Sr. Editor:Y. pseudotuberculosis es un bacilo gramnegativo con una amplia distribución mundial, que se ha aislado en una gran variedad de animales1. En el hombre no son abundantes los procesos atribuidos a Y. pseudotuberculosis, siendo la linfadenitis mesentérica en niños la forma más frecuente de presentación2. Las formas septicémicas descritas en la literatura son escasas3 y con frecuencia afectan a pacientes con problemas de base como cirrosis hepática, hemocromatosis o diabetes. Puede provocar también manifestaciones clínicas atípicas como nefritis intersticial, linfadenitis supurativa, prostatitis crónica y adenitis cervical. El desarrollo de bacteriemia y absceso hepático por el genero Yersinia no es infrecuente, si bien la especie implicada suele ser Y. enterocolitica4,5 y la afectación hepática presentarse como múltiples y pequeños abscesos6. A continuación se expone el caso de un paciente diabético que presentó bacteriemia y absceso hepático por Y. pseudotuberculosis.
Varón de 68 años, ex fumador de 20 cigarrillos al día que vivía en un ambiente urbano, sin contacto habitual con animales excepto con un gato doméstico. Presentaba un cuadro de 2 meses de evolución de anorexia y pérdida de 12 kg y 5 días antes del ingreso comenzó con picos febriles (hasta 39,4 °C). Tras detectársele ambulatoriamente una glucemia capilar de 400 mg/dl fue remitido a nuestro hospital, donde se le realizaron los primeros análisis y se descartó un cuadro hiperosmolar o de cetoacidosis. En los análisis de sangre el hemograma fue normal destacando una glucosa de 298 mg/dl (tras 2 dosis de insulina); FA, 152 U/l; GGT, 115 U/l; VSG, 101 mm/h, y ferritina, 1.921 μg/l con sideremia, 22 μg/dl; transferrina, 101 mg/dl, e índice de saturación de transferrina, 15%. Los marcadores tumorales y de autoinmunidad fueron negativos, así como las serologías de Brucella, Coxiella burnetii, Mycoplasma pneumoniae, Treponema, Toxoplasma, y virus de Epstein-Barr (VEB), de la inmunodeficiencia humana (VIH), de la hepatitis B (VHB) y C (VHC) y Borrelia. Durante el ingreso se extrajeron dos series de hemocultivos y en uno de ellos, tras 48 h de incubación, se aisló Y. pseudotuberculosis que se mostró sensible a betalactámicos, quinolonas, aminoglucósidos, tetraciclinas y cotrimoxazol. Se inició tratamiento con amoxicilina-ácido clavulánico 1 g/8 h por vía intravenosa. Mediante ecografía abdominal y tomografía computarizada (TC) se detectó un absceso hepático de 12 cm de diámetro mayor, con alguna pequeña lesión satélite, que se drenó percutáneamente (dejando catéter pig-tail 10 F) y del que se aisló Y. pseudotuberculosis con idéntico antibiotipo al aislado del hemocultivo. Se aumentó la dosis de antibiótico a 2 g/8 h por vía intravenosa. En un control ecográfico realizado a los 8 días se observó disminución del absceso y contenido aéreo, por lo que se retiró el drenaje. El paciente evolucionó de forma favorable siendo dado de alta a los 19 días de ingreso. En un control ambulatorio se le realizó un enema opaco que mostró divertículos a nivel de sigma y colon descendente.
Nuestro paciente presentaba diabetes mellitus que, según Ljungberg et al3, es el segundo factor de riesgo más importante, tras las alteraciones del metabolismo del hierro. No hemos podido confirmar la fuente de infección, aunque los gatos son un reservorio habitual y pueden eliminarla en sus heces1. La identificación microbiológica se hizo mediante pruebas bioquímicas manuales y por los paneles MicrosScan® Neg y API20E que, tras incubación a 37 °C, dieron una lectura correcta a las 48 y 24 h, respectivamente. Además se demostró la presencia del antígeno PsaA tras cultivo a pH 67 y se confirmó la identificación como Y. pseudotuberculosis serotipo O:1 en el Centro Nacional de Microbiología. Y. pseudotuberculosis se ha descrito como sensible a los antibióticos que se emplean habitualmente en el tratamiento de las septicemias, pero aun así está asociada a un 75% de mortalidad8, lo cual seguramente se debe más a las características del paciente (enfermedades de base, complicaciones, etc.) que a la propia Yersinia. En nuestro caso, el paciente evolucionó bien tras el tratamiento con amoxicilina-ácido clavulánico; sin embargo, hay autores que recomiendan el uso de fluorquinolonas, aminoglucósidos, doxiciclina o ceftriaxona3.
Agradecimientos
Agradecemos al Servicio de Enterobacterias del Centro Nacional de Microbiología (Majadahonda) la identificación y serotipificación de la cepa y al Dr. Díaz, del Servicio de Microbiología de la Clínica Universitaria de Navarra (Pamplona), la demostración del PSA.
NOTA
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RELACIÓN DE SERIES ACREDITADAS:
"Puesta al día en Métodos Microbiológicos para el Diagnóstico Clínico"
Disponible en http://www.doyma.es/eimc/formacion
17 enero / 31 marzo 2005