La generación de condiciones para una genuina competencia electoral por los cargos de representación popular se consideró culminada en el año 2000, al registrarse la primera alternancia de partidos políticos en la Presidencia de la República; 12 años más tarde, el otrora hegemónico Partido Revolucionario Institucional (pri) recuperó, por la vía electoral, el poder presidencial y el dominio en la mayoría de las entidades del país.
¿Cómo explicarnos este fenómeno?
El libro Política, partidos y elecciones en México. Historias regionales 1980-2013, de María Marcela Bravo Ahuja Ruiz y Gustavo Martínez Valdes presenta información valiosa a nivel regional que contribuye a comprenderlo.
Como parte de un ejercicio que inició durante sus estudios doctorales, y que dio lugar cuando menos a dos libros previos, Marcela Bravo y el joven investigador Gustavo Martínez Valdes realizan un valioso esfuerzo por explicar, con un análisis de largo alcance, que se vale de métodos cuantitativos y cualitativos, el movimiento que registró el voto en distintas entidades del país durante el período 1988-2012, considerando los resultados de los comicios presidenciales, legislativos federales, de gobernador y legislativas locales.
Una base de datos integrada con resultados electorales multinivel en el periodo señalado, un detallado seguimiento periodístico y una investigación cualitativa sobre el comportamiento político en los estados, constituyen la materia prima del análisis multidimensional del fenómeno del poder a nivel estatal y su proyección federal, que realizan ambos autores.
Calculando el índice de participación, abstencionismo, competencia electoral, conformación del sistema de partidos y volatilidad electoral en las elecciones presidenciales, para senadores, para diputados federales, para diputados locales y para gobernadores, Marcela Bravo y Gustavo Martínez observaron que una vez pasados los comicios de 2012, las entidades federativas presentaban un comportamiento electoral tan variado que podría ser clasificado de la siguiente manera:
Entidades en las que (…)
- 1.
El Partido Revolucionario Institucional (pri) se ha mantenido siempre en el gobierno, por lo que se presenta un sistema de partido predominante: Coahuila y Tamaulipas.
- 2.
El PRI mantenía un carácter predominante, pero la entidad fue recuperada en 2012 por el Partido Acción Nacional (pan): Chihuahua.
- 3.
El PRI mantenía un carácter predominante, pero la entidad fue recuperada del Partido de la Revolución Democrática (prd): Zacatecas.
- 4.
El pri se mantenía en el gobierno, con competencia del pan: Campeche y Colima.
- 5.
El pri se mantenía en el gobierno, con competencia del pan y de la izquierda: Durango, Estado de México, Hidalgo, Quintana Roo y Veracruz.
- 6.
El pri ganó el gobierno, recuperándolo del pan, pero con competencia de ese partido: Aguascalientes, Nuevo León, Querétaro y San Luis Potosí.
- 7.
El pri ganó el gobierno, recuperándolo del pan, pero con competencia del pan y de la izquierda: Jalisco.
- 8.
El pri ganó el gobierno, recuperándolo de una coalición pan-prd, con competencia del PAN: Yucatán.
- 9.
El pri ganó el gobierno, recuperándolo del pan y/o del prd, con competencia del pan y de la izquierda: Chiapas, Nayarit, Michoacán y Tlaxcala.
- 10.
El pan tenía el gobierno con competencia importante del pri: Baja Cali- fornia Norte y Sonora.
- 11.
El pan tenía el gobierno con competencia del pri en ascenso: Guanajuato.
- 12.
El pan tenía el gobierno con competencia del pri y de la izquierda: Baja California Sur.
- 13.
El prd se mantenía en el gobierno con un sistema de partido predominante: Distrito Federal.
- 14.
El prd se mantenía en el gobierno, con competencia del pri: Tabasco y Guerrero.
- 15.
El prd se mantenía en el gobierno, con competencia del pri y del pan: Morelos.
- 16.
Una coalición pan-prd se colocaba en el gobierno, con competencia del pri: Oaxaca, Puebla, Sinaloa.
De esta amplia diversidad, en el libro se eligen siete casos (Coahuila, Campeche, Aguascalientes, Jalisco, Michoacán, Baja California Sur y Tabasco) para investigar: ¿qué características ha tenido el comportamiento del voto en el estado? ¿Cómo ha sido la vida interna de los partidos en la entidad? ¿Es posible identificar una relación entre el comportamiento del voto y la vida interna de los partidos políticos? ¿Cómo es esa relación? ¿Cuáles son los grupos partidistas que predominan en el estado? ¿Cómo se puede caracterizar el ejercicio del dominio de los grupos partidistas sobre el resto de cada partido?
Con el análisis, los autores se proponen revisar y describir las condiciones y fenómenos políticos que permiten una aproximación explicativa al comportamiento y realineamiento del voto, particularmente en los comicios subnacionales de las entidades del país, entre 1988 y 2013.
De entre la diversidad de estudios que se han centrado en el análisis del voto, las historias regionales que presenta este libro se proponen poner al alcance del lector información cuantitativa y cualitativa amplia y significativa para comprender, desde una visión multidimensional de la política, los movimientos electorales y sus determinantes nacionales y subnacionales.
Hacía falta un “análisis que recopilara e interpretara las cifras que arrojaban las contiendas electorales, en una perspectiva amplia que permitiera entender el movimiento masivo del voto que llevó al desplazamiento progresivo de pri y a realineamientos electorales, en busca de una capacidad explicativa sobre el comportamiento del voto”, se destaca en la introducción del libro.
Así, los resultados de la investigación que el texto presenta buscan explicar el comportamiento del voto mediante un análisis multinivel, que interpreta resultados estatales de las diferentes contiendas –con excepción de las municipales–, observando la evolución del voto en función de los partidos políticos, las camarillas políticas, las alternancias, el comportamiento de los gobiernos, las coyunturas políticas.
La investigación toma como base la teoría del realineamiento electoral, destacando las elecciones críticas y las eras electorales que en el periodo de estudio ha presentado cada entidad, combinando una metodología cuantitativa con un análisis cualitativo que se propone explicar los cambios en la distribución del voto desde una perspectiva multicausal, deteniéndose en el peso de factores que van desde el enraizamiento de los partidos, sus liderazgos, sus escisiones, las coaliciones, el arrastre del voto, los candidatos o las campañas, a través de las historias electorales.
El estudio parte de la siguiente hipótesis general: en el contexto de una geografía del poder en el México actual más compleja que en el pasado y de una élite más diversificada, producto de un sistema de partidos más amplio y generadora de fragmentación partidista, los movimientos del voto a nivel estatal se definen de manera importante por la interacción regional de distintas camarillas al interior de los distintos partidos y el gobierno, sus liderazgos, vínculos con el poder central y su representación parlamentaria.
Sus fracturas internas y escisiones pueden ser de gran relevancia, debido a que a menudo son producto de selecciones fallidas de candidatos, que en ocasiones estimulan a ciertos líderes a cambiar de partido, buscando oportunidades que en la fuerza política de origen le fueron negadas, llevándose importantes apoyos y recursos.
Otra hipótesis que subyace en el libro es que el periodo electoral que inició en 1988 podía ser considerado como una nueva era caracterizada por un realineamiento con desarrollos desiguales, el cual mantenía una cierta lógica y generaba sus propias constantes. Para 2012, el análisis lleva a esbozar la idea de que esta era podía estar llegando a su fin.
Los estudios locales reparan así en el estado que guardan los hasta entonces tres principales partidos políticos nacionales de México en cada una de las entidades, en el comportamiento de sus liderazgos internos, sus niveles de cohesión, su fragmentación, los métodos de selección de candidatos, el papel del Poder Ejecutivo Federal, los gobernadores y las fracciones en la definición de las candidaturas y en la campañas políticas, el impacto en el comportamiento político de los ajustes a las normas electorales, la competitividad electoral, sus reacomodos, la relación de éstos con los movimientos del voto, detectando que la variedad de casos si bien es influida por determinantes nacionales, también presenta particularidades producto de las características propias de cada entidad. La investigación llega a importantes conclusiones, entre las que destacan que las alternancias registradas en Jalisco, Aguascalientes (pan), Baja California Sur, Michoacán, Tabasco (prd) y la predominancia que mantiene el PRI en Coahuila y Campeche, son más producto de reacomodos en los partidos y de su capacidad de mantenerse cohesionados o no, que de factores sociodemográficos.
El libro, sin duda, deja un importante legado de datos a los interesados en una visión amplia del caleidoscopio del poder nacional y de la dinámica electoral. Los cambios registrados en el sistema de partidos federal y los sistemas de partidos estatales en 2015, en buena parte a causa de los ajustes impuestos por la reforma político-electoral 2014, y la ruptura del principal partido de izquierda (PRD, de cuya escisión surgió MORENA) invitan a continuar y profundizar en este tipo de análisis.
Es deseable, asimismo, que estudios futuros sometan a prueba a nivel regional variables diferentes que ya han sido analizadas en diversos sistemas de partidos a nivel nacional, tales como el impacto de la competencia electoral en los métodos de selección de candidatos y el papel de los gobernadores como líderes de los partidos políticos en sus entidades.