En las unidades de cuidados intensivos, con frecuencia se encuentran pacientes con heridas difíciles de cicatrizar y/o infectadas. En los estudios de los últimos años se ha propuesto el uso de probióticos tópicos para el tratamiento de las infecciones de heridas debido a su capacidad para reducir la inflamación, disminuir el pH y liberar compuestos antimicrobianos1.
En el estudio de Stanbro J et al.1 realizado en 2019 se investigó el impacto de los lactobacilos (Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus casei y Lactobacillus reuteri) en heridas infectadas. No hubo efectos adversos. Los resultados mostraron que la aplicación tópica de Lactobacillus era efectiva contra patógenos de heridas resistentes a múltiples fármacos gramnegativos (MDR) como A. baumannii.
En el artículo de Venosi S et al.2 realizado en 2019 se expone el caso de una mujer de 83 años con isquemia crítica de una extremidad y una úlcera difícil de tratar e infectada en la pierna derecha. Esta paciente recibió un tratamiento complementario en cuidados intensivos con la aplicación local de probióticos. Durante el tratamiento se observó una curación progresiva de la lesión con resolución microbiológica de la infección polimicrobiana de la herida. Los resultados parecen confirmar la utilidad del tratamiento probiótico complementario en heridas infectadas difíciles de tratar.
En el estudio de Coman MM et al.3 realizado en 2020 se evaluó la eficacia probiótica de SynBio (combinación 1:1 de Lactobacillus rhamnosus y Lactobacillus paracasei) para contrarrestar las infecciones de las úlceras crónicas. Los resultados mostraron que los probióticos tópicos presentan buena capacidad antimicrobiana y el porcentaje de adhesión a las células HaCaT y fibroblastos fue del 19 y del 17%, respectivamente, destacando la posibilidad de crear un entorno protector que prevenga los patógenos mediante la formación de biopelículas para contrastar infecciones. Por lo tanto, los probióticos tópicos podrían ser usados con éxito como complemento de las terapias convencionales, en el tratamiento de úlceras crónicas, debido a su capacidad para eliminar los microorganismos patógenos y mejorar la curación de las úlceras.
En el estudio de Lenzmeier TD et al.4 realizado en 2019 se expone que los pacientes con quemaduras graves son susceptibles a infección bacteriana, lo cual suele conducir a sepsis, fallo orgánico y muerte. El patógeno Pseudomonas aeruginosa (P. aeruginosa) un organismo inherentemente resistente a múltiples antibióticos, es una causa común de sepsis en pacientes críticos. Por tanto, el desarrollo de un tratamiento tópico no relacionado con los antibióticos convencionales es esencial para la prevención de la infección por P. aeruginosa. En este estudio se examina la efectividad de un concentrado de Lactobacillus gasseri para inhibir las biopelículas de P. aeruginosa, así como para reducir la carga biológica de la herida y la sepsis. Los resultados mostraron que los probióticos inhibieron el crecimiento de P. aeruginosa, evitaron el desarrollo de biopelículas y eliminaron las biopelículas parcialmente desarrolladas, además redujeron la mortalidad y evitaron la diseminación sistémica. Por tanto, se sugiere el potencial de los probióticos tópicos para prevenir la sepsis por infección en pacientes críticos quemados y en inmunocomprometidos.
En el estudio de Argenta A et al.5 realizado en 2016 se analizó la eficacia de los probióticos (Lactobacillus plantarum) en quemaduras graves. Los resultados mostraron que los probióticos inhibieron la acumulación septicémica del patógeno en órganos remotos. Además, la terapia probiótica suprimió con éxito la inducción dependiente de infección de TNF-α e interleuquinas 6 y 10 en el hígado. Los probióticos tópicos muestran gran potencial como complemento en el tratamiento de las quemaduras complicadas.
Al analizar los estudios expuestos anteriormente de los últimos años se puede comprobar el potencial de los probióticos tópicos sobre las heridas infectadas en pacientes críticos. Además, teniendo en cuenta que este tratamiento acelera la curación permitiría reducir los costes destinados a las curas de heridas infectadas e incrementar la calidad de vida de los pacientes críticos.
No obstante, cabe destacar que, aunque la evidencia revisada parece indicar que se pueden esperar resultados positivos de los probióticos tópicos, el reducido número de estudios realizados en humanos no es suficiente para establecer una recomendación general. Se necesita incrementar el número de estudios para evaluar la eficacia y las posibles complicaciones de este tratamiento sobre una mayor muestra de pacientes, y analizar su efecto con la combinación de otros tratamientos. De esta forma se les podrá ofrecer a los pacientes los mejores cuidados basados en las últimas evidencias demostradas.
FinanciaciónLa autora declara no haber recibido financiación para la realización de este trabajo.