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Vol. 63. Núm. 3.
Páginas 106-112 (marzo 2016)
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Vol. 63. Núm. 3.
Páginas 106-112 (marzo 2016)
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Prediabetes y pronóstico clínico de los pacientes con cardiopatía isquémica y revascularización coronaria percutánea
Prediabetes and coronary artery disease: Outcome after revascularization procedures
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Juan Francisco Cueva-Recaldea,b,
Autor para correspondencia
franciscocueva@hotmail.com

Autor para correspondencia.
, José Ramón Ruiz-Arroyoa, Francisco Roncalés García-Blancoa,b
a Servicio de Cardiología, Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España
b Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón), Zaragoza, España
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Tabla 1. Variables de estudio en la población general y según cohortes de estudio
Tabla 2. Variables resultado en la población general y según las cohortes de estudio
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Resumen
Objetivo

Determinar si la prediabetes, a largo plazo, se asocia a un mayor riesgo de eventos cardiovasculares en pacientes con cardiopatía isquémica y revascularización coronaria percutánea.

Método.

Cohortes retrospectivo. De los procedimientos de revascularización realizados durante 2010 se seleccionaron aquellos sin diagnóstico de diabetes y con determinación de hemoglobina glucosilada. Se constituyeron 2 grupos: prediabetes (5,7-6,5%) y control (<5,7%). Se registraron variables demográficas, clínicas e intervencionistas. Los objetivos de estudio fueron mortalidad, ingresos hospitalarios, infarto de miocardio (IM) y procedimientos de revascularización.

Resultados

Los sujetos de estudio fueron 132 (hombres 82,6%; edad 65,26±12,46). No se encontraron diferencias significativas en las variables demográficas, clínicas ni intervencionistas. La prevalencia de prediabetes fue 40,2%. El 64,1% de los casos de revascularización se debieron a IM con elevación de ST. Tras un seguimiento de 42,3±3,6 meses no se encontraron diferencias entre prediabetes y control en mortalidad total: 5,4% vs 1,9% (riesgo relativo [RR]: 2,86, intervalo de confianza del 95% [IC 95%]): 0,27-30,44, p=0,56), mortalidad no cardiovascular: 2,7% vs 1,9% (RR: 1,43, IC 95%: 0,93-22,18, p=0,79), ingresos de cualquier causa: 19% vs 25% (RR: 1,13, IC 95%: 0,73-1,73, p=0,57), IM: 3% vs 1% (RR: 4,28, IC 95%: 0,46-39,52; p=0,30) ni revascularización de la lesión tratada: 3% vs 6% (RR: 0,70, IC 95%: 0,18-2,61, p=0,72).

Conclusiones

En pacientes sometidos a revascularización coronaria la presencia de prediabetes, definida según valores de hemoglobina glucosilada, no se asocia a un incremento de eventos cardiovasculares a largo plazo.

Palabras clave:
Prediabetes
Síndrome coronario agudo
Revascularización coronaria
Intervencionismo coronario percutáneo
Abstract
Objective

To assess the long-term association between prediabetes and an increased risk of cardiovascular events in patients with coronary artery disease and percutaneous coronary intervention (PCI).

Methods

A retrospective cohort study. We searched our database to identify all PCI procedures performed in 2010. Patients with no diabetes and HbA1c measurement in the index hospitalization were enrolled and divided into two groups based on HbA1c value: 5.7–6.5% for prediabetes and <5.7% for controls. Demographic, clinical, and procedure-related variables were recorded. Study endpoints were mortality, hospital admissions, myocardial infarction (MI), and revascularization procedures.

Results

The study population consisted of 132 subjects (82.6% males, age: 65.26±12.46 years). No difference was found as regards distribution of demographic, clinical, and procedure-related variables. A majority (64.1%) of PCI procedures were performed for ST-segment elevation MI. Prevalence of prediabetes was 40.2%. After a mean follow-up period of 42.3±3.6 months, no differences were found in outcomes between the prediabetes and control groups in total mortality (5.4% vs 1.9%; relative risk [RR] 2.86, 95% confidence interval [95% CI] 0.27–30.44; P=.56), non-cardiovascular mortality (2.7% vs 1.9%; RR 1.43, 95% CI 0.93–22.18; P=.79), hospital admissions (19% vs 25%; RR 1.13, 95%CI 0.73–1.73; P=.57), MI (3% vs 1%; RR 4.28, 95%CI .46–39.52; P=.30), or target lesion revascularization (3% vs 6%); RR .70, 95%CI .18–2.61; P=.72).

Conclusions

Prediabetes, as determined by HbA1c (5.7%-6.5%), is not associated with long-term adverse cardiovascular outcomes in patients with CAD and PCI.

Keywords:
Prediabetes
Coronary artery disease
Myocardial Revascularization
Acute coronary syndrome
Texto completo
Introducción

La cardiopatía isquémica (CI) es la causa de muerte más común alrededor del mundo, sumando aproximadamente 7 millones de fallecimientos cada año, 12,8% del total. En Europa se estima que uno de cada 6 hombres y una de cada 7 mujeres morirán a causa de CI1. En España representa la primera causa de muerte en hombres y la segunda en mujeres. En cuanto a morbilidad, el número de altas hospitalarias con diagnóstico de infarto agudo de miocardio (IAM) en 2010 fue de 129.9442.

La medida más efectiva para afrontar este problema sanitario es la prevención cardiovascular. El 50% de la reducción en la mortalidad atribuida a CI se debe a la detección y control de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV). Sin embargo, cuando un paciente desarrolla la enfermedad es necesario tratarlo de manera efectiva, y actualmente la mayoría de las lesiones coronarias son abordables mediante intervencionismo coronario percutáneo con implante de stents. La complicación más común a largo plazo es la reestenosis del mismo3,4. Existen varios factores asociados; en registros de pacientes en los que se implantaron stents convencionales (bare metal stent [BMS]) se han identificado variables inherentes a la anatomía coronaria, al tipo de lesión y a las características del procedimiento; entre ellas destacan: lesiones largas (>20mm), longitud del stent implantado, vasos de pequeño tamaño (<3mm) y lesiones en bifurcación3,4.

Además existen otras condiciones asociadas, como el sexo femenino, la diabetes mellitus (DM), la hipertensión arterial, el índice de masa corporal, la enfermedad renal crónica y la enfermedad coronaria multivaso. De los anteriores la asociación con DM ha sido constante en las diferentes publicaciones. Específicamente se ha demostrado un 30-50% de reestenosis con BMS, y aunque con el uso de stents liberadores de fármaco estas cifras han disminuido, los pacientes diabéticos continúan presentando mayor incidencia de reestenosis5.

Estos datos reflejan el impacto que tiene la DM en este grupo, más aún cuando se estima que existen entre 170 y 194 millones de personas con DM. En España la prevalencia es del 13,8%, existiendo un 11,6% de personas en riesgo de desarrollar DM26,7.

Este último subgrupo engloba a lo que se conoce como prediabetes8. Los criterios diagnósticos de alteración de tolerancia a la glucosa y alteración de glucosa basal han cambiado a lo largo de las últimas décadas9,10, pero de forma reciente, en 2010, la American Diabetes Association ha empleado la medición de hemoglobina glucosilada (HbA1c) para definir la prediabetes, con valores entre 5,7-6,4%6. Epidemiológicamente la prediabetes representa un problema significativo; ya en 2010 en Europa existían 65 millones de prediabéticos11,12. Desde el punto de vista fisiopatológico, el estado de prediabetes se relaciona con resistencia a la insulina y disfunción de las células beta13,14.

La prediabetes se ha asociado a otros FRCV y a un aumento del riesgo cardiovascular total. El estudio DECODE15 demostró que la prediabetes se asocia a un incremento del riesgo de muerte de causa coronaria y por causa cardiovascular. El impacto pronóstico de la HbA1c en CI se ha constatado en un reciente metaanálisis con un total de más de 11.000 pacientes (estudio ARIC), siendo su asociación con mortalidad mucho más significativa en pacientes sin diagnóstico establecido de DM16. Adicionalmente se han publicado datos de alrededor de 900 pacientes con 14 años de seguimiento que señalan que individuos sanos con prediabetes, según valores de HbA1c, tienen mayor riesgo de desarrollar CI17.

De esta manera, parece plausible creer que los pacientes con revascularización coronaria que además presenten prediabetes constituyan un subgrupo poblacional con mayor número de eventos cardiovasculares. En la literatura existen datos limitados con resultados opuestos a corto y largo plazo. Timmer et al.18, en un estudio observacional retrospectivo de 4.176 pacientes no diabéticos con síndrome coronario agudo (SCA) con elevación del ST (SCACEST), demostraron asociación entre cifras crecientes de HbA1c y mortalidad a largo plazo, tras dividir a la población en cuartiles. Sin embargo, la mortalidad a 30 días fue similar. Chan et al.19 estudiaron prospectivamente una cohorte de 317 pacientes diabéticos con SCA, dividiéndolos en 2 grupos según cifras de HbA1c, usando un umbral de 7%. No se encontraron diferencias de pronóstico clínico a los 6 meses. La mayoría de los pacientes presentaron SCA sin elevación de ST (SCASEST). Posteriormente, Lazzeri et al.20 incluyeron en un estudio a 518 pacientes no diabéticos con SCACEST remitidos a angioplastia primaria y dividieron los grupos con un punto de corte de HbA1c de 6,5%. No se encontraron diferencias respecto a pronóstico a corto ni a largo plazo. Cicek et al.21 realizaron un estudio prospectivo, unicéntrico, con 374 pacientes con SCACEST; tras determinar el valor de HbA1c dividieron a la población en 3 grupos: <5,6%, 5,7-6,4% y >6,5%. El grupo en rango de DM presentó mayor mortalidad intrahospitalaria, sin diferencias entre quienes presentaban o no diagnóstico previo de DM. El grupo de prediabetes reportó mayor tasa de eventos cardiovasculares en comparación con el grupo sin prediabetes. De forma más reciente Tian et al.22 publicaron un análisis post-hoc de un estudio prospectivo, multicéntrico desarrollado en China, con una población de SCACEST referida para angioplastia primaria; incluyeron 608 pacientes y determinaron el pronóstico a los 7 y 30 días. Se formaron 3 grupos de acuerdo a HbA1c: <5,6%, 5,7-6,4% y >6,5%. No se encontraron diferencias significativas en mortalidad e IAM a los 7 y 30 días.

Es por esto que se planteó el presente trabajo con el objetivo de determinar si los pacientes con cardiopatía isquémica sometidos a revascularización coronaria percutánea y prediabetes representan una población con mayor riesgo de eventos cardiovasculares a largo plazo.

Métodos

Estudio de cohortes retrospectivo. Se revisó la base de datos de la Sección de Hemodinámica del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa para identificar aquellos pacientes con implante de stent intracoronario en 2010. Los criterios de inclusión fueron: mayor de 18 años, implante de stent durante 2010 y tener una determinación de HbA1c durante su ingreso. Los criterios de exclusión fueron: diagnóstico de DM2 y valores de HbA1c en rango de DM2.

Los grupos de estudio fueron definidos según el valor de HbA1c: «prediabetes» entre 5,7-6,4% y «no prediabetes»<5,7%. Se verificaron las variables resultado (mortalidad, ingresos hospitalarios, infarto de miocardio y procedimientos de revascularización)23 para poder estimar la asociación. Para la recolección de datos se emplearon los informes de procedimiento, los valores de laboratorio se tomaron de la historia clínica. Las variables resultado se verificaron a través de la intranet del hospital, que permite acceso a los datos sanitarios en la comunidad autónoma.

Para el análisis estadístico se realizó la descripción de las variables demográficas en la muestra total, y en cada cohorte, con medidas de tendencia central (media) y desviación estándar para las variables cuantitativas; y porcentajes para las variables categóricas. Posteriormente se procedió a la búsqueda de diferencias en la distribución de las variables, entre las 2 cohortes de estudio. Tras determinar normalidad mediante el test de Kolmogórov-Smirnov se empleó el test de la «t» de student para variables cuantitativas, y el test de Chi cuadrado y el test exacto de Fischer para variables categóricas; en caso de no comprobarse normalidad se utilizó U de Mann-Whitney. Posteriormente, se continuó con la determinación de la incidencia de las variables resultado, tras lo cual se calculó el riesgo relativo y su respectivo intervalo de confianza, de prediabetes respecto a las variables resultado. Se utilizó SPSS versión 15. Dado que no se realizó ningún tipo de intervención no se requirió de consentimiento informado. Se firmó un convenio de confidencialidad con el hospital.

Resultados

Según los criterios de inclusión y la disponibilidad de los datos requeridos, se analizaron 132 pacientes, 226 stents coronarios. Tras la exclusión de aquellos casos en los que los datos analíticos fueron insuficientes (n=40) se obtuvo una proporción de prediabetes del 40,2%, constituyéndose las cohortes: prediabetes (n=37) y no prediabetes (n=55).

Las características demográficas y los antecedentes personales se muestran en la tabla 1. Al estudiar la distribución de las variables en las cohortes de estudio no se observó diferencias significativas entre los grupos.

Tabla 1.

Variables de estudio en la población general y según cohortes de estudio

  Población total (n=132)  Cohortes de estudio 
    PreDM (N=37)  No preDM (N=55)  Valor de p 
Variables demográficas
Hombres (%)  109 (82,60)  31 (83,80)  47 (85,50%)  0,87 
Edad (años)  65,26±12,46  63,59±11,80  65,00±13,14  0,60 
Antecedentes
HTA (%)  61 (46,20)  19 (51,40)  24 (43,60)  0,46 
Dislipidemia (%)  65 (49,20)  21 (56,80)  25 (45,50)  0,28 
Tabaquismo (%)  60 (45,50)  15 (40,50)  27 (49,10)  0,41 
IAM previo (%)  21 (15,90)  8 (21,60)  8 (14,50)  0,38 
ACV previo (%)  4 (3,00)  2 (3,60)  0,24 
EAP (%)  3 (2,30)  1 (2,70)  1 (1,80)  0,77 
IC (%)  3 (2,30)  1 (2,70)  2 (3,60)  0,79 
ICP previa (%)  8 (6,10)  2 (5,40)  2 (3,60)  0,69 
ISR previa (%)  3 (2,30)  1 (2,70)  1 (1,90)  0,78 
CABG previo (%)  1 (0,80)  1 (2,70)  0,22 
Factores de riesgo cardiovascular
Glucosa basal (mg/dl)  106,89±41,35  101,10±15,06  101,40±19,07  0,93 
HbA1C (%)  5,57±0,33  5,81±0,14  5,42±0,17  <0,01 
LDL (mg/dl)  96,94±34,11  106,23±38,38  93,31±29,52  0,07 
HDL (mg/dl)  35,24±9,53  32,14±8,10  32,40±8,23  0,42 
Colesterol (mg/dl)  157,82±40,07  167,56±44,49  152,29±36,13  0,07 
Triglicéridos (mg/dl)  129,49±58,92  131,52±53,40  127,40±80,66  0,06 
Creatinina (mg/dl)  1,06±0,66  0,88±0,17  1,05±0,38  0,49 
Condición clínica de la revascularización
SCA (%)  113 (85,60)  34 (91,90)  48 (87,30)  0,48 
SCACEST (%)  75 (64,10)  24 (70,60)  31 (60,80)  0,35 
FEVI (%)  52,51±11,93  57,05±9,90  47,76±13,52  0,32 
FEVI<30% al alta (%)  8 (6,10)  1 (2,70)  4 (7,30)  0,34 
TnI pico (ng/ml)  31,33±37,43  30,65±39,03  35,86±38,43  0,75 
CKMB pico (mg/dl)  215,35±380,25  122,20±117,6  191,02±208,44  0,48 
CK pico (mg/dl)  1659,2±2342,4  1225±1320,7  1679,4±1940,7  0,84 
Características de coronariografía e ICP
TCI (%)  7 (5,30)  2 (5,40)  2 (3,60)  0,68 
DA (%)  87 (65,40)  21 (56,80)  37 (67,30)  0,30 
Cx (%)  52 (39,10)  14 (37,80)  20 (36,40)  0,88 
CD (%)  74 (56,10)  24 (64,90)  25 (45,50)  0,06 
OCT (%)  4 (2,00)  1 (2,70)  1 (1,90)  0,78 
Enfermedad de un vaso (%)  66 (50,40)  18 (48,60)  32 (58,20)  0,36 
Vasos enfermos (%)  1,68±0,77  1,52±0,68  1,44±0,58  0,23 
Vasos tratados (%)  1,32±0,55  1,19±0,40  1,28±0,45  0,73 
Lesiones tratadas (%)  1,41±0,67  1,33±0,48  1,32±0,55  0,55 
Bifurcación (%)  6 (28,60)  2 (3,60)  0,37 
Stents implantados (%)  1,73±0,87  1,81±0,81  1,48±0,65  0,11 
BMS (%)  137 (62,20)  26 (70,30)  32 (58,20)  0,28 
Stent>28mm longitud (%)  40 (30,70)  11 (29,70%)  16 (29,10)  0,94 
Stent<2,75 diámetro (%)  31 (24)  3 (8,10)  12 (21,80)  0,93 
Posdilatación (%)  27 (13,90)  6 (16,20)  8 (14,50)  0,82 

ACV: accidente cerebrovascular; BMS: baremetal stent-stent convencional; CABG: coronary artery bypass graft-cirugía de revascularización coronaria; CD: arteria coronaria derecha; Cx: arteria circunfleja; DA: arteria descendente anterior; EAP: enfermedad arterial periférica; FEVI: fracción de eyección del ventrículo izquierdo; HbA1c: hemoglobina glucosilada; HDL: high density lipoprotein-lipoproteína de alta densidad; HTA: hipertensión arterial; IAM: infarto agudo de miocardio; IC: insuficiencia cardiaca; ICP: intervencionismo coronario percutáneo; ISR: in-stent restenosis-reestenosis intrastent; LDL: low density lipoprotein-lipoproteína de baja densidad; OCT: oclusión crónica total; PreDM: prediabetes; SCA: síndrome coronario agudo; SCACEST: síndrome coronario agudo con elevación del ST; TCI: tronco coronario izquierdo; TnI: troponina i.

Cabe destacar el alto componente de revascularización coronaria en el contexto de SCACEST (64,1%); sin embargo, con escasa proporción de repercusión significativa en la función sistólica del ventrículo izquierdo al alta. Dado que los casos corresponden al año 2010, mayoritariamente se implantaron BMS (62,2%), con limitada presencia de lesiones largas (30,7%) o de pequeño vaso (24%).

En las variables resultado (tabla 2 y fig. 1), en general, tras un seguimiento medio de 42,37±3,65 meses se produjo una baja tasa de eventos de mortalidad, infarto de miocardio o revascularización, con una mayor ocurrencia de ingresos hospitalarios. La mortalidad en el grupo de prediabetes fue del 5,4%, mientras que en el grupo sin prediabetes fue del 1,9% (riesgo relativo [RR]: 2,86, intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0,27-30,44, p=0,56). No se pudo analizar la mortalidad cardiaca debido a que todos los casos se produjeron en los casos excluidos del análisis de cohortes; de forma similar tampoco fue posible estudiar la mortalidad vascular dada la ausencia de eventos en el grupo sin prediabetes. La mortalidad no cardiovascular no presentó diferencias (RR: 1,43, IC 95%: 0,93-22,18, p=0,79). La baja tasa de eventos en la muestra explica la amplitud de los IC.

Tabla 2.

Variables resultado en la población general y según las cohortes de estudio

  Total (n=132)  Cohortes de estudio 
    PreDM (n=37)  No preDM (n=55)  Valor de p 
Variables resultado
Mortalidad total (%)  9 (7,00)  2 (5,4)  1 (1,90)  0,56 
Mortalidad cardiaca (%)  6 (4,70) 
Mortalidad vascular (%)  1 (0,80)  1 (2,70)  0,41 
Mortalidad no CV (%)  2 (1,6)  1 (2,70)  1 (1,90)  0,79 
Ingresos total (%)  60 (46,50)  19 (51,40)  25 (45,50)  0,57 
Ingresos cardiacos (%)  28 (21,50)  8 (21,60)  16 (29,10)  0,42 
Ingresos vascular (%)  6 (4,70)  2 (5,40)  2 (3,60)  1,00 
Ingresos no CV (%)  27 (20,90)  10 (27,80)  8 (14,50)  0,12 
IAM posterior (%)  5 (4,20)  3 (8,60)  1 (1,90)  0,30 
TLR (%)  9 (7,00)  3 (8,60)  6 (12,20)  0,72 
TVR (%)  7 (5,90)  2 (5,4)  5 (10,20)  0,69 
Otra revascularización (%)  9 (7,00)  3 (8,60)  6 (12,20)  0,72 

CV: cardiovascular; DM: diabetes mellitus; IAM: infarto agudo de miocardio; NS: no significativo; PreDM: prediabetes; TLR: target lesion revascularization-revascularización de lesión tratada.

Figura 1.

Variables resultado.

(0.1MB).

El estudio de los ingresos hospitalarios no arrojó diferencia entre cohortes; ingresos total RR: 1,13, IC 95%: 0,73-1,73, p=0,57; ingresos de causa cardiaca RR: 0,74, IC 95%: 0,35–1,55, p=0,42; Ingresos de causa vascular RR: 1,48, IC 95%: 0,21-10,09, p=1,00; ingresos de causa no cardiovascular RR: 1,91, IC 95%: 0,83-4,37 p=0,12.

Las tasas de infarto de miocardio y de revascularización en el seguimiento fueron similares en los 2 grupos. IAM RR: 4,28, IC 95%: 0,46-39,52, p=0,30; revascularización de lesión tratada RR: 0,70, IC 95%: 0,18-2,61, p=0,72; revascularización del vaso tratado RR: 0,56, IC 95%: 0,11-2,72, p=0,69; otra revascularización RR: 0,70, IC 95%: 0,18-2,61, p=0,72.

Discusión

La relación entre HbA1c y enfermedad cardiovascular ya ha sido establecida. La HbA1c es un factor de riesgo de mortalidad cardíaca y también de mortalidad por cualquier causa, tanto en pacientes diabéticos como no diabéticos24-26. Selvin et al.16 determinaron glucemia basal y HbA1c en 11.092 pacientes sin antecedentes de DM ni de enfermedad cardiovascular, y tras un seguimiento medio de 14 años encontraron una asociación significativa de HbA1c con enfermedad cardiovascular e ictus, incluso con valores <6,5%.

Cuando nos centramos en pacientes con CI, específicamente con SCACEST, que es un grupo poblacional de elevado riesgo, es de vital importancia identificar todas las condiciones que puedan contribuir a aumentar esta condición. En este sentido la DM, y por extensión las alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono, han sido uno de los principales objetivos de estudio, más aún cuando se ha reportado una prevalencia de DM no conocida de entre 9,2 -10,1% en grupos de pacientes con SCACEST27.

Trabajos previos han reportado la asociación de la glucemia determinada en el momento del ingreso con mortalidad intrahospitalaria y eventos cardiovasculares adversos mayores a largo plazo28. Sin embargo, existen ciertos aspectos que han limitado la utilización de la glucemia, como por ejemplo la relación temporal con la última ingesta. Por otro lado, la respuesta fisiopatológica que desencadena la enfermedad coronaria puede incrementar de manera considerable los valores séricos de glucosa29. Estas circunstancias han dado paso al uso de la HbA1c.

Gustafsson et al.30, dentro del análisis del estudio OPTIMAAL, clasificaron a 2.346 pacientes sin antecedentes de DM en 3 grupos, según HbA1c: <4,9%, 4,9-5,1% y >5,1% y observaron un aumento progresivo de la mortalidad a largo plazo (2 años y 6 meses) siendo del 13%, 17% y 22% respectivamente. Respecto a nuestro estudio esta población presentó mayor mortalidad, lo cual está en estrecha relación con el hecho de que aproximadamente el 60% de los pacientes recibieron fibrinólisis, en lugar de intervencionismo coronario percutáneo, como método de reperfusión.

Cuando comparamos nuestros resultados con los de Timmer et al.18 observamos que la mortalidad total en nuestra serie es mucho menor (10% vs. 3,2%), considerando un tiempo de seguimiento cercano a los 3 años en ambos grupos. De igual manera, la supervivencia en los pacientes con los valores más bajos de HbA1c es inferior a la de nuestro estudio. La única diferencia entre las poblaciones es la mayor presencia de IAM en el territorio de arteria descendente anterior en la serie de Timmer et al.18, lo cual podría relacionarse con infartos de mayor extensión y, por consiguiente, de peor pronóstico. Estas circunstancias pueden explicar los hallazgos contrapuestos.

Chan et al.19 no encontraron diferencias con un seguimiento de 6 meses; sin embargo, al haber utilizado como punto de corte un valor de HbA1c de 7%, las comparaciones con nuestra serie son poco apropiadas, ya que se toman en cuenta pacientes con DM. Llama la atención la alta mortalidad en el grupo con HbA1c<7%, la cual llega a ser del 7,3% considerando todas las causas, y del 4% considerando las causas cardiovasculares; más aún cuando los casos de SCACEST representaron únicamente el 26,2%. Se debe señalar que su población presentaba mayor edad y mayor prevalencia de FRCV.

El trabajo de Lazzeri et al.20 arroja resultados similares a los nuestros. La población se compone únicamente por SCACEST y utilizan el mismo punto de corte de HbA1c (6,5%). En las 2 series la repercusión del IAM, expresada como disminución de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo, es pequeña.

En nuestra población de estudio, constituida principalmente por SCACEST, no se halló relación entre prediabetes y pronóstico a largo plazo en pacientes con revascularización coronaria mediante ICP, pese a que se trata de una cohorte con riesgo cardiovascular significativo. Sin embargo, esta ausencia de asociación puede deberse a la baja tasa de mortalidad encontrada y al número de sujetos estudiados. Otra de las limitaciones de este proyecto consiste en el carácter unicéntrico y retrospectivo. Por otro lado, es importante destacar como fortaleza el hecho de que se han estudiado un gran número de factores clínicos, demográficos e intervencionistas con capacidad de confusión.

Es necesario citar que los trabajos previos que han mostrado relación con mortalidad están constituidos por poblaciones con mayor carga de FRCV, IAM de mayor entidad o que recibieron fibrinólisis como tratamiento de reperfusión, lo que podría indicar que son estos factores los que han influido en el pronóstico. Pese a las limitaciones señaladas anteriormente, podemos afirmar que la prediabetes no se asocia a un peor pronóstico clínico en pacientes con características similares a las de nuestra serie.

Tomando en cuenta todos estos resultados, pero principalmente los trabajos de Cicek et al.21 y Tian et al.22, la evidencia parece apuntar a que no existe relación entre prediabetes y pronóstico a corto plazo en pacientes sometidos a revascularización coronaria percutánea, especialmente en SCACEST.

La proporción de prediabetes encontrada en nuestro trabajo (40,2%) es muy cercana a la reportada por Cicek et al.21 y por Tain et al.22, con un rango entre 29,9-44,1%.

Parece existir suficiente evidencia para no modificar el tratamiento de fase aguda del SCA, tanto médico, farmacológico como intervencionista, de los pacientes con prediabetes que vayan a ser sometidos a procedimientos de revascularización coronaria, ya que no se ha demostrado mayor riesgo de eventos cardiovasculares intrahospitalarios. Respecto al pronóstico a largo plazo aún existen controversias, aunque estas se derivan de la selección de los pacientes. De todas maneras, no se debe menospreciar la utilidad y necesidad del cribado de alteraciones del metabolismo de hidratos de carbono en este subgrupo de pacientes de alto riesgo, con el objetivo de poner en marcha intervenciones que frenen la progresión hacia DM31.

Conclusiones

En nuestra muestra de pacientes sometidos a revascularización coronaria, la presencia de prediabetes definida según valores de HbA1c, no se asoció a un incremento de eventos cardiovasculares a largo plazo. De todas maneras, y aunque estos hallazgos coinciden con otros publicados previamente, es necesario realizar estudios prospectivos con un universo mayor de sujetos de estudio.

Conflicto de intereses

Ninguno.

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Este trabajo ha sido realizado en colaboración con el Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, en el marco del Máster Oficial de Riesgo Cardiovascular.

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