El hígado es la primera “estación” que se encuentran los alimentos tras ser absorbidos; por tanto, este órgano se transforma en el gran regulador de la nutrición en cualquier sujeto. La desnutrición acompaña a casi un 70% de los pacientes con cirrosis, influyendo esta situación en la morbimortalidad postrasplante. La valoración nutricional de estos pacientes es difícil, la medición del pliegue tricipital y la circunferencia muscular del brazo han demostrado ser dos parámetros útiles. En los pacientes con trasplante hepático, una de las pruebas de mayor fiabilidad es el test de valoración subjetiva global (Subjective Global Assessment Test, SGA). Algunos de los parámetros antropométricos se han relacionado directamente con la mortalidad, la circunferencia muscular del brazo (por debajo del percentil 25 demuestra ser un marcador de mortalidad con una supervivencia del 87% de los pacientes, frente a un 100% cuando el percentil es superior a 25).
La utilidad del soporte nutricional pretrasplante ha sido escasamente investigada. Se ha demostrado que la utilización de preparados enriquecidos en aminoácidos ramificados disminuye la estancia hospitalaria. Existen trabajos en los que se ha comparado la nutrición enteral mediante yeyunostomía frente a la nutrición parenteral tras el trasplante, que demuestran que el grupo de nutrición enteral inició el aporte nutricional de forma más temprana, sin hallarse diferencias significativas en otros parámetros.
Por tanto, el soporte nutricional, antes y después del trasplante hepático, debe convertirse en tratamiento prioritario en este grupo de pacientes.
Liver is the first station in the way of nutrients, it is the regulator of nutrient homeostasis. Undernutrition is present in 70% of cirrhotic patients, with a main role in liver transplantation. Tricipital skinfold and midarm circumference are two useful parameters in the nutrition assessment of these patients. In liver transplantation one of the most accurate test is Subjective Global Assessment T est (SGA). Some parameters have been related with mortality in these patients, midarm muscle circumference under 25 percentil with a survival rate of 87% against 100% in patients with percentil > 25.
The utility of nutrition support before liver transplantation is an unknown area with few studies. In some patients, supplementation with branchedchain amino acid-enhanced formulas decrease hospital stays. After liver transplantation enteral nutrition by jejunostomy tube may introduce early caloric intake than parenteral nutrition, without differences with others outcomes.
In conclusion, nutritional support, before and after liver transplantation, must be a main point in the treatment of these patients.