Introducción
La infección por virus del dengue es la arbovirosis más frecuente en el mundo, con alta incidencia en Asia, África, América Central y del Sur 1. Se estima que anualmente se producen cerca de 100 millones de infecciones por este virus, principalmente en las áreas tropicales y subtropicales infestadas por sus vectores, las especies de mosquito Aedes aegypti y Aedes albopictus. Entre 1956 y 1989, más de 2,5 millones de casos de dengue hemorrágico (DH) con 42.751 muertes asociadas fueron comunicados a la Organización Mundial de la Salud (OMS) 2. En Colombia la incidencia de dengue ha sido fluctuante con tendencia al incremento, llegándose a notificar, sólo en el primer semestre de 2003, 28.065 casos de dengue clásico (DC) y 2.500 de DH en todo el país 3.
El espectro clínico del dengue es amplio. La mayoría de los individuos que enferman por virus dengue finalmente sufren DC, enfermedad autolimitada usualmente sin complicaciones 4. Sin embargo, una proporción variable de pacientes evoluciona hacia el DH, en el que aparecen hemorragias espontáneas, disminución del recuento de plaquetas y signos de extravasación del plasma como aumento del hematócrito debido a la hemoconcentración 5.
En su tratamiento, el paciente con dengue requiere reposo, una adecuada ingesta de fluidos para compensar las pérdidas por diarrea o vómito, analgésicos y antipiréticos. Se recomienda el uso de paracetamol (acetaminofeno) pero no el de la aspirina debido a que puede afectar la función plaquetaria 6.
La dipirona es un medicamento del grupo de las pirazolonas, con muy buena actividad analgésica y antipirética. Aunque es un fármaco bien tolerado y con muy baja toxicidad aguda, la dipirona puede producir reacciones adversas graves especialmente deprimiendo la médula ósea y generando anemia aplástica y agranulocitosis, de curso a veces fatal, de origen probablemente inmunológico o idiosincrático 7-10.
Pocos estudios se han realizado para evaluar la eficacia y seguridad de la dipirona 11. Específicamente, no hay datos sobre la utilización de este medicamento en las fiebres hemorrágicas. El objetivo del presente estudio, es determinar el efecto de la administración temprana de dipirona, sobre la gravedad del dengue.
Métodos
Diseño. Estudio de cohorte prospectiva.
Población de estudio
Mayores de 12 años de edad con diagnóstico confirmado de dengue, quienes consultaron a las instituciones de salud del área metropolitana de Bucaramanga (departamento de Santander, Colombia), durante los meses de abril de 2003 hasta enero de 2004.
Criterios de inclusión
Pacientes con síndrome febril agudo de menos de 96 h de evolución e infección aguda por virus del dengue confirmada mediante aislamiento viral y/o cuadruplicación o aumento mayor de los títulos recíprocos de anticuerpos IgM contra uno o varios antígenos del virus del dengue en muestras séricas pareadas 12.
Criterios de exclusión
Estados de inmunosupresión por diabetes, sida o ingesta aguda o crónica de glucocorticoides, así como cirrosis e insuficiencia cardíaca o renal. También se excluyeron a los pacientes que al momento del ingreso ya presentaban derrames serosos, un recuento de plaquetas menor a 50.000/ml, o, que ya hubieran desarrollado DH (ver definición de Caso).
Evaluación basal
En un formato estándar se registraron al ingreso los síntomas referidos por el paciente y los medicamentos utilizados durante la enfermedad actual. El examen físico incluyó la medición de signos vitales, una prueba de torniquete y la evaluación de signos de fuga plasmática y manifestaciones hemorrágicas espontáneas. Además, se tomó un cuadro hemático (que incluye hematócrito y recuento de plaquetas).
Seguimiento
Los pacientes fueron valorados diariamente, al menos, hasta el séptimo día de calendario medido desde el inicio de la fiebre. En cada examen se evaluó sistemáticamente la presencia de derrames serosos y manifestaciones hemorrágicas (incluyendo prueba de torniquete positiva), además, se realizó una medición diaria del hematócrito. El recuento de plaquetas fue realizado al ingreso en todos los pacientes y se repetía cuando se presentaban cualquiera de los siguientes hallazgos: a) hemorragia espontánea; b) evidencia clínica de derrames serosos; c) viraje del hematócrito mayor o igual al 10%, y d) recuento de plaquetas previo inferior a 120.000/μl.
Entre las primeras 48 y 96 h de enfermedad se tomó una muestra de suero que se empleó para las pruebas de aislamiento viral y titulación de anticuerpos. Se tomó otra muestra de suero después del día 7 de enfermedad, para realizar la segunda titulación de anticuerpos.
Desenlaces
La definición de DH, aplicando los criterios de la OMS, incluyó la presencia de alguna manifestación hemorrágica (o una prueba de torniquete positiva), al menos un recuento de plaquetas inferior a 100.000/μl y evidencia de extravasación plasmática (documentada por viraje del hematócrito > 20% o la presencia de efusiones) 12. Este último criterio y la aparición de un recuento de plaquetas inferior a 50.000/μl (trombocitopenia profunda) también fueron evaluados en forma independiente como desenlaces.
Almacenamiento de los datos y análisis estadístico
La información demográfica, clínica y serológica de los pacientes, fue almacenada en una base de datos electrónica (Microsoft Excel 97, Microsoft Corp.), practicando doble digitación comparativa. Las definiciones de los desenlaces fueron aplicadas en esta base de forma sistemática a todos los pacientes. El análisis de los datos se adelantó utilizando el paquete estadístico Stata versión 5.0 (Stata Corp.). Se consideró como variable de exposición, el uso de al menos una dosis de dipirona durante las primeras 96 h de enfermedad. Para cada uno de los desenlaces se determinó el riesgo relativo asociado a la exposición, con intervalos de confianza del 95% (IC 95%) y valor de p. Además, mediante una prueba T se comparó los recuentos mínimos de plaquetas y de leucocitos hallados en cada grupo.
Resultados
Se incluyeron 110 pacientes con dengue, de los cuales 17 recibieron dipirona durante los primeros 4 días de la enfermedad. No hubo diferencias estadísticamente significativas para las variables de edad, sexo, exposición a otros medicamentos o antecedentes alérgicos (tabla 1). Las frecuencias de los síntomas referidos y los hallazgos de la primera valoración médica, fueron similares en ambos grupos (tabla 2).
Durante los días de seguimiento la presencia de fiebre después del cuarto día de enfermedad tuvo una frecuencia similar en ambos grupos. Tampoco hubo diferencias en el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) (diclofenaco e ibuprofeno) y de antihistamínicos durante el seguimiento. Ningún paciente recibió dipirona después del ingreso al estudio.
Del total de pacientes incluidos, 7 pacientes desarrollaron DH (6,36%), 17 (7 con DH y 10 con DC) mostraron evidencia de extravasación plasmática y tres (con DH) presentaron recuentos plaquetarios menores a 50.000/μl. Ningún paciente falleció durante la enfermedad. Comparando los pacientes con DH y DC, no hubo diferencias en las variables de edad, sexo, hallazgos clínicos en la evaluación basal y los medicamentos utilizados después del ingreso al estudio (p > 0,15 en todas las variables).
En un análisis bivariado, la exposición a dipirona se asoció con un mayor riesgo de sufrir DH y de presentar trombocitopenia profunda (< 50.000/μl). La extravasación plasmática fue más frecuente en los pacientes expuestos pero no hubo una asociación estadísticamente significativa (tabla 3).
El recuento mínimo de plaquetas documentado en los pacientes expuestos a dipirona, cuyo promedio fue de 105.588,2 plaquetas/μl, fue significativamente menor que el de los pacientes no expuestos, quienes tenían un promedio de 145.698,9 plaquetas/μl (diferencia: 40.110,69 plaquetas/μl; IC 95%: 1.597,36 a 78.624,02; p = 0,04). El recuento mínimo de leucocitos de los pacientes expuestos a dipirona (promedio: 3.000/μl) fue similar al grupo no expuesto (diferencia: 500; IC 95%: 520,4 a 1.520,4; p = 0,33).
No hubo una asociación estadísticamente significativa entre la administración de diclofenaco y el riesgo de desarrollar DH (riesgo relativo [RR]: 0,67; IC 95%: 0,14-3,31; p = 0,62) y, en el caso del ibuprofeno, ninguno de los 16 pacientes expuestos a este medicamento presentó este desenlace (RR: 0; p = 0,26). La exposición a estos AINE no representó diferencias en la intensidad de la trombocitopenia, el riesgo de fuga plasmática o en el recuento mínimo de leucocitos (datos no mostrados).
Discusión
La gravedad de la enfermedad tras la infección por el virus del dengue, es documentada mediante la presencia o ausencia de los criterios de DH propuestos por la OMS 5,6. Los resultados de este estudio muestran una mayor incidencia de DH en quienes recibieron dipirona. La comparación de las cohortes, expuesta y no expuesta a dipirona, en aspectos como los síntomas y hallazgos al examen físico de ingreso, no mostró ninguna asociación entre las características clínicas del dengue y la utilización del fármaco, descartando la influencia de variables clínicas de confusión (tabla 2).
Explorando la asociación de la dipirona con los parámetros que soportan la definición de DH, se evidencia una relación entre este medicamento y un menor recuento de plaquetas. Aunque, la extravasación plasmática fue más frecuente en los pacientes expuestos, en este aspecto no hubo una asociación estadísticamente significativa. La aparición de manifestaciones hemorrágicas no fue evaluada en este estudio de cohortes, debido a que la mayoría de los pacientes (54,5%) ya presentaban este desenlace al momento del ingreso.
La trombocitopenia es un rasgo característico del dengue 5, sin embargo, su patogenia no está totalmente esclarecida 13. Se ha sugerido que una supresión de la médula ósea inducida por el virus deprime la síntesis de plaquetas 14. Además, se ha descrito la producción de autoanticuerpos antiplaquetarios del tipo inmunoglobulina M (IgM) en pacientes con dengue, siendo mayor en los casos de DH y síndrome de choque por dengue que en quienes tienen DC. La presencia de estos autoanticuerpos genera lisis de las plaquetas por activación de la vía del complemento e inhibe la agregación plaquetaria inducida por adenosín difosfato 15.
La trombocitopenia también puede generarse como efecto adverso de diversos medicamentos. Se ha demostrado un incremento en los niveles séricos de IgG con actividad antiplaquetaria, tras la administración de algunos fármacos incluyendo análogos de la dipirona 16. A manera de hipótesis, la administración de dipirona podría acentuar los mecanismos inmunológicos implicados en la reducción plaquetaria del dengue como pareció ocurrir en la cohorte estudiada. Sin embargo, se requerirían estudios in vitro para determinar la probable interacción entre la patogenia del dengue y la respuesta inmunológica a los medicamentos empleados.
La dipirona es un fármaco ampliamente utilizado en Colombia y en otros países como Brasil, Francia, Alemania, Israel, España y Tailandia, entre otros 11. Los efectos adversos relacionados con la depresión medular han llevado a su proscripción en Estados Unidos, sin embargo, la evidencia disponible en otros escenarios, donde la dipirona muestra una incidencia muy baja de efectos adversos cuando se utiliza como analgésico 17,18, lleva a considerar que los resultados del presente estudio sólo deben extrapolarse a aquellos pacientes con diagnóstico presuntivo o confirmado de dengue, a la espera de información sobre la seguridad de la dipirona en otras patologías.
En conclusión, en el grupo de pacientes adultos con dengue la administración de dipirona en los primeros 4 días de la enfermedad, se asoció a un menor recuento de plaquetas, una mayor incidencia de trombocitopenia profunda y consecuentemente, a un mayor riesgo de DH. Mientras no se disponga de nueva información que contradiga o respalde estos hallazgos, sugerimos evitar el uso de este medicamento en los casos clínicamente indicativos de dengue.