La vigilancia de la transmisión de cepas del VIH resistentes a los fármacos antirretrovirales (AR) nos permite definir estrategias de tratamiento efectivas. En particular, la vigilancia en los pacientes con infección primaria reciente (IPR) permite conocer las características de las cepas responsables de las infecciones que se están produciendo en la actualidad. Esto ayuda a diseñar estrategias de prevención para minimizar la transmisión1. En nuestro medio, la prevalencia de transmisión de cepas resistentes (TDR) a los AR en los pacientes diagnosticados de infección por el VIH en los períodos 2002-2005 y 2006-2008, fue del 12,8 y 10,2% y en los pacientes con IPR fue del 30,8 y 8,3%, respectivamente2,3.
Con el objetivo de conocer el estado de la TDR en el último período (2009-2012) y compararlas con las de los años anteriores, se realizó un estudio y se analizaron los factores epidemiológicos relacionados con esta resistencia.
Se incluyeron 260 pacientes (94,5% del total de los diagnosticados en este período). Sesenta y siete (25,8%) pacientes se diagnosticaron de IPR, que se definió como una seroconversión documentada en los 12 meses previos o evidencia de una infección aguda. Se recogieron los datos demográficos y clínicos de la población estudiada (edad, sexo, prácticas de riesgo, inmigración, carga viral basal, recuento de CD4 y subtipo de VIH). Las pruebas de resistencia se realizaron por secuenciación genética del gen pol usando el sistema ViroSeq HIV-1® Genotyping System (Abbott Molecular). Se consideraron las mutaciones de resistencia (MR) recogidas en las recomendaciones del panel IAS-USA.
Se detectaron MR en 19 (7,3%) pacientes, 2 (3%) con una IPR y 17 (8,8%) con una infección crónica o de duración desconocida. Cinco (1,9%) pacientes presentaron alguna MR a los inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleót(s)idos (M41L, T69D, M184I, K219Q), 8 (3,1%) a los no análogos (K103N, V106M) y 7 (2,7%) a los inhibidores de proteasa (M46I/L, L90M, V82T). La MR más frecuente fue la K103N (7 pacientes; 2,7%). Ningún paciente presentó más de una mutación dentro de la misma familia, pero se detectó un caso de multirresistencia (K103N, K219Q).
En la tabla 1 se muestran las características epidemiológicas de los pacientes incluidos en el estudio y de los pacientes con MR a los AR. Se observó solo un mayor porcentaje de resistencias en la población inmigrante respecto a la nativa (p≤0,05). Los inmigrantes con MR procedían de Centro y Sudamérica (4 casos), África subsahariana (3 casos), Norte de África (un caso) e Irán (un caso).
Características epidemiológicas de los pacientes con mutaciones de resistencia a los fármacos antirretrovirales
Características | N.° (%) | Pacientes con mutaciones de resistencia | |
N.° (%) | Valor de p | ||
Sexo | |||
Varón | 231 (88,8) | 17 (7,4) | 0,773 |
Mujer | 29 (11,2) | 2 (6,9) | |
Edad | |||
≤40 años | 177 (68,1) | 11 (6,2) | 0,323 |
>40 años | 83 (31,9) | 8 (9,6) | |
Inmigrante | |||
Sí | 64 (24,6) | 9 (14,1) | 0,017 |
No | 196 (75,4) | 10 (5,1) | |
UDI | |||
Sí | 10 (3,8) | 0 (0,0) | 0,775 |
No | 250 (96,2) | 19 (7,6) | |
Homosexual/bisexual | |||
Sí | 177 (68,1) | 14 (7,9) | 0,586 |
No | 83 (31,9) | 5 (6,0) | |
Heterosexual | |||
Sí | 44 (16,9) | 1 (2,3) | 0,276 |
No | 216 (83,1) | 18 (8,3) | |
Otro factor de riesgo | |||
Sí | 29 (11,2) | 4 (13,9) | 0,296 |
No | 231 (88,8) | 15 (6,5) | |
Carga viral | |||
≤30.000 copias/ml | 68 (26,2) | 8 (11,8) | 0,100 |
>30.000 copias/ml | 192 (73,8) | 11 (5,7) | |
Recuento CD4 | |||
≤500/ml | 160 (61,5) | 14 (8,8) | 0,258 |
>500/ml | 100 (38,5) | 5 (5,0) | |
Subtipo VIH | |||
B | 194 (74,6) | 13 (6,7) | 0,519 |
No B | 66 (25,4) | 6 (9,1) | |
Año de diagnóstico | |||
2009 | 77 (29,6) | 7 (9,1) | 0,317 |
2010 | 58 (22,3) | 3 (5,2) | |
20112012 | 66 (25,4)59 (22,7) | 5 (7,5)4 (6,8) | |
Primoinfección reciente | |||
Sí | 67 (25,8) | 2 (3,0) | 0,192 |
No | 193 (74,2) | 17 (8,8) |
N.° (%): número de pacientes (%); UDI: usuario de drogas intravenosas; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.
En comparación con los años anteriores, la prevalencia de TDR a los AR ha disminuido ligeramente desde un 12,8 hasta un 7,3%. Esta disminución fue más marcada en los pacientes con IPR desde un 30,8 hasta un 3% (p<0,01). Se observó una disminución de las TDR desde el período 2002-2005 hasta el actual, en menores 40 años desde un 15,8 hasta un 6,2% (p<0,05), en homosexuales desde un 17,9 hasta un 7,9% (p≤0,05), en la población nativa desde un 12,4 hasta un 5,1% (p≤0,05), y en pacientes con subtipo B desde un 15,5 hasta un 6,7% (p≤0,05). Sin embargo, se observó un aumento de la tasa de resistencia en pacientes con subtipo no-B desde un 3,6 hasta un 9,1% (p no significativa), igualando o incluso superando en el momento actual la tasa de resistencia a la del subtipo B.
Para nuestro conocimiento, este es el estudio más reciente de TDR publicado en España. Debido a que las tasas de TDR en nuestra área en los últimos años han sido similares a otras zonas del país4, es probable que la disminución de las resistencias, sobre todo en los pacientes con IPR, se produzca también en otras áreas. La disminución de la tasa de TDR está relacionada en el tiempo con la incorporación de terapias antirretrovirales potentes que suprimen la carga viral plasmática en un alto porcentaje de pacientes. Esta disminución de las resistencias sugiere que la supresión de la replicación viral con el tratamiento puede ser una estrategia de prevención efectiva en la reducción de la transmisión de la infección, ya que los pacientes en tratamiento son las principales fuentes de cepas resistentes. Esto sugiere que actualmente la transmisión se está produciendo a partir de personas sin tratamiento que conocen o no su estado de infección.
Se observaron tasas de resistencia más altas en la población inmigrante, lo que podría explicarse o por un retraso en el diagnóstico o por la expansión del tratamiento antiviral en sus países de origen. El único grupo en el que ha habido un aumento de las resistencias desde el año 2002 fue en los pacientes infectados con subtipos no-B, igualándose a las que presentan los subtipos B, lo que es reflejo de la expansión de este tipo de cepas desde hace más de una década en nuestra población con acceso universal al tratamiento antirretroviral5,6.