metricas
covid
Buscar en
Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica
Toda la web
Inicio Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica Lesiones cutáneas en la mano de una paciente trasplantada
Información de la revista
Vol. 37. Núm. 10.
Páginas 675-676 (diciembre 2019)
Visitas
3509
Vol. 37. Núm. 10.
Páginas 675-676 (diciembre 2019)
Diagnóstico a primera vista
Acceso a texto completo
Lesiones cutáneas en la mano de una paciente trasplantada
Cutaneous lesions on the hand of a transplant recipient
Visitas
3509
Mercedes Sendín-Martína,
Autor para correspondencia
mercedessendin@gmail.com

Autor para correspondencia.
, Francisco Javier Nieto-Garcíab, José Alberto García-Bolañosc, Águeda Pulpillo-Ruiza
a Unidad de Gestión Clínica de Dermatología, Hospital Universitario Virgen del Rocío, Sevilla, España
b Unidad de Gestión Clínica de Medicina Integral, Hospital Universitario Virgen del Rocío, Sevilla, España
c Unidad de Gestión Clínica de Anatomía Patológica, Hospital Universitario Virgen del Rocío, Sevilla, España
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Figuras (3)
Mostrar másMostrar menos
Texto completo
Descripción clínica del caso

Mujer de 67 años, trasplantada renal desde 2 meses antes, desarrolló en el mes postrasplante una placa eritematosa con nódulos violáceos coalescentes en el dorso de la mano derecha (fig. 1), sin fiebre ni síntomas sistémicos. Se encontraba en tratamiento inmunosupresor con prednisona, micofenolato de mofetilo y tacrolimus. La lesión apareció tras canalización traumática de una vía periférica, y fue tratada inicialmente como una celulitis bacteriana con antibioterapia oral, sin respuesta. También presentaba un pequeño nódulo violáceo en la cara lateral de pie derecho (fig. 2), que la paciente refería había aparecido tras manipularse con las manos una herida que le había provocado el calzado.

Figura 1.

Placa eritematosa con nódulos violáceos coalescentes en el dorso de la mano derecha de la paciente, que coincidía con la zona en la que se había canalizado de forma traumática una vía periférica semanas antes.

(0.08MB).
Figura 2.

Nódulo violáceo sobre base eritematosa en la cara lateral del pie derecho.

(0.08MB).
Evolución

Tras una evolución tórpida, se realizaron biopsias cutáneas del dorso de la mano y del nódulo en la cara lateral en el pie derecho. El estudio histológico con técnica Grocott permitió observar estructuras fúngicas correspondientes a un hongo dematiáceo afectando a dermis media y profunda (fig. 3, flechas rojas). Se enviaron muestras de ambas biopsias para cultivo microbiológico, y se observó crecimiento de Alternaria spp.

Figura 3.

Visión a ×10 con técnica de Grocott que permite ver las estructuras fúngicas correspondientes al hongo dematiáceo (flechas rojas) afectando a dermis media y profunda.

(0.17MB).

Se realizaron radiografía de tórax y hemocultivos que descartaron siembras o diseminación hematógena. La paciente recibió tratamiento con posaconazol IV (300 mg/12 h) durante un mes con una rápida mejoría a las pocas semanas de iniciar el tratamiento. Seguidamente continuó con posaconazol oral 300 mg diarios hasta completar un total de 6 meses de tratamiento antifúngico, consiguiéndose la resolución completa de ambas lesiones.

Comentario final/discusión

Las feohifomicosis son micosis en las que intervienen hongos dematiáceos, en forma de levadura en gemación o en forma de hifas. Estos organismos son considerados generalmente saprófitos o comensales. Alternaria es un hongo dematiáceo saprófito del suelo y patógeno vegetal, que raramente causa infecciones en humanos inmunocompetentes1, siendo la afectación cutánea o subcutánea la más frecuente (74,3%), ocasionando con menor frecuencia infecciones oftalmológicas, rinosinusitis y onicomicosis1. Se han recogido, únicamente 56 casos de alternariosis en la literatura en los últimos 10 años2, y 212 desde que se publicó el primer caso en 19331–3. El principal factor de riesgo para padecer la infección es la inmunosupresión, siendo el 71% de los casos recogidos en una revisión individuos trasplantados de órgano sólido y un 11% pacientes con neoplasias hematológicas2. La forma de inicio de la infección no está claramente establecida, aunque parece que el antecedente de herida cutánea ha de estar presente4. Es más frecuente en varones, en países mediterráneos y las extremidades son el lugar afectado con mayor frecuencia1,2,5.

Las manifestaciones clínicas de la infección cutánea por alternaría son muy variadas. En las formas superficiales (epidérmicas) aparecen áreas eritematodescamativas con elementos papulosos que tienden a la erosión y a la descamación1–3, mientras las formas más profundas (dérmicas), generalmente precedidas por un traumatismo penetrante, suelen presentarse como una placa violácea, a veces dolorosa, tendente a la ulceración2,6. El rango temporal entre la inoculación y la aparición de las lesiones oscila entre 2 meses y varios años7.

Aunque en muchas ocasiones las esporas pueden detectarse en la imagen histológica2,7, el diagnóstico de infección por Alternaria spp requiere aislamiento del hongo mediante cultivo. En este, la morfología de las conidias y la formación o no de cadenas de conidias son el principal elemento con el que se establece el diagnóstico1. No obstante, en muchas ocasiones el microorganismo es incapaz de esporular, y en consecuencia no pueden detectarse con el microscopio o son difícilmente distinguibles de otras formas contaminantes. En estas ocasiones para el diagnóstico definitivo han de emplearse técnicas de biología molecular8,9.

El pronóstico de esta entidad es insidioso, y el tratamiento no está claramente estandarizado, de forma que las mayores tasas de curación se han conseguido con la combinación de cirugía con tratamiento antifúngico sistémico2,7,8. Se han descrito casos de resolución con el empleo exclusivo de termoterapia, pues se ha documentado el freno de la proliferación del hongo in vitro a la temperatura de 37°C8. Como antifúngicos sistémicos se han empleado el itraconazol (entre 100-600mg/d con una duración del tratamiento variable), voriconazol, fluconazol y posaconazol, siendo el primero el empleado en un mayor número de ocasiones y mostrando unas tasas de curación en monoterapia de un 60%2,5,8. La cirugía en exclusiva es aceptable para lesiones pequeñas y localizadas.

Financiación

Los autores declaran no haber recibido financiación para la realización de este trabajo.

Bibliografía
[1]
F.J. Pastor, J. Guarro.
Alternaria infections: Laboratory diagnosis and relevant clinical features.
Clin Microbiol Infect, 14 (2008), pp. 734-746
[2]
R. Bajwa, A.L. Wojciechowski, C.B. Hsiao.
Cutaneous alternariosis in a renal transplant patient successfully treated with posaconazole: Case report and literature review.
Med Mycol Case Rep, 15 (2017), pp. 16-20
[3]
M.E. Borsook.
Skin infection due to Alternaria tenuis: With the report of a case.
Can Med Assoc J, 29 (1933), pp. 479-482
[4]
A. Kazory, D. Ducloux, G. Reboux, D. Blanc, B. Faivre, J.M. Chalopin, et al.
Cutaneous Alternaria infection in renal transplant recipients: A report of two cases with an unusual mode of transmission.
Transpl Infect Dis, 6 (2004), pp. 46-49
[5]
K.E. Lyke, N.S. Miller, L. Towne, W.G. Merz.
A case of cutaneous ulcerative alternariosis: Rare association with diabetes mellitus and unusual failure of itraconazole treatment.
Clin Infect Dis, 32 (2001), pp. 1178-1187
[6]
S.L. Henn, G.N. Forrest.
Febrile neutropenia associated with painful lesions of the palms and digits.
Clin Infect Dis, 43 (2006), pp. 791-792
[7]
C.C. Hsu, S.S. Chang, P.C. Lee, S.C. Chao.
Cutaneous alternariosis in a renal transplant recipient: A case report and literature review.
Asian J Surg, 38 (2015), pp. 47-57
[8]
T.R. Leahy, A.S. Punnett, S.E. Richardson, F. Gharabaghi, A. Wadhwa.
Molecular identification of phaeohyphomycosis due to Alternaria infectoria in a patient with acute myeloid leukemia--a case report.
Diagn Microbiol Infect Dis, 66 (2010), pp. 318-321
[9]
G.S. Hoog, R. Horré.
Molecular taxonomy of the Alternaria and Ulocladium species from humans and their identification in the routine laboratory.
Copyright © 2019. Elsevier España, S.L.U. and Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica
Descargar PDF
Opciones de artículo
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos