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Vol. 30. Núm. 6.
Páginas 360-370 (noviembre - diciembre 2020)
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Vol. 30. Núm. 6.
Páginas 360-370 (noviembre - diciembre 2020)
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Factores relacionados con el contagio por SARS-CoV-2 en profesionales de la salud en España. Proyecto SANICOVI
Factors related to SARS-CoV-2 infection in healthcare professionals in Spain. The SANICOVI project
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María Teresa Moreno-Casbasa,b,
Autor para correspondencia
mmoreno@isciii.es

Autor para correspondencia.
, en nombre del Grupo SANICOVI y Grupo de profesionales de la salud trabajando en la pandemia COVID-19
a Unidad de Investigación en Cuidados y Servicios de Salud del Instituto de Salud Carlos III (Investén-isciii), Madrid, España
b Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES), Madrid, España
Integrantes del Grupo SANICOVI
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Tablas (7)
Tabla 1. Distribución de casos de COVID-19 en profesionales de la salud y participación por comunidad autónoma
Tabla 2. Características sociodemográficas, laborales y epidemiológicas de la muestra
Tabla 3. Datos de relación de contactos y aislamiento
Tabla 4. Percepción de medidas protectoras en los 5 días previos a la realización de la prueba
Tabla 5. Higiene de manos según los 5 momentos de realización (OMS) e higiene al salir de la jornada de trabajo
Tabla 6. Relación entre percepción de medidas protectoras e higiene con la carga de trabajo
Tabla 7. Permeabilidad del domicilio en los últimos 10 días
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Resumen
Objetivo

Describir los factores relacionados con la situación de contagio del SARS-CoV-2 identificados por los profesionales de la salud en España y proponer estrategias de prevención.

Método

Estudio descriptivo transversal. La población consistió en profesionales de la salud que trabajaban en instituciones con atención a pacientes con COVID-19 y casos confirmados de infección por SARS-CoV-2. Se utilizó un cuestionario con variables sociodemográficas, laborales y epidemiológicas. Se realizó análisis descriptivo y bivariado según la naturaleza de las variables.

Resultados

Se analizan 2.230 cuestionarios sobre una población potencial de 41.239 (5,47%). El motivo para realizar el diagnóstico fue: caso sospechoso (63,4%) y caso probable (12,3%). Se hizo estudio de contactos al 50,3%. La percepción sobre la disponibilidad de medidas de protección como «siempre/frecuentemente» fueron: mascarilla FPP1 57,3%, guantes 89,5%, jabón 95% y solución hidroalcohólica 91,5%, y en EPI, mascarillas FPP2, FPP3, gafas y batas desechables alrededor del 50%. La disponibilidad de medidas protectoras, por ámbito de trabajo, presentó diferencias significativas. La media de pacientes atendidos se relacionó con la realización de higiene de manos del momento4 y en la percepción de realizarla correctamente en los momentos4 y5.

Conclusiones

Se presentan datos con carácter preliminar y con variabilidad en la tasa de respuesta por comunidad autónoma. Los profesionales de la salud contagiados por SARS-CoV-2 identifican la gestión de la cadena de contagios, el uso y la adecuación en la disponibilidad de equipos de protección, así como la efectividad en la realización del lavado de manos, como factores relacionados con el contagio de los profesionales.

Palabras clave:
Profesionales de la salud
Pandemia
Salud laboral
Prevención y control
SARS-CoV-2
COVID-19
Abstract
Objective

To describe the factors related to the situation of SARS-CoV-2 transmission identified by health professionals in Spain and to propose prevention strategies.

Method

Cross-sectional descriptive study. The population were healthcare professionals working in institutions caring for COVID-19 patients and also confirmed cases of SARS-CoV-2 infection. A questionnaire with sociodemographic, occupational and epidemiological variables was used. Descriptive and bivariate analysis was performed according to the nature of the variables.

Results

A total of 2.230 questionnaires were analysed on a potential population of 41,239 (5.47%). The diagnosis was made based on a suspicious case (63.4%) and a probable case (12.3%). A study of contacts was carried out at 50.3%. The perception about the availability of protective measures as «always/frequently» were: FPP1 mask 57.3%, gloves 89.5%, soap 95% and hydroalcoholic solution 91.5%. In PPE, FPP2, FPP3 mask, goggles and disposable gowns at around 50%. The availability of protective measures, by field of work, presented significant differences. The average number of patients attended related to the performance of hand hygiene at moment4 and the perception of performing it correctly at moments4 and5.

Conclusions

Preliminary data are presented, with variability in the response rate by Autonomous Region. Healthcare professionals infected by SARS-CoV-2 identified the management of the chain of infection transmission, the use and adequacy of protective equipment, as well as the effectiveness of handwashing as factors related to the transmission of the virus among professionals.

Keywords:
Healthcare professionals
Pandemic
Occupational health
Prevention and control
SARS-CoV-2
COVID-19
Texto completo

¿Qué se conoce?

La pandemia por SARS-CoV-2 ha tenido un elevado impacto a nivel social y sanitario a nivel mundial. En España se ha producido una elevada tasa de contagio en profesionales de la salud, y es necesario identificar los factores que han podido influir para poder desarrollar estrategias de prevención adecuadas que eviten el contagio, minimicen sus repercusiones y contribuyan a un control eficaz del riesgo.

¿Qué aporta?

Los profesionales de la salud contagiados por COVID-19 identifican como posibles factores relacionados con el contagio la gestión de la cadena de contagios, el uso y la disponibilidad de equipos de protección y la efectividad en la realización del lavado de manos. Es el primer estudio que se realiza en España durante la pandemia sobre factores que podrían estar implicados en el contagio del SARS-CoV-2 entre profesionales de la salud. Los datos obtenidos sugieren homogeneizar los procedimientos de prevención de riesgos laborales en los centros en relación con el estudio de las cadenas de contagio, optimizar la disponibilidad y la formación para el uso de EPI, mejorar la difusión y la implantación de protocolos actualizados, reforzar la adherencia a la higiene de manos y adecuar las cargas de trabajo en el contexto asistencial.

Introducción

El 31 de diciembre de 2019 China informó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la aparición de 27 casos de neumonía de origen desconocido1. El agente causante fue identificado como un virus ARN de la familia de los coronavirus, que fue denominado SARS-CoV-22, y la enfermedad que causa recibió el nombre de COVID-193. Los síntomas suelen aparecer tras una incubación de 4-8días4; los más comunes son síntomas respiratorios y otros, de carácter leve, aunque pueden darse casos muy graves con neumonía, fallo multisistémico y muerte.

El 11 de marzo de 2020 la OMS consideró esta situación como una pandemia5, y a fecha 30 de abril los casos notificados en el mundo son 3.090.445, con 217.769 fallecidos; en Europa son 1.434.649 los casos confirmados y 135.961 las defunciones6. Aunque se desconocen las cifras reales de mortalidad, y hay serias dificultades para una correcta estimación, la cifra actual se aproxima al 4,8% (entre el 1,0 y el 11,4%)4. En España, desde el inicio de la alerta por SARS-CoV-2 se han registrado 213.435 casos diagnosticados y 24.543 defunciones5,7.

El mecanismo de transmisión es de persona a persona a través de las gotas transmitidas por el habla, la tos o los estornudos de las personas infectadas8, por lo que puede transmitirse también por contacto a través de superficies contaminadas por las gotas depositadas en ellas. Se contempla también su transmisión por aerosoles9, pero no existen evidencias sobre la transmisión vertical10.

Este mecanismo de transmisión convierte la actividad de los profesionales de instituciones sanitarias en «exposiciones de riesgo», al poderse producir contactos estrechos repetidos con casos de infección por el SARS-CoV-2, tener exposiciones a salpicaduras de fluidos biológicos y realizar procedimientos con generación de aerosoles (RCP, intubación, extubación, etc.). Según el Ministerio de Sanidad11, la clasificación del nivel de riesgo laboral según las tareas que desempeñan los profesionales sanitarios establece 7 grupos de profesionales vulnerables y 4 niveles de riesgo (NR1-NR4). Los profesionales pertenecientes a los grupos de mayor vulnerabilidad y en función de la clasificación de las tareas se situarían en un NR3-NR4 (los de mayor riesgo).

Según la OMS, el 8 de abril existían 22.073 casos de COVID-19 en profesionales sanitarios en un total de 52 países12. En China, a 17 de febrero, el 3,8% de los contagios correspondían a profesionales sanitarios13. En Italia había alrededor de 18.000 trabajadores sanitarios infectados14. En España, a 30 de abril, los profesionales de centros sanitarios contagiados eran 41.23915, pero la prensa escrita publica datos que oscilan entre el 31% de profesionales contagiados reportado por el Hospital de Alcorcón (Madrid), el 24% del Hospital Ramón y Cajal (Madrid) y el 11% del Hospital Clínic (Barcelona)16. Esto es especialmente preocupante, ya que los profesionales sanitarios suponen el 21,4% de los contagios totales5 y pueden actuar como vectores de contagio a los pacientes, ya que su actividad es imprescindible en los cuidados, tratamientos y curación de los mismos.

Los protocolos de prevención del contagio entre los trabajadores de centros sanitarios y sociosanitarios incluyen tres líneas principales de actuación17: a)equipos de protección individual (EPI), compuestos por mascarilla, guantes, ropa de protección y protección ocular o facial18-20; b)higiene de manos con agua y jabón líquido o sólido (si las manos están limpias se puede utilizar solución hidroalcohólica) durante al menos 40 o 60segundos siguiendo los 5 momentos recomendados por la OMS21, y c)acciones en el lugar de trabajo: limpieza y desinfección de superficies y enseres, cambio diario de uniforme y ducha antes de volver al domicilio22.

Debido al alto contagio por SARS-COV-2 entre los profesionales de la salud en España, se ha puesto en marcha el proyecto SANICOVI® con el objetivo de describir los factores relacionados con la situación de contagio del SARS-CoV-2 identificados por los profesionales de la salud en España y proponer estrategias de prevención.

MétodoDiseño

Estudio descriptivo transversal que reporta datos recogidos entre el 4 y el 30 de abril de 2020.

Población y ámbito de estudio

La población diana está constituida por profesionales de la salud de todas las comunidades autónomas de España con actividad en cualquier centro que atienda a pacientes con COVID-19 y que sean un caso confirmado de infección por SARS-CoV-2 por laboratorio.

Para el cálculo de la muestra se estimó un margen de error mínimo del 2,7%, que correspondía a un porcentaje de respuestas ≥5% del total de profesionales contagiados.

Variables

Sociodemográficas: sexo, edad, perfil profesional/estudiante y titulación, lugar de residencia, medio de transporte utilizado para desplazarse al trabajo, características de la vivienda, número y edad de los convivientes, frecuencia y destino de salidas domiciliarias.

Laborales y epidemiológicas: lugar y unidad de trabajo, tiempo trabajado en los últimos 10años, elementos de protección (disponibilidad, utilización y percepción del uso correcto), métodos y frecuencia de la higiene de manos y de otras medidas higiénicas en el trabajo, carga de trabajo en la última jornada, existencia de protocolos de protección, motivo de realización del test y responsable de indicarlo, fechas de inicio de síntomas, de test positivo y de test negativo, contactos previos al test, aislamiento y sus características y reincorporación al trabajo.

Recogida de datos

Mediante un cuestionario elaborado para este estudio, de 21 preguntas, donde se incluyeron todas las variables descritas anteriormente organizadas en 8 bloques. El cuestionario fue revisado por expertos y se realizó un pilotaje para valorar la viabilidad, la comprensión y la adecuación.

Como criterios de calidad se establecieron mecanismos de control para evitar las respuestas automáticas y para asegurar que cada persona respondía solo una vez. También se midió el tiempo de realización del cuestionario y se eliminaron los realizados en menos de 6min (tiempo mínimo establecido en el pilotaje para responder). Se revisó la consistencia entre las distintas fechas (inicio de síntomas, resultados de las pruebas diagnósticas, test positivo y test negativo), y finalmente se incluyeron cinco preguntas «control» para identificar respuestas inconsistentes.

El cuestionario se distribuyó a través de redes sociales, correo electrónico y el contacto directo con gerencias, asociaciones científicas y grupos de investigación, colegios y sindicatos profesionales de enfermería y medicina, y los centros que forman parte del proyecto Centros Comprometidos con la Excelencia en Cuidados®.

Se utilizó la plataforma de gestión del conocimiento e inteligencia artificial diseñada por Gnoss®, que sigue un modelo ontológico (permite la gestión de datos y su representación de modo interpretable por las máquinas y los sistemas) y es interrogable por medio de un cuadro de mandos.

La recogida de datos en esta primera fase se desarrolló en dos períodos: del 4 al 10 de abril (piloto) y del 11 al 30 de abril de 2020, y continuará con una segunda fase hasta el final de la pandemia. Tras el período piloto se añadió al cuestionario una pregunta sobre la incorporación al trabajo con test negativo y se diferenció el tipo de test utilizado entre PCR y test de anticuerpos.

Análisis de datos

Se realizó un análisis descriptivo de todas las variables de estudio, medias aritméticas, desviaciones estándar (DE), mínimo y máximo, para las variables continuas, y frecuencias absolutas y proporciones para las categóricas; se calcularon los intervalos de confianza al 95% (IC95%). El análisis bivariado se realizó con la prueba ji-cuadrado para las variables cualitativas y t de Student y ANOVA para las variables cuantitativas. Para ello se recodificaron tres variables: lugar de trabajo (ámbito hospitalario y ámbito de atención primaria), categoría profesional (enfermera interna residente [EIR], enfermera, médico, médico interno residente [MIR], técnico en cuidados auxiliares de enfermería [TCAE] y otros) y disponibilidad de materiales de protección (siempre o frecuentemente, a veces o pocas veces y nunca).

En todos los casos se utilizaron contrastes bilaterales con nivel de significación para p<0,05. El análisis se realizó mediante el programa SPSS v25.

Consideraciones éticas

El cuestionario diseñado cumple los principios éticos de la investigación científica. Al tratarse de un cuestionario online, el consentimiento informado era requisito obligatorio previo a la cumplimentación de los datos, donde se incluía la información del proyecto, los objetivos y se hacía explícita la voluntariedad de la participación. El proyecto ha sido coordinado por la unidad de investigación en cuidados y servicios de salud, ha contado con la evaluación del Instituto de Salud CarlosIII y se ha solicitado permiso al Comité de Ética. Las respuestas se disociaron del correo electrónico para garantizar el anonimato y la confidencialidad. Los datos personales obtenidos han sido tratados de acuerdo con el Reglamento UE/2016/679, de 27 de abril de 2016, General de Protección de Datos, y la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales a través de un contrato firmado por el ISCIII para la gestión y tratamiento de los datos.

Resultados

Se han obtenido 2.255 respuestas. Su distribución por comunidad autónoma y el margen de error en la tasa de respuesta se muestran en la tabla 1. Tras comprobar los criterios de calidad, se incluyeron en este análisis preliminar 2.230 cuestionarios. El 76,4% de participantes fueron mujeres; la edad media fue de 42,53años (DE: 11,27) y respondieron fundamentalmente enfermeras (48,3%) y médicos (29,6%) (tabla 2).

Tabla 1.

Distribución de casos de COVID-19 en profesionales de la salud y participación por comunidad autónoma

Comunidades  Casos  Cuestionarios  Margen de error 95% 
Andalucía  3.970  117  2,95  8,93 
Aragón  803  70  8,72  11,2 
Asturias  670  34  5,07  16,39 
Canarias  574  28  4,88  18,08 
Cantabria  392  12  3,06  27,89 
Castilla-La Mancha  4.570  123  2,69  8,72 
Castilla y León  2.540  185  7,28  6,94 
Cataluña  8.235  470  5,71  4,39 
Ceuta  20  0,00  − 
Comunidad Valenciana  2.183  62  2,84  12,27 
Extremadura  445  36  8,09  15,68 
Galicia  1.450  38  2,62  15,96 
Islas Baleares  332  36  10,84  15,45 
La Rioja  341  56  16,42  11,99 
Madrid  10.458  735  7,03  3,49 
Melilla  37  5,41  − 
Región de Murcia  379  21  5,54  20,81 
Navarra  806  58  7,20  12,4 
País Vasco  3.034  172  5,67  7,26 
Total  41.239  2.255  5,47  2,01 
Tabla 2.

Características sociodemográficas, laborales y epidemiológicas de la muestra

  IC 95% 
Mujer  1.704  76,4  74,6-78,1 
Profesional de la salud (2.230)
Enfermera  1.078  48,3  46,3-50,4 
Médico  660  29,6  27,7-31,5 
Fisioterapeuta  10  0,4  0,2-0,8 
MIR/EIR  170  7,6  6,6-8,8 
TCAE  199  8,9  7,8-10,2 
Otros técnicos  32  1,4  1,0-2,0 
Alumnos últimos cursos  0,1  − 
Otros  77  3,5  2,8-4,3 
Lugar de trabajo (n = 2153)
Urgencias hospitalarias o comunitarias  247  11,5  10,2-12,9 
Unidades de críticos con respirador  209  9,7  8,5-11,0 
Unidades de críticos sin respirador  30  1,4  0,1-2,0 
Hospitalización quirúrgica  156  7,2  6,2-8,4 
Hospitalización médica  744  34,6  32,6-36,6 
Centros de atención primaria  493  22,9  21,2-24,7 
Asistencia domiciliaria  55  2,6  2,0-3,4 
Residencias personas dependientes  86  4,0  3,2-4,9 
Centros no sanitarios convertidos en sanitarios  0,2  − 
Rotantes  128  5,9  5,0-7,0 
Centros hospitalarios  74  57,8  49,1-66,0 
Servicio de urgencias  24  18,8  12,9-26,3 
Centros de atención comunitaria  22  17,2  11,6-24,6 
Centros de atención a personas dependientes  1,6  − 
Unidades de críticos  4,7  − 
Motivo para realizar la prueba (n=2.230)
Caso sospechoso  1.414  63,4  61,4-65,4 
Caso probable  275  12,3  11,0-13,8 
Caso asintomático con contacto  191  8,6  7,5-9,8 
Otros motivos  278  12,5  11,2-13,9 
A solicitud propia  72  3,2  2,57-4,0 
  Mín.-Max  Media (DE) 
Edad (años)  20-72  42,53 (11,27) 
Tiempo trabajado en los últimos 10 años (meses)  > 1-131  99,28 (38,61) 
N.° pacientes última jornadaa  0-99  18,75 (17,90) 

DE: desviación estándar; EIR: enfermera interna residente; Máx.: máximo; Min: mínimo; MIR: médico interno residente; TCAE: técnico en cuidados auxiliares de enfermería.

a

Solo se refiere a las categorías profesionales con cuidado directo.

El motivo para realizar la prueba diagnóstica fue ser caso sospechoso en el 63,4% y caso probable en el 12,3%, en base a los síntomas (tabla 2). Indicaron la prueba los servicios laborales en el 58,6% (n=828) de casos sospechosos y en el 56,4% (n=155) de casos probables; y los servicios de salud de referencia en el 27,2% (n=384) de casos sospechosos y en el 24% (n=66) de casos probables. La media de días entre síntomas y la prueba positiva fue de 4,67 (DE: 4,36; n=1.486; mínimo: 1; máximo: 40). En un grupo de profesionales se analizó el test diagnóstico utilizado, siendo en el 12,1% (n=270) por PCR y en el 1,2% (n=27) por test de anticuerpos.

El contacto del profesional con casos fue laboral para el 80,1% y confirmaron que se hizo un estudio de sus contactos en el 50,3%. Los profesionales de la salud realizaron el aislamiento en el domicilio en el 97,1%, o cumpliendo con las medidas recomendadas (67,2%) y con seguimiento telefónico (78,5%). El 6,1 y el 0,4% de la muestra requirieron el ingreso hospitalario o en una unidad de cuidados intensivos, respectivamente (tabla 3).

Tabla 3.

Datos de relación de contactos y aislamiento

  IC 95% 
A. Relación con contacto (n = 191)       
Laboral  153  80,1  73,9-85,1 
Conviviente  33  17,3  12,6-23,7 
Contacto ocasional  2,6  1,1-6,0 
Duración (n = 191)      − 
Continuo  40  20,9  15,8-27,3 
Regular  88  46,1  39,1-53,1 
Esporádico  63  33,0  26,7-39,9 
Estudio contactos (2.230)      − 
Sí se han realizadoa  1.121  50,3  48,2-52,3 
Contactos en el ámbito laboral/ social  827  55,9  53,3-58,4 
Contactos estrechos en el ámbito laboral/social  462  31,2  28,9-33,6 
Convivientes  191  12,9  11,3-14,7 
Desconozco que se hayan realizado  253  11,3  10,1-12,7 
Creo que no se han realizadob  856  38,4  36,4-40,4 
B. Aislamiento (n = 2.127)       
En casa con 100% cumplimiento  1.429  67,2  65,2-69,1 
En casa con no todo el cumplimiento  637  29,9  28,0-31,9 
Vivienda de familiar o amigo  11  0,5  0,3-0,9 
En hotel facilitado por organización  50  2,4  1,8-3.2 
Características de la vivienda (n = 2.215)      − 
Menor de 50 m2  187  8,4  7,4-9,7 
De 50 a 100 m2  1.113  50,2  48,2-52,3 
Más de 100 m2  435  19,6  18,0-21,3 
Vivienda unifamiliar  324  14,6  13,2-16,2 
Chalet independiente  142  6,4  5,5-7,5 
Otro  14  0,6  − 
Seguimiento en aislamiento (2.230)       
Aislamiento y seguimiento telefónico  1.750  78,5  76,7-80,1 
Aislamiento y consulta presencial  275  12,3  11,3-13,8 
Ingreso hospitalario  137  6,1  5,2-7,2 
Ingreso en unidad de cuidados intensivos  0,4  − 
Otra  60  2,7  2,1-3,6 
a

Las categorías de esta variable eran de respuesta múltiple; los porcentajes se calculan sobre el total de respuestas (n = 1.480).

b

Hasta donde yo puedo saber, no se han hecho pruebas a ninguno de los anteriores contactos.

En relación con la percepción de los profesionales, en las primeras semanas de la pandemia la disponibilidad de medidas de protección en la categoría «siempre/frecuentemente» fue: para mascarilla FPP1 57,3%, guantes 89,5%, jabón 95% y solución hidroalcohólica 91,5%. En EPI completas, mascarillas FPP2, FPP3, gafas de protección ocular y batas desechables el porcentaje declarado fue inferior al 50%. Su percepción de utilización cuando era necesario y siguiendo las indicaciones de la institución, exceptuando las medidas caseras, variaba entre el 69,8 y el 95,2%, y su percepción de uso correcto entre el 76,2 y el 95,6% (tabla 4). En la realización de los «5momentos» en la higiene/desinfección de manos propuestos por la OMS, la declaración de haberse realizado en la categoría «siempre/frecuentemente» variaba entre el 84,3% para el momento5 y el 95,5% para el momento3. La percepción de realización correcta fue del 89,2% para el momento5 y del 96,4% para el momento3. Respecto a otras medidas higiénicas al terminar la jornada laboral, la más realizada fue la higiene de manos (96,7%) y la menos realizada fue la ducha (31,7%) (tabla 5).

Tabla 4.

Percepción de medidas protectoras en los 5 días previos a la realización de la prueba

Medidas protectoras (n=2.153)  Siempre o frecuentementeA veces o pocas vecesNunca
 
Equipo completo de protección individual
Disponibilidad  824  38,3  536  24,9  793  36,8 
Utilización  1.059  77,9  234  17,2  67  4,9 
Percepción uso correcto  985  76,2  284  22,0  24  1,9 
Mascarillas de protección
FPP1             
Disponibilidad  1.233  57,3  387  18,0  533  24,8 
Utilización  1.352  83,5  217  13,4  51  3,1 
Percepción uso correcto  1.303  83,0  237  15,1  29  1,8 
FPP2             
Disponibilidad  678  31,5  652  30,3  823  38,2 
Utilización  930  69,9  330  24,8  70  5,3 
Percepción uso correcto  977  77,5  263  20,9  20  1,6 
FPP3             
Disponibilidad  291  13,5  366  17,0  1.496  69,5 
Utilización  424  64,5  161  24,5  72  11,0 
Percepción uso correcto  443  75,7  131  22,4  11  1,9 
Gafas de protección ocular
Disponibilidad  906  42,1  418  19,4  829  38,5 
Utilización  1.029  77,7  212  16,0  83  6,3 
Percepción uso correcto  1.009  81,3  209  16,8  23  1,9 
Guantes de nitrilo, con y sin polvo
Disponibilidad  1.927  89,5  115  5,3  111  5,2 
Utilización  1.926  94,3  91  4,5  25  1,2 
Percepción uso correcto  1.894  93,9  114  5,7  0,4 
Batas desechables e impermeables
Disponibilidad  812  37,7  670  31,1  671  31,2 
Utilización  1.035  69,8  388  26,2  59  4,0 
Percepción uso correcto  1.059  74,4  334  23,5  30  2,1 
Medidas «caseras o de fortuna» no homologadas
Disponibilidad  490  22,8  384  17,8  1.279  59,4 
Utilización  512  58,6  311  35,6  51  5,8 
Higiene/desinfección de manos
Solución hidroalcohólica
Disponibilidad  1.970  91,5  154  7,2  29  1,3 
Utilización  2.006  94,4  105  4,9  13  0,6 
Percepción uso correcto  2.016  95,5  91  4,3  0,2 
Jabón             
Disponibilidad  2.045  95,0  91  4,2  17  0,8 
Utilización  2.034  95,2  96  4,5  0,3 
Percepción uso correcto  2.037  95,6  87  4,1  0,3 
Tabla 5.

Higiene de manos según los 5 momentos de realización (OMS) e higiene al salir de la jornada de trabajo

Medidas higiénicas (n=2.230)  Siempre o frecuentementeA veces o pocas vecesNunca
 
5 momentos higiene de manos
1. Antes de tocar al paciente
Realización  1.930  89,6  190  8,8  33  1,5 
Percepción uso correcto  1.987  93,7  128  6,0  0,2 
2. Antes de realizar una tarea limpia/aséptica
Realización  2.004  93,1  114  5,3  35  1,6 
Percepción uso correcto  2.005  94,7  110  5,2  0,1 
3. Después del riesgo de exposición a líquidos corporales
Realización  2.056  95,5  58  2,7  39  1,8 
Percepción uso correcto  2.037  96,4  75  3,5  0,1 
4. Después de tocar al paciente
Realización  2.035  94,5  104  4,8  14  0,7 
Percepción uso correcto  2.045  95,6  90  4,2  0,2 
5. Después del contacto con el entorno del paciente
Realización  1.814  84,3  293  13,6  46  2,1 
Percepción uso correcto  1.880  89,2  225  10,7  0,1 
Actividades al salir de la jornada
Ducha
Disponibilidad  596  26,7  262  11,7  1.372  61,5 
Realización  272  31,7  248  28,9  338  39,4 
Cambio de uniforme
Disponibilidad  1.576  70,7  362  16,2  292  13,1 
Realización  1.597  82,4  307  15,8  34  1,8 
Higiene de manos
Realización  2.157  96,7  56  2,5  17  0,8 
Percepción realización correcta  2.131  96,3  78  3,5  0,2 
Higienización de objetos personales
Realización  1.234  55,3  691  31,0  305  13,7 
Percepción realización correcta  1.391  72,3  514  26,7  20  1,0 

Se analizaron las diferencias entre el ámbito hospitalario y la atención primaria. Respecto a la carga de trabajo en la última jornada, la media de pacientes atendidos fue de 15,46 (DE: 15,51) vs 26,15 (DE: 20,53), respectivamente (p<0,0001). La percepción de disponibilidad, al inicio de la pandemia, de medidas protectoras por ámbito también presentó diferencias estadísticamente significativas para todas ellas (p<0,0001). Los porcentajes de percepción de no disponibilidad fueron, respectivamente: EPI 34,3% (n=511) vs 42,5% (n=282); mascarillas FPP2 34,2% (n=509) vs 47,4% (n=314); mascarillas FPP3 63,4% (n=945) vs 83,1% (n=551); gafas 34,8% (n=518) vs 46,9% (n=311); batas 26,2% (n=391) vs 42,2% (n=280). Respecto a la realización de los 5momentos de la higiene de manos, en la categoría «siempre/frecuentemente» las diferencias fueron: momento1 «Antes de tocar al paciente» 90,1% (n=1.342) vs 88,7% (n=588); momento2 «Antes de realizar una tarea limpia/aséptica» 94,2% (n=1.403) vs 90,6% (n=601); momento3 «Después del riesgo de exposición a líquidos corporales» 95,8% (n=1.428) vs 94,7% (n=628); momento4 «Después de tocar al paciente» 94,8% (n=1.412) vs 94% (n=623); momento5 «Después del contacto con el entorno del paciente» 85,8% (n=1.278) vs 80,8% (n=536). Estas diferencias fueron estadísticamente significativas en los momentos1 (p=0,012), 2 (p=0,007) y 5 (p=0,004).

La carga de trabajo se relacionó con el grado de realización de higiene de manos del momento1 (p=0,046) y del momento4 (p=0,002), y con la percepción de realizarla correctamente en los momentos4 y5 (p=0,002 y p=0,023), así como en la percepción del uso correcto de EPI (p=0,006). La media de pacientes era mayor cuando declaraban «a veces o pocas veces» (tabla 6).

Tabla 6.

Relación entre percepción de medidas protectoras e higiene con la carga de trabajo

  Media  DE  IC 95% Diferencia 
Pacientes a cargo en última jornada trabajo
Momento 1 «Grado de realización»
A veces o pocas veces  190  21,25  21,23     
Siempre frecuentemente  1.930  18,53  17,55  0,046  [0,05-5,39] 
Momento 4 «Grado de realización»
A veces o pocas veces  104  22,75  20,43     
Siempre frecuentemente  2.035  18,63  17,76  0,022  [0,59-7,65] 
Momento 5 «Grado de realización»
A veces o pocas veces  293  22,10  20,73     
Siempre frecuentemente  1.814  18,18  17,36  0,002  [1,40-6,43] 
Momento 5 «Percepción de realización correcta»
A veces o pocas veces  225  21,80  21,67     
Siempre frecuentemente  1.880  18,37  17,38  0,023  [0,48-6,39] 
Percepción uso correcto EPI
A veces o pocas veces  284  20,34  18,75     
Siempre frecuentemente  985  17,12  17,09  0,006  [0,90-5,522] 

DE: desviación estándar; EPI: equipo de protección individual; IC95%: intervalo de confianza al 95% de la diferencia de medias; Momento 1: Antes de tocar al paciente; Momento 4: Higiene/desinfección de manos después de tocar al paciente; Momento 5: Higiene/desinfección de manos después del contacto con el entorno del paciente.

El 80,4% (n=1.730) de los participantes señalaron que disponían de procedimientos de actuación establecidos sobre la COVID-19. Los que refirieron tener un solo procedimiento fueron el 81,3% (n=1.406), dos procedimientos el 13% (n=225), tres el 3,2% (n=56), y contaron con cuatro procedimientos el 2,5% (n=43). De los que disponían de uno exclusivamente, procedían de la propia institución el 63,8% (n=898), el 35% (n=493) de autoridades sanitarias, el 0,7% (n=10) de la OMS y otras organizaciones institucionales y el 0,3% (n=5) de sociedades científicas.

Respecto a las salidas del domicilio los 10días previos al test diagnóstico, las realizadas más frecuentemente fueron «ir al supermercado» (8,8%) y «sacar al perro» (6,1%) (tabla 7). El medio de transporte utilizado en los 5días previos fue en el 65,4% (n=1.458) el coche individual, en el 13,7% (n=306) a pie, en el 12,2% (n=272) el transporte público, en el 3,5% (n=79) el coche compartido, en el 3,3% (n=73) la moto, en el 1,5% (n=33) la bicicleta/patinete y en el 0,4% (n=9) el taxi.

Tabla 7.

Permeabilidad del domicilio en los últimos 10 días

Lugar de destino (n=2.230)  Salidas
  NuncaEntre 1-5 vecesEntre 6-10 vecesEntre 11-15 vecesMás de 15 veces
 
Ayuda familiar  1.715  77  333  14,9  85  3,8  36  1,6  61  2,7 
Sacar al perro  1.845  82,8  84  3,8  114  5,1  50  2,2  137  6,1 
Ir al supermercado  278  12,5  1.389  62,3  270  12,1  97  4,3  196  8,8 
Ir a la panadería  1.464  65,7  428  19,2  195  8,7  61  2,7  82  3,7 
Ir a la farmacia  1.290  57,8  753  33,8  63  2,8  53  2,4  71  3,2 
Ir al banco  1.833  82,2  277  12,4  42  1,9  34  1,5  44  2,0 
Ir al estanco  2.035  91,3  108  4,8  21  0,9  28  1,3  38  1,7 
Ir al quiosco  2.080  93,3  71  3,2  12  0,5  35  1,6  32  1,4 
A otras actividades  1.582  71,0  311  13,9  169  7,6  59  2,6  109  4,9 

Se incorporaron a la actividad asistencial el 34,2% (762). De ellos, el 81,25% (n=619) tras 1test negativo, el 6,45% (n=49) tras 2test negativos y el 12,30% (n=94) sin test negativo. En los profesionales incorporados la media de días entre test positivo y primer test negativo fue de 16,89 (DE: 5,05; n=515, mínimo: 11, máximo: 42). El 91,1% (1.759) de los profesionales conviven con 1-3 personas, y estos convivientes eran en un 93% menores de 60años.

Discusión

A fecha 30 de abril los datos situaban a España como uno de los países con mayores cifras de contagio en profesionales sanitarios, con el 21,4%5, con representación desigual en todo el territorio.

En la mayoría de los casos (75,7%) la realización de las pruebas diagnósticas se debió a la presencia de síntomas; sin embargo, existe un número importante de casos que no presentaron síntomas pero tuvieron algún tipo de contacto de riesgo u otros motivos, incluyendo la petición propia, para la realización del test. Esto refleja una priorización en la realización de pruebas a los casos con un curso clínico claro, pero señala cierta diferencia de criterios en el abordaje del cribado en el resto de casos, posiblemente supeditado a la disponibilidad de pruebas de laboratorio según las instituciones.

Por otra parte, considerando que el inicio de la transmisión de la infección comienza uno o dos días antes del inicio de los síntomas y que, según los datos obtenidos, la media entre el inicio de síntomas y la prueba positiva es de 4,67días, existe un período ventana crítico de hasta una semana en el cual el profesional podría ser vector de transmisión a pacientes, familiares y a otros profesionales. Incluso si se han seguido las recomendaciones y los profesionales han interrumpido su actividad desde el comienzo de los síntomas, siguen existiendo 1-2días de especial riesgo de contagio en el período subclínico o asintomático23. El contagio a partir de personas asintomáticas (2,5% según el estudio ENE-COVID) supone una de las principales dificultades para un diagnóstico precoz, que en los profesionales sanitarios podría resultar determinante para poder controlar la tasa de contagio en los centros de una manera eficaz.

El estudio de los contactos es uno de los puntos clave en las distintas estrategias para la contención de los contagios11. En este sentido, solo la mitad de los encuestados manifiestan que se realizó estudio a sus contactos, centrándose en el 55,9% en el ámbito laboral. Además, el 12,3% de los profesionales reincorporados manifiestan haberlo hecho sin un test. Esta falta de seguimiento de los contactos podría contribuir al retraso en el diagnóstico de nuevos casos24, lo que, unido a la influencia de los factores ambientales, tales como las dimensiones de los espacios de uso común en el trabajo, podría aumentar potencialmente el riesgo de contagio. De hecho, en España, según los datos notificados a 30 de abril de 2020, el 69% de los trabajadores se contagiaron por contacto estrecho con casos probables o confirmados25.

Respecto a los equipos de protección, los profesionales declararon la percepción de una alta disponibilidad, en las primeras semanas de la pandemia, de los más básicos (mascarilla FPP1 y guantes), junto con los recursos de higiene de manos elementales (agua y jabón/solución hidroalcohólica). Sin embargo, se declara una carencia de ciertos equipos de protección, sobre todo la relativa a mascarillas FPP2/FPP3, gafas y EPI completo, lo que podría sugerir que al inicio de la pandemia pudiera haber habido profesionales sin un nivel adecuado de protección. Sería interesante un seguimiento de la evolución de la disponibilidad a lo largo del estudio, ya que esta falta de disponibilidad de equipos de protección ha de ser analizada en el contexto de una pandemia mundial de impacto nunca conocido, en el que la demanda se multiplica exponencialmente y la capacidad de producción es limitada y en un entorno de deslocalización industrial26.

A modo orientativo, la OMS recomienda una disponibilidad mínima de una mascarilla de protección, unas gafas de protección facial y 25 batas por paciente y día27 para la atención a las pacientes en aislamiento en el ámbito hospitalario, alejada de las existencias de nuestro Sistema Nacional de Salud al inicio de la pandemia. Llama la atención el porcentaje de profesionales que no tienen una percepción de uso correcto de la mayoría de los equipos de protección, dejando una línea de investigación abierta en la que habría que seguir profundizando.

En relación con la higiene de manos, un alto porcentaje manifestaron que la realizaron siempre en todos los momentos establecidos, pero un 15% no la realizaron siempre en el momento5 «tras contacto con el entorno del paciente». Dada la alta disponibilidad de materiales y medios básicos de higiene de manos, sugiere una posibilidad de contagio por fómites que se asocia con la carga de trabajo. Esta carga de trabajo, medida en número de personas atendidas en la última jornada, fue mayor y con mayor rotación en la atención primaria que en la hospitalaria y se relaciona con la utilización y la percepción del uso adecuado de algunas medidas de protección.

La variación de los procedimientos en pocas semanas, según se adquirían nuevos conocimientos, ha podido ocasionar desconcierto en los profesionales, incluso en elementos básicos como la clasificación de las mascarillas, así como retraso en la implantación de las medidas más actualizadas.

La formación, sobre todo presencial28, es otro pilar básico para la correcta utilización de los EPI29. La amplia experiencia laboral de la muestra de contagiados debería implicar una formación continuada respecto al uso de EPI30, aunque no existen datos.

La frecuencia de las salidas declaradas en la fase de confinamiento en la que se hizo la encuesta también es importante a la vista de lo que se conocía sobre la permanencia del SARS-CoV-2 en superficies y contagio por fómites, no estando recomendado en ese momento el uso generalizado de mascarilla. La gran mayoría de los profesionales declaran un bajo número de convivientes, y dado que su edad es en más del 90% inferior a 60años, parece que los profesionales han decidido alejar de su entorno a las personas con mayor riesgo.

Respecto a las limitaciones del estudio, se trata de un estudio transversal de los contagiados exclusivamente; por tanto, no se pueden establecer relaciones causales. Por otra parte, en cuanto a la validez del cuestionario, a pesar de haber contado con un grupo de expertos para el diseño y el pilotaje del mismo, este proceso se realizó por consenso no sistemático. Según cambiaron las indicaciones y protocolos por la situación de la pandemia, se tuvieron que añadir dos ítems al cuestionario tras la fase piloto. Así mismo, existe una posible confusión en la interpretación de los encuestados entre las mascarillas FPP1 y las mascarillas quirúrgicas. En general, las mascarillas de protección suministradas por los servicios sanitarios han sido las FPP2 y FPP3.

Otra limitación a tener en cuenta es el margen de error en la tasa de respuesta del cuestionario, cuyo resultado podría no ser representativo en algunas comunidades; por tanto, estos datos deben ser interpretados con cautela, teniendo en cuenta que se trata de resultados preliminares. A esto habría que añadir el hecho de que, al ser una encuesta que se difundió ampliamente por redes sociales, podría implicar un cierto sesgo de deseabilidad social o de características impostadas en las respuestas, así como un sesgo de recuerdo.

Como conclusión, y teniendo en cuenta el carácter preliminar de los datos y la necesidad de ampliar la muestra para disminuir el margen de error en la tasa de respuesta, los datos obtenidos en las primeras semanas apuntan a la gestión de la cadena de contagios, al uso y la adecuación en la disponibilidad de equipos de protección, así como a la efectividad en la realización de las distintas etapas del lavado de manos, como factores clave que podrían influir en el contagio de los profesionales. Por tanto, sería necesario desarrollar estrategias para reforzar los procedimientos de prevención de riesgos laborales respecto a contagio y mejorar la formación en EPI para los profesionales, adecuar la dotación de medidas de protección apropiadas, mejorar la disposición y la difusión de protocolos actualizados, así como reforzar la adherencia a la higiene de manos, y finalmente ajustar las cargas de trabajo en el contexto asistencial.

Financiación

El proyecto SANICOVI® ha sido financiado en convocatoria de expresiones de interés para proyectos sobre SARS-CoV-2 y enfermedad COVID-19 del Instituto de Salud CarlosIII. Expediente n.°COV20/01539

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Agradecimientos

A todos los profesionales de la salud que han estado trabajando en primera línea en la pandemia del SARS-CoV-2, a los que han tenido la enfermedad, y especialmente a los que se han ido.

Anexo 1
Integrantes del Grupo SANICOVI

Eva Abad-Corpa, Laura Albornos-Muñoz, Elvira Casado-Ramírez, Rafaela Camacho-Bejarano, María Ángeles Cidoncha-Moreno, María Consuelo Company-Sancho, Silvia Esteban-Sepúlveda, Isabel Feria-Raposo, Esther González-María, Ana Covadonga González-Pisano, Francisco Javier Iruzubieta-Barragán, Xosé Manuel Meijome Sánchez, María Teresa Moreno-Casbas, Daniel Muñoz Jiménez, María Isabel Orts-Cortés, Lorena Pinilla-Navas, Manuel Rich-Ruiz, Pilar Rodríguez-Baz, Dolores Sánchez-López, M. Clara Vidal Thomàs.

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Los miembros del Grupo SANICOVI se enumeran en el Anexo 1.

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