Thionamide preparations are highly effective in normalizing thyroid function in Graves' disease. They are usually used as primary therapy for 12 to 24 months in the hope that they will induce disease remission. If hyperthyroidism recurs after stopping thionamide, a more definitive mode of therapy is usually used such as surgery or radioactive iodine. However some patients are persistently treated with thionamide either because other therapeutic modalities are contraindicated or because of patient or physician preference, which could increase the risk of a thyroid storm. We present the case of a patient who presented a thyroid storm during treatment with methimazole.
Las tionamidas son fármacos muy eficaces para controlar el hipertiroidismo de la enfermedad de Graves-Basedow. Habitualmente se emplean como tratamiento de primera línea y se mantienen durante 12 a 24 meses con el objetivo de inducir una remisión de la enfermedad. En caso de recurrencia tras su suspensión, los pacientes son habitualmente tratados mediante radioyodo o cirugía, lo que supone una resolución definitiva del hipertiroidismo. Sin embargo, algunos pacientes son tratados de forma persistente con estos fármacos, bien por presentar alguna contraindicación para otras modalidades terapéuticas, o bien por la preferencia del paciente o de su médico responsable. Esta alternativa terapéutica puede asociarse a un mayor riesgo de crisis tirotóxica. Se presenta el caso de una paciente que presentó una crisis tirotóxica durante el tratamiento con metimazol.