Hemos leído el interesante artículo de García-Comas et al.1 sobre la seroprevalencia de anticuerpos frente al virus de la hepatitis A (VHA); conocedores de que son estudios costosos en tiempo y recursos, quisiéramos aportar nuestros datos de seroprevalencia de hepatitis A en el Departamento de Salud 2 de Castellón, con una población de 288.760 habitantes (Padrón Municipal 2010). Partimos de los registros de los años 2002 a 2014 del Laboratorio de Microbiología del Hospital General Universitario de Castellón, y planteamos los motivos para que se considere la adopción de la vacunación universal frente al VHA en nuestro medio.
En dicho periodo analizamos los anticuerpos anti-VHA-IgG de 31.333 pacientes mediante diferentes ensayos ELISA de Abbott Diagnostics. En la tabla 1 se detallan los resultados obtenidos agrupados por edad. Nuestros datos indican una elevada susceptibilidad al VHA en nuestra población; en ella, al menos el 80% de los menores de 20 años y el 50% de los menores de 35 podrían adquirir la enfermedad a partir de los casos que aparecen esporádicamente y que hacen posible la producción de brotes epidémicos. Considerando la diferente metodología del estudio de García-Comas et al., nuestros resultados indican una mayor prevalencia de anticuerpos anti-VHA-IgG en los menores de 20 años, evidenciando una mayor circulación de la hepatitis A en nuestro departamento2.
Prevalencia de anticuerpos antivirus de la hepatitis A IgG por grupos de edad. Departamento de Salud 2 de Castellón, 2002-2014
Grupos de edad (años) | 0 a 4 | 5 a 9 | 10 a 14 | 15 a 19 | 20 a 24 | 25 a 29 | 30 a 34 | 35 a 39 | 40 a 44 | 45 a 49 | 50 a 54 | 55 a 59 | 60 a 64 | ≥65 |
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Pacientes, n | 417 | 266 | 363 | 1.284 | 2.420 | 3.846 | 4.110 | 3.889 | 3.326 | 2.873 | 2.328 | 1.806 | 1.318 | 3.087 |
VHA IgG+, n | 68 | 59 | 81 | 223 | 705 | 1.630 | 1.968 | 2.060 | 2.114 | 2.212 | 2.087 | 1.734 | 1.286 | 3.051 |
Prevalencia, % | 16,3 | 22,2 | 22,3 | 17,4 | 29,1 | 42,4 | 47,9 | 52,8 | 63,6 | 77,0 | 89,6 | 96,0 | 97,6 | 98,8 |
<20 años: prevalencia de anticuerpos antivirus de la hepatitis A IgG: 18,5%.
Las notificaciones de hepatitis A en España entre los años 2010-2014, aunque menores que durante 2003-2009, presentan una mediana de 623 casos y una tasa de incidencia de 1,3 por 100.000 habitantes3; se ha indicado en el área mediterránea una mayor incidencia de hepatitis A con numerosos brotes en Cataluña y en la Comunidad Valenciana4. En nuestra zona, la mediana del periodo 2010-2014 fue de 5 casos, todos confirmados por laboratorio, con una incidencia de 1,1 por 100.000 habitantes. Estos datos indican que la transmisión es limitada pero mantenida.
La existencia en España de zonas con circulación del virus5, la transmisión por alimentos capaces de transportar viable el VHA (moluscos, frutas, verduras, etc.), el contacto directo en poblaciones escolares y colectivos en riesgo, fundamentalmente si incluyen población emigrante, la presencia de casos asintomáticos en niños pequeños, la cercanía de zonas usuales de la infección como el Magreb, la frecuencia de viajes internacionales de recreo o trabajo a zonas endémicas, entre otras, suponen un riesgo, mantenido e imprevisto, que explica la aparición de brotes de hepatitis A difíciles de controlar6,7.
Desde 1992 disponemos de vacunas frente el VHA que son efectivas, no excesivamente costosas y con pocos efectos secundarios. Dos dosis de vacuna protegen a más del 90% de los vacunados durante un tiempo variable, con frecuencia superior a 20 años8.
La vacunación de grupos en riesgo, como se recoge en las recomendaciones 2015 del calendario de vacunaciones de la Asociación Española de Pediatría9, puede disminuir los casos, pero no representa una solución integral. En diferentes zonas del país se vacunó a la población infantil masivamente contra la enfermedad con resultados que han permitido descender significativamente la incidencia de la hepatitis A10.
Frente a estas consideraciones (alta susceptibilidad en jóvenes, transmisión mantenida, proximidad de áreas de alta endemia de la enfermedad, riesgo imprevisto, control difícil, coste-beneficio de la vacuna) concluimos que sería oportuno adaptar un programa amplio de vacunación frente al VHA que cubra, al menos, la vacunación desde los 12 meses a los 20 años, y la inclusión de la vacuna en el calendario de vacunación sistemática para su administración entre los 5 y los 14 años, en función de los resultados de modelos matemáticos para definir la edad en que comportaría una mayor eficiencia.