Presentamos un caso de infección aguda de prótesis articular por Peptostreptococcus canis y Bacteroides pyogenes en una paciente de 53 años con lupus eritematoso sistémico, intervenida con éxito de una artroplastia primaria de rodilla. Al alta presentaba una escara en la herida quirúrgica, por la que comenzó a drenar tras la retirada de los puntos. Reingresa a los 20 días con fiebre, supuración y dehiscencia de la herida. Es intervenida de urgencia realizándose una limpieza y desbridamiento quirúrgico con recambio del polietileno, iniciándose tratamiento empírico con vancomicina y ceftazidima por vía intravenosa. Se enviaron al laboratorio de microbiología para cultivo 4 muestras intraoperatorias (biopsia osteoarticular, exudado de herida, líquido articular y tejido sinovial) y el polietileno recambiado.
En la tinción de Gram de las muestras, excepto del polietileno, se observaron abundantes leucocitos polimorfonucleares y cocos grampositivos. Se realizó cultivo en agar sangre, MacConkey, Schaedler y Schaedler con kanamicina-vancomicina (Becton Dickinson). El polietileno se procesó mediante sonicación y se cultivó en dichos medios y en caldo tioglicolato (Becton Dickinson). Se observó turbidez en el caldo tras 24horas y crecimiento en agar Schaedler y Schaedler kanamicina-vancomicina tras 48horas de incubación en anaerobiosis. Los aislados se identificaron mediante espectrometría de masas (MALDI-TOF) como Peptostreptococcus canis y Bacteroides pyogenes.
El estudio de sensibilidad se realizó por difusión con tiras de gradiente (E-test, bioMerieux) en agar Schaedler con lectura tras 48horas de incubación en atmósfera anaerobia1. Ambos aislados fueron sensibles a penicilina, amoxicilina-ácido clavulánico, piperacilina-tazobactam, imipenem, clindamicina y metronidazol. El tratamiento antibiótico se sustituyó por penicilina parenteral y posteriormente se añadió rifampicina. A los 10 días del desbridamiento, por persistencia de los signos de infección, se retiró la prótesis y se colocó un espaciador impregnado con gentamicina y clindamicina. Se remitieron al laboratorio para cultivo 2 muestras intraoperatorias (biopsia osteoarticular y líquido articular) y la prótesis. En la tinción de la muestra de líquido articular se observaron leucocitos polimorfonucleares. El cultivo de las muestras fue negativo, a excepción del sonicado de la prótesis, en el que se aisló Bacteroides pyogenes. La evolución fue favorable, tratándose con ampicilina intravenosa y, al alta, con clindamicina oral hasta completar 6 semanas de tratamiento. A los 6 meses de la retirada protésica se ha reimplantado una nueva prótesis, siendo negativos los cultivos de las muestras intraoperatorias.
En nuestra revisión de la literatura no hemos encontrado ningún caso descrito de infección de prótesis por Peptostreptococcus canis y Bacteroides pyogenes conjuntamente. Peptostreptococcus canis es un coco grampositivo anaerobio de la placa subgingival de los perros, mientras que Bacteriodes pyogenes es un bacilo gramnegativo anaerobio de la microbiota bucal de perros y gatos2,3. Las infecciones de heridas causadas por contacto con la saliva de animales suelen ser polimicrobianas y reflejan su microbiota oral. La infección de prótesis por estos microorganismos es poco frecuente. Cuando ocurre, suele producirse en prótesis de rodilla y asociarse a mordedura, arañazo o lamedura de animales4. La paciente convivía con un perro, aunque negaba mordeduras o arañazos; el contacto con el mismo en presencia de una herida quirúrgica abierta apoya la etiología de la infección. El contacto íntimo con animales de compañía puede ser un riesgo que debe advertirse a estos pacientes.
La infección protésica por microorganismos anaerobios es poco frecuente (3-6% de los casos), y se asocia a una gran morbilidad y mal pronóstico5. La mayoría están producidas por Propionibacterium spp., responsable fundamentalmente de infecciones crónicas. Peptostreptoccocus spp. y Bacteroides spp. se describen con menos frecuencia, generalmente en cultivos polimicrobianos, y asociados a infecciones agudas, posquirúrgicas o hematógenas5. Las infecciones por Propionibacterium acnes son más indolentes, mientras que las causadas por Peptostreptoccocus spp. y Bacteroides spp. se asocian a mayor inflamación y supuración5. El diagnóstico etiológico se basa en una correcta toma de muestras y su conservación en anaerobiosis hasta su procesamiento6. El avance en las técnicas de diagnóstico microbiológico, como es la utilización de MALDI-TOF, ha permitido una identificación más precisa de estos microorganismos raramente descritos.
El tratamiento antibiótico se realiza fundamentalmente con beta-lactámicos, según los resultados del antibiograma. En las infecciones protésicas agudas estreptocócicas tratadas con retención del implante se ha sugerido la combinación de un beta-lactámico (o levofloxacino) con rifampicina por su supuesta actividad frente a bacterias de crecimiento estacionario en biocapas en función de lo expuesto en 2 estudios observacionales, donde se describe un mejor pronóstico6,7. Queda por demostrar la sinergia in vitro y su eficacia clínica en infecciones asociadas a implantes por anaerobios y estreptococos.