Caso clínico
Niña de 2 años, que llegó a España en abril de 2003 procedente de Ecuador. Presentaba dermatitis atópica. En diciembre de 2003, y en enero y mayo de 2004 tuvo cuadros de diarrea líquida autolimitada. En la guardería a la que acudía estos episodios coincidieron con diarreas similares en otros niños.
En agosto de 2004, la niña fue llevada a consulta pediátrica por presentar vómitos ocasionales durante las comidas y tomas de leche, así como estreñimiento. En la exploración se apreció abdomen blando y depresible con aumento de peristaltismo. No había alteración de peso y talla. La niña siempre presentó buen estado general. Se solicitó análisis de sangre, coprocultivo (ambos sin hallazgos significativos) y estudio de parásitos. En el examen microscópico de las heces concentradas mediante el método de formalina-etil-acetato (Para Pak Meridian) se observaron las estructuras (figs. 1, 2 y 3).
Figura 1. Huevo sin filamentos polares. Examen en fresco con contraste de fases. (x400.)
Figura 2. Eclosión del huevo. Examen en fresco con contraste de fases. (x400.)
Figura 3. Embrión hexacanto, restos de membrana y cubierta externa. Examen en fresco con contraste de fases. (x400.)
Evolución
Las imágenes observadas se identificaron como huevos de Hymenolepis diminuta en tres grados de maduración, diferenciándose de H. nana por su mayor tamaño, y diferente morfología (cubierta más gruesa, embrión rodeado de una membrana que carece de filamentos y engrosamientos polares). Se instauró tratamiento con niclosamida, 4 comprimidos de 500 mg (dosis recomendada 40 mg/kg) por vía oral en dosis única y desapareció la sintomatología intestinal. El examen parasitológico de muestras de heces realizado como control fue negativo.
Comentario
Hymenolepis diminuta es un cestodo parásito de roedores. En humanos es muy infrecuente 1-3 y la parasitosis suele ser asintomática, aunque puede causar dolor abdominal, diarrea, anorexia, mareos y cefaleas. Necesita obligatoriamente un huésped intermediario, para el que sirven varios artrópodos coprófilos como lepidópteros, miriápodos, larvas de mosca, escarabajos, etc. Estos artrópodos, que pueden contaminar cereales, ingieren los huevos, y las larvas cisticercoides se desarrollan en su interior. Los roedores y accidentalmente los humanos (en general niños) al ingerir los artrópodos infectados desarrollan la forma adulta del helminto. El escólex presenta cuatro ventosas pero no ganchos. Los proglótides son pequeños, más anchos que largos y se suelen desintegrar en el intestino, por lo que pocas veces se ven en heces. Los huevos se excretan por las heces. El diagnóstico 4 se basa en la identificación de estos huevos de aspecto esférico o ligeramente ovalados, con un tamaño de 60 a 79 μm x 70 a 85 μm, que se caracterizan por presentar una cubierta relativamente gruesa y un embrión hexacanto central sin filamentos ni engrosamientos polares, separado de manera considerable de la membrana exterior. El huevo no es infeccioso para el hombre. El tratamiento recomendado es praziquantel o niclosamida, pero debido a los pocos datos que existen sobre la seguridad del praziquantel en niños se prescribió niclosamida. Como es una parasitosis poco frecuente, resulta interesante comunicar este hallazgo.
Correspondencia: Dra. C. Martínez Peinado.
Laboratorio de Microbiología. Hospital Marina Baixa.
Avda. Jaume Botella, 7. 03570 Villajoyosa. Alicante. España.
Correo electrónico: martinez_carpei@gva.es
Manuscrito recibido el 11-4-2005; aceptado el 13-5-2005.