El tifus murino es una enfermedad febril aguda causada por la Rickettsia typhi y transmitida al hombre por picadura de pulga. Ha sido descrita en diversas áreas geográficas1, incluido el Mediterráneo.
Sólo un pequeño porcentaje de pacientes recuerdan la picadura de pulga. Puede haber un periodo de incubación entre 1 y 2 semanas antes del inicio de la sintomatología. El cuadro clínico se caracteriza por fiebre durante 9 a 14 días, cefalea, erupción maculopapulosa que suele aparecer al quinto día, escalofríos y mialgias. Algunos estudios2,3, describen la existencia de hepatoesplenomegalia, pudiendo presentar aumento de transaminasas hepáticas.
Presentamos el caso de una mujer de 31 años que acude a urgencias por un cuadro de fiebre de 39°C, de carácter ondulante y de una semana de evolución, acompañado de mialgias generalizadas en las primeras 48h. Como antecedentes, refiere estancia de un mes, en India y Nepal, coincidiendo el inicio del cuadro febril con el regreso del viaje. En la exploración no se observaron hallazgos significativos. Los datos analíticos reflejaron un aumento de la GPT (237 U/l) y trombopenia.
Los estudios microbiológicos mostraron hemocultivos negativos y dentro del protocolo diagnóstico de fiebre de duración intermedia encontramos: antígeno de Plasmodium spp., Brucella spp., Treponema pallidum, Salmonella typhi, S. paratyphi, Toxoplasma gondii, Coxiella burnetii, Borrelia burgdorferi y Rickettsia conorii negativos. También fueron negativas las determinaciones serológicas frente a virus de la hepatitis B, C, virus de la inmunodeficiencia humana, citomegalovirus, virus de Epstein-Barr y virus del dengue.
Destacamos que la serología mediante inmunofluorescencia indirecta (IFI) fue positiva frente a Rickettsia mooseri (R. typhi), tanto en la detección de anticuerpos (Ac) de clase IgG (1/4096), como de clase IgM (1/32).
Los datos epidemiológicos (viaje reciente a la India y Nepal) junto con los hallazgos serológicos (Ac positivos frente a Rickettsia mooseri) permitieron establecer el diagnóstico de tifus murino.
Se administró tratamiento con doxiciclina 100mg/12h durante 7 días y paracetamol (si presentaba fiebre o dolor), con evolución clínica y serológica favorable. En varias determinaciones serológicas posteriores al tratamiento, se demostró primero un aumento del título de Ac IgG, con Ac IgM positivos y, posteriormente, negativización de Ac IgM y disminución gradual de los títulos de Ac IgG, así como una normalización de los niveles de GPT y de plaquetas.
Destacamos, como otros autores4,5, la necesidad de un diagnóstico correcto para la instauración del tratamiento adecuado.
Debido a que esta patología es poco frecuente (aunque en algunas zonas de España2 el tifus murino no es una causa rara de proceso febril), hay que pensar en ella, ante todo cuadro de fiebre de duración intermedia, teniendo en cuenta los antecedentes clínicos y epidemiológicos y habiendo descartado otras patologías6.