Este número representa el último de nuestro año de trabajo durante la presidencia del Dr. Antonio Manrique. Muchos retos enfrentamos y muchos más habrán de presentarse. Este año también representa el cierre del tercero de nuestra participación como miembros del Comité Editorial de Endoscopia.
De acuerdo a los resultados crudos, nuestro balance es positivo pero insuficiente. En un comparativo, este año hemos mejorado en importantes rubros: se han publicado más trabajos originales comparativamente con años previos, se incluyeron menos trabajos solicitados por invitación, se publicaron un mayor número de trabajos presentados en nuestro congreso anual y tenemos menor dependencia de un solo centro (y por lo tanto de un solo grupo de autores).
Se debe mencionar que en el primer año de nuestra gestión, un único grupo de trabajo produjo el 65% (26/40) de los artículos publicados y aunado a que 15% (6/40) fueron trabajos por invitación, significa que sólo el 20% (8/40) de los trabajos publicados en nuestro primer año en el Comité Editorial fueron producto del trabajo de otros centros (que no necesariamente de miembros de la AMEG ya que se incluyeron trabajos extranjeros no solicitados). De estos 8 trabajos, 3 fueron «consensos». Las cosas mejoraron ligeramente en este rubro durante el segundo año cuando este único centro publicó el 49% (18/37) de la producción de la revista que junto con un 19% (7/37) de trabajos enviados por invitación directa, arrojaron una producción de nuestra comunidad científica del 32% (12/37) del contenido total de Endoscopia. Para el tercer año la participación de este único centro se limitó aun más al caer al 34% (12/35) de las publicaciones y al observarse por primera vez que estudios presentados en la Reunión Anual de la AMEG se lograran publicar como extensos en algún número de Endoscopia. Estos últimos datos debemos tomarlos con cautela ya que la disminución del número de trabajos provenientes del Departamento de Endoscopia del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) solo refleja la disminución temporal de la necesidad de trabajos para completar los números de la revista ocasionada por la publicación de trabajos de la Reunión de San Cristóbal de las Casas lo cual es la primera vez que ocurre, y no necesariamente demuestra alguna tendencia a mayor colaboración sistemática por nuestros autores.
Es de llamar la atención que los centros que más publican, después del centro con el primer lugar, sólo producen 2 trabajos por año para nuestra revista y que sólo uno de estos centros ha demostrado constancia a lo largo de estos tres años (Hospital McGregor). Esa constancia refleja un interés genuino en su trabajo científico y no sólo en el asistencial. En el tercer año, otros 3 centros publicaron al menos 2 trabajos en Endoscopia, de verdad esperamos que esto sea producto del inicio de un programa constante de investigación y publicación de estos centros y no sólo sea producto del interés particular de algún residente que estará sólo un par de años en alguno de esos centros y que con el término de su residencia acabe el interés por la investigación y publicación de estos otros centros. Otra lamentable posibilidad es que estas publicaciones solo sean producto de trabajos realizados para lograr un título y que representen esfuerzos aislados no sistematizados.
Como podemos inferir de lo anterior, la existencia de programas de investigación con el objetivo de publicación es prácticamente nula en nuestro medio endoscópico y esto no sólo se puede afirmar por la casi inexistente participación en Endoscopia, además sólo basta echar un vistazo a PubMed y buscar información sobre prácticamente cualquiera de los endoscopistas de nuestro medio. El número de miembros de la AMEG con alguna publicación en revistas con factor de impacto >2 que haya sido producido en su propio centro es extremadamente bajo ya que la mayoría de aquellos de estos autores que aparecen en alguna revista de este nivel, lo han hecho gracias a su aparición casi accidental en alguna publicación realizada durante estancias temporales en el extranjero y que al regresar a sus centros de origen no logran reproducir. Es común que estos autores aparezcan como colaboradores en trabajos repletos de apellidos extranjeros. Son casi inexistentes los trabajos producidos por autores mexicanos, realizados en centros nacionales y publicados en revistas «top» como Endoscopy, GIE, Gastroenterology, American Journal of Gastroenterology, Surgical Endoscopy o Clinical Gastroenterology and Hepatology. Debemos entender que ningún programa de investigación y producción de trabajos científicos debuta en estas revistas mencionadas y que todo programa de este tipo lleva tiempo. En algún sitio deben empezar a publicar estos grupos e iniciar ese largo proceso de aprendizaje que significa que una vez terminado un trabajo de investigación se inicie el escrito del manuscrito en extenso, se envié a revisión por pares, se reciban las primeras críticas y se realicen las primeras correcciones para volver a enviar y repetir el ciclo hasta lograr el objetivo de publicación: un trabajo de investigación que no se publica es como si nunca se hubiera iniciado. A este grupo reducido de autores les hacemos un llamado para que consideren enviar sus trabajos a nuestra revista Endoscopia, que al igual que ellos, está en una etapa de inicio con un objetivo de superación constante y a largo plazo con objetivos claros.
Editores de Endoscopia
Dr. Félix Ignacio Téllez Ávila
Dr. Ángel Andrés Reyes Dorantes
Dr. Teófilo Pérez Corona