudio parasitológico fecal y el cribado de celiaquía fueron negativos. Se halló un pólipo posterior izquierdo, hemorroides internas y aftas en el ciego que mostraban inflamación inespecífica en la biopsia. Se pautaron medidas dietéticas, que no modificaron la diarrea.

Al año de la CB acudió al servicio de urgencias por traumatismo craneoencefálico de grado I tras cuadro sincopal. Refería además astenia, persistencia de diarrea con heces líquidas, proctalgia, intolerancia al frío, hiporexia y dolor abdominal exacerbado tras las comidas, por lo que había disminuido la ingesta. En la exploración física destacaban: IMC=24,2, disminución de la grasa malar, alopecia, eventración supraumbilical no reductible, atrofia y debilidad muscular, edema en las piernas y la pared abdominal y úlceras por decúbito en la región sacra y sobre el trocánter derecho. La tabla 1 recoge el estudio analítico realizado. La ecografía abdominal y la tomografía computarizada (TC) abdominopelviana mostraron edema generalizado en el tejido celular subcutáneo. En la gastroscopia se observó una úlcera en la zona anastomótica de 2 cm de diámetro, de la que no se realizó biopsia porque había signos de sangrado reciente. Se inició nutrición parenteral y tratamiento con omeprazol intravenoso. A las 4 semanas, el IMC era 18,8, persistía la diarrea, la gastroscopia no mostraba signos de mejoría de la úlcera y los parámetros nutricionales volvieron a empeorar al iniciarse la nutrición enteral. Por ello se decidió revertir el bypass gastroyeyunal y tratar quirúrgicamente la úlcera de boca anastomótica. En la intervención se evidenció edema de pared intestinal.

Tabla 1.

Parámetros analíticos al año de la cirugía bariátrica

  Valor  Valores de referencia 
Albúmina (g/dl)  2,32  3,5-4,5 
Transferrina (mg/dl)  36  200-400 
Prealbúmina (mg/dl)  5,9  17-42 
PFR (mg/dl)  3-6 
ICA (%)  66 
Colesterol total (mg/dl)  74  50-250 
Triglicéridos (mg/dl)  86  50-160 
Potasio (mEq/l)  2,9  3,5-5,5 
Magnesio (mg/dl)  1,66  1,7-2,7 
Cobre (mg/dl)  55  80-140 
Cinc (mg/dl)  31  70-130 
Hierro (mg/dl)  12  39-47 
Ferritina (ng/dl)  571  18-300 
Capacidad de fijación de hierro (mg/dl)  90  240-400 
IST (%)  13  17-38 
Ácido fólico (ng/ml)  10,4  3-17 
Vitamina A (mg/dl)  42-68 
Vitamina B12 (pg/ml)  894  200-900 
25 di(OH)-vitamina D (ng/ml)  25,5  9-37,6 
Vitamina E (mg/dl)  16,3  8,6-13 
Calcio (mg/dl)  7,92  8,5-10,5 
Fósforo (mg/dl)  1,8  2,7-4,5 
PTH (pg/ml)  60,5  16-87 
Calcio en orina (mg/24 h)  189  150-250 
Fósforo en orina (mg/24 h)  148,5  400-1.000 
Hemoglobina (g/dl)  8,8  14-18 
Hematocrito (%)  26,6  42-54 
VCM (fl)  95  80-90 
Índice de Quick (%)  63,21  70-100 
Tiempo de protrombina (s)  15,3  4-14 

ICA: índice creatinina-altura (depleción leve, > 80%; moderada, 60-80%; severa, < 60%); IST: índice de saturación de transferrina; PFR: proteína fijadora del retinol; PTH: paratirina; VCM: volumen corpuscular medio.

Tras la reconversión de la cirugía hipoabsortiva, la diarrea cedió gradualmente. En el postoperatorio presentó un edema agudo de pulmón, una neumonía intrahospitalaria y un cuadro depresivo reactivo a su situación clínica y a problemas familiares, que dificultaron la recuperación. En la actualidad, 1 año después, la paciente se encuentra asintomática y sus parámetros nutricionales se han normalizado (proteínas totales, 7,88 g/dl; albúmina, 4,53 g/dl, y prealbúmina, 22 mg/dl), no hay deficiencias de vitaminas y el IMC es 26,1.

DISCUSIÓN

La CB es el tratamiento más eficaz a largo plazo en el manejo de la obesidad, cuando han fracasado las terapias convencionales, y además logra mejoría de las comorbilidades1-4. Sin embargo, la CB conlleva riesgos importantes que obligan a realizar una selección y una evaluación preoperatorias minuciosas8. Las causas más frecuentes de mortalidad son las fugas anastomóticas (50%) y la embolia pulmonar (30%)1. La mortalidad global en CB se estima en un 0,1-2%9-11, mientras que en el bypass gástrico es del 0,5%2. La edad avanzada, el sexo masculino y la falta de experiencia del cirujano son factores que aumentan el riesgo relativo de mortalidad11.

El seguimiento a largo plazo tras la CB tiene varios objetivos, entre los que se encuentran prevenir y diagnosticar de forma precoz las posibles deficiencias nutricionales, de las que las más frecuentes son las de hierro, vitamina B12, calcio y folato5, 12-14. Las alteraciones nutricionales se originan por la mala absorción y la disminución de la ingesta secundaria a la aparición de saciedad precoz, vómitos, aversiones alimentarias, sobre todo hacia la carne, y trastornos de la conducta alimentaria.

La desnutrición calórica se produce cuando el paciente pierde más peso de lo previsto. Es poco frecuente y puede deberse a vómitos, trastornos de la conducta alimentaria o complicaciones quirúrgicas que intensifican la mala absorción, como las fístulas.

En la mayoría de los casos, el déficit proteínico se reduce a una hipoalbuminemia leve (3-3,5 mg/dl) que suele resolverse con consejo dietético y suplementos proteínicos5. La desnutrición proteínica es una complicación grave que se caracteriza por astenia, caída de cabello, mayor susceptibilidad a las infecciones, y edemas que pueden condicionar una falsa ganancia ponderal15. Se suele diagnosticar durante el primer año tras la cirugía y hay varios factores, algunos relacionados con la técnica quirúrgica, que favorecen que se produzca (tabla 2)7. Su incidencia tras el bypass gástrico es menor del 1%16, aunque alcanza el 4,7% en algunas series7.

Tabla 2.

Factores que favorecen la desnutrición proteínica

Mal cumplimiento de la dieta prescrita con disminución de la ingesta proteínica 
Vómitos de causa orgánica o por trastornos de la conducta alimentaria 
Sobrecrecimiento bacteriano 
Longitud del asa hipoabsortiva (diarrea) 
Reservorio gástrico muy pequeño 
Cuadro depresivo 
Concomitancia de cirugía mayor, infecciones o neoplasias 

En principio, la diarrea que presentaba nuestra paciente es atribuible a una disminución de la superficie intestinal absortiva tras la CB. Tras el bypass, la diarrea suele aparecer de forma precoz, y aunque puede considerarse "deseable" para la pérdida de peso, también contribuye al desarrollo de deficiencias de micronutrientes y vitaminas liposolubles, lo que obliga a la reconversión del bypass en algunas ocasiones16. Si las diarreas son persistentes, pueden dar lugar a proctitis y/o fisuras anales16.

Las úlceras de boca anastomótica tras CB aparecen en un 0,6-13% de los casos, y su incidencia disminuye reduciendo el tamaño del estómago residual17. El dolor ulceroso puede ser tan intenso que cause sitofobia, con lo que se disminuye la ingesta de alimentos. Los inhibidores de la bomba de protones, con o sin sucralfato, son el tratamiento de elección. La cirugía estaría indicada ante la persistencia del dolor o sangrado recurrente a pesar del tratamiento médico17.

En nuestro caso, la paciente tenía además un cuadro depresivo que se acompañó de falta de interés en seguir los consejos nutricionales y el tratamiento pautado.

La combinación de todos los factores mencionados (diarrea, falta de ingesta por sitofobia y depresión, y mal cumplimiento del tratamiento) sería la causa de la aparición del cuadro de desnutrición caloricoproteínica que habría ido agravándose progresivamente hasta el grado de anasarca. El edema de pared intestinal que se produjo contribuyó, además, a intensificar la mala absorción y el grado de desnutrición.

Inicialmente la desnutrición caloricoproteínica se trata con dieta rica en proteínas, aunque puede ser necesario apoyo con nutrición enteral, sola o en combinación con dieta oral o tratamiento parenteral5, 7. En caso de falta de respuesta estaría indicada la reconversión del bypass. Ésta se realizó en nuestra paciente al fallar el tratamiento conservador con nutrición enteral y parenteral, y en presencia de una úlcera de boca anastomótica y diarreas persistentes.

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