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Vol. 14. Núm. 11.
Páginas 96-99 (noviembre 2000)
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Envejecimiento versus trabajo. Problemas de visión
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En este trabajo se analizan los cambios que experimenta la capacidad visual del ser humano a medida que envejece y cuáles son las consecuencias de dicha evolución en el entorno de trabajo. Se efectúan, asimismo, algunas propuestas para tratar de frenar o disminuir en lo posible los efectos negativos de la edad sobre la visión.

La evolución demográfica de los países industrializados está sufriendo importantes transformaciones. La pirámide de población tiende a abandonar la forma clásica para asemejarse a la de la pera invertida. La causa principal de esta inversión es el descenso de la natalidad unido a otras dos causas: el incremento de la edad adulta y el de la esperanza de vida.

La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) estima que en sus 24 países miembros (entre ellos está España), la proporción de trabajadores con edades entre 45 y 64 años respecto a la población total de trabajadores (14 a 64 años) pasará del 32% de 1980 al 41,3% esperado para el 2025. Por lo tanto, para esta fecha algo menos de la mitad de los trabajadores tendrá más de 45 años.

Dos consecuencias se deducen de lo anterior:

­ Una proporción de la mano de obra está constituida por trabajadores de edades avanzadas (más de 50 años).

­ El decremento de la tasa pensionista/cotizante (en España se estima que si se mantienen las tendencias comentadas, habrá menos de dos cotizantes por pensionista en el año 2020) implica la imposibilidad de que la fuerza productiva mantenga a los pensionistas en los términos actuales. Cabe esperar de esto que la vida laboral se alargue (intención del Gobierno actual), retrasando la edad de la jubilación.

EL PROCESO DE ENVEJECIMIENTO: LA VISIÓN

Una de las capacidades que experimentan un deterioro importante con el envejecimiento es la visión, seguida muy de cerca por la audición. La necesidad de atender estos dos sentidos viene dada tanto por la magnitud de su deterioro como por la importancia que tienen en el proceso de relación de las personas con el entorno exterior.

La visión es uno de los sentidos más importantes. Aproximadamente el 80% de nuestro aprendizaje y el contacto con el mundo que nos rodea está mediatizado por la visión, lo que indica el importante papel que este sentido tiene para la vida cotidiana y para el trabajo.

La visión se ve deteriorada por el propio proceso normal del envejecimiento del ojo pero los problemas de visión pueden resultar agravados por la existencia de alguna enfermedad degenerativa en el ojo.

El envejecimiento del sistema visual implica cambios en el rendimiento del trabajo aunque éste se resuelve en general con la experiencia. A pesar de que la mayoría de las personas no tienen problemas visuales graves, sí suelen sufrir un deterioro suficiente como para que la ejecución de sus tareas habituales se vea alterada en alguna medida.

Los aspectos que explican la capacidad visual son las propias características del proceso de visión y el conjunto de factores externos que influyen en la percepción del estímulo. Entre ellos cabe destacar:

Agudeza visual

La agudeza visual se define como la capacidad para ver distintamente los detalles de un objeto, siendo, por tanto, una medida del detalle más pequeño que pueda percibirse. Algunos aspectos hacen que la agudeza visual varíe:

­ Aumenta con la luminancia del campo visual (10-10 Cd/m2).

­ Aumenta cuanto mayor es el contraste figura-fondo.

­ Disminuye cuando hay deslumbramientos o fuertes contrastes de luminancias.

­ Disminuye significativamente con la edad.

­ Disminuye con la edad si no es compensada adecuadamente y en su momento.

Acomodación

La acomodación es la capacidad del ojo para enfocar objetos a cualquier distancia. El enfoque se efectúa mediante el cristalino de forma involuntaria. Con el transcurso de los años (alrededor de los 40 años) se va perdiendo esta capacidad de enfocar de cerca los objetos y también merma la velocidad de enfoque. Esta pérdida de capacidad de enfocar los objetos cercanos asociada a la edad es lo que se conoce como presbicia. Además la capacidad de acomodación, que ya de por sí es más débil en los adultos que en los jóvenes, se degrada también en el transcurso de la jornada laboral, debido a que es un proceso básicamente muscular en el que intervienen los músculos ciliares sobre el cristalino y que, por tanto, está sometido a los procesos de fatiga muscular.

Son varias las consecuencias que se derivan de la recesión del punto más cercano: los estímulos tiene que situarse a una distancia más lejana para poder ser enfocados, las imágenes que se forman en la retina son más pequeñas y se precisa más agudeza visual, lo cual exige también un incremento de la iluminación.

 


El tamaño de la letra para la lectura de documentos no debe ser inferior a 10, siendo aconsejable el 12


Sensibilidad al contraste

Se puede decir que es la capacidad óptima de la agudeza visual y que tiene que ver con la capacidad de distinguir ente claros y oscuros. Unas mínimas condiciones de contraste son necesarias para poder percibir un estímulo. Esto se puede mejorar con la iluminación, pero hasta un nivel, ya que luego decrece por la aparición de deslumbramientos.

El decremento progresivo de la sensibilidad al contraste se inicia a los 25 años si bien el declive más marcado se produce a partir de los 40-50, y ello es debido a la menor cantidad de luz que el sistema visual transporta hasta la retina. En esta situación se produce una visión borrosa de los bordes de las imágenes, con la consiguiente pérdida de contraste.

A los 20 años el diámetro de la pupila a la luz es de 3 mm y en la oscuridad, de 7 mm. A la edad de 60 años estos valores son de 2,5 mm y 5,5 mm, por lo que físicamente entra menos luz en el ojo. Sabemos que para ver un objeto claramente las personas de 40 años precisan el doble de luz que las de 20 y las de 60, el triple que las de 20, siendo esto válido para los diversos niveles y fondos de iluminación.

Deslumbramientos

La existencia de deslumbramientos genera una situación de incomodidad e incluso incapacidad para percibir visualmente los estímulos. En el puesto de trabajo no bien diseñado existen muchas fuentes de deslumbramiento. Si bien esta incomodidad e incapacidad es común a todas las edades, resulta más problemática a partir de los 40 años. El ojo se adapta a la luminancia media existente en el campo de visión. Las luminancias muy superiores al nivel de adaptación del ojo producirán deslumbramientos.

El deslumbramiento se produce en gran medida por la dispersión de la luz en el medio ocular. En la gente adulta, la mayor opacidad de los medios (córnea, cristalino y humores acuoso y vítreo, así como la retina) acrecienta este efecto y contribuye al deslumbramiento. El incremento de la iluminación puede ocasionar niveles inaceptables de deslumbramiento.

Adaptaciones a niveles luz

El ojo humano se ajusta a niveles de intensidad de luz extremadamente amplios a través del proceso de adaptación. Éste consiste en el aumento o disminución del diámetro de la pupila con el fin de admitir mayor o menor cantidad de luz en la retina.

La adaptación a la luminosidad es rápida; en unos segundos se produce el ajuste del ojo. Por el contrario la adaptación a la oscuridad es un proceso lento, pudiendo llegar a requerir hasta media hora para conseguir una recuperación de la agudeza visual total. La adaptación a la oscuridad queda afectada especialmente con la edad, al sufrir una disminución el diámetro de la pupila, así como cambios de densidad y color (tiende al amarillo) de los medios. Una persona adulta necesita más tiempo para adaptarse a la oscuridad.

Visión del color

La percepción del color va variando con el transcurso de los años. El desarrollo gradual se alcanza alrededor de los 30 años y éste es el punto en el que empieza a producirse un declive también gradual, pudiendo generarse dificultad para distinguir y reconocer colores, en especial verde-azules, azules-violeta y colores pálidos, especialmente blancos. El deterioro en la discriminación entre rojo-verde comienza sobre los 55 años. Estos cambios se producen en parte por un pigmento que, situado sobre los medios, filtra azules y violetas.

Visión estereoscópica

Cuando utilizamos los dos ojos no es sólo para ver con detalle objetos sino también la profundidad con dos objetos comparables. Esto es lo que se denomina visión binocular y su base es la estereopsis. Hasta los 40 años permanece constante, después se inicia un declive hasta los 70.

Además de la diferencia de imágenes producidas en los dos ojos, intervienen también en la visión binocular:

­ Las modificaciones de los ángulos de perspectiva.

­ Las modificaciones en la saturación del color.

­ Las modificaciones en las texturas de los textos.

­ Las modificaciones de la composición figura-fondo.

CAMBIOS A REALIZAR

Los cambios que cabría realizar para que las personas pudieran retrasar si así lo decidieran la edad de jubilación sin poner en riesgo su capacidad visual tienen como base la ergonomía. Por ello se debe empezar a poner en práctica un plan conducente a que también los jóvenes se beneficien de ello y los adultos puedan mantenerse más tiempo en la actividad laboral con una comodidad y un rendimiento adecuados. Para ello se proponen los siguientes cambios:

Iluminación y contraste

En el ámbito de la iluminación y el contraste se recomienda:

­ Asegurarse de que el nivel de luz sobre los textos es adecuado para el trabajo que se desempeña. Incrementar la iluminación y facilitar que el trabajador ejerza un control sobre la iluminación.

­ Cuidar la iluminación en el paso de zonas muy iluminadas a otras de muy poca iluminación y al contrario, para que no se produzcan deslumbramientos.

­ Que no existan superficies reflectantes.

­ En caso de trabajar con ordenador, eliminar brillos de las superficies reflectantes mediante la adecuada ilu minación general y del puesto de trabajo. También deben evitarse posturas desfavorables para reducir los esfuerzos musculares al mínimo.

 

 

Tamaño de las señales

Para el manejo del texto es conveniente utilizar un tamaño, tipo de letra y espaciado entre líneas adecuado:

­ El tamaño de la letra para la lectura de documentos no debe ser inferior a 10, siendo aconsejable el 12.

 


La existencia de deslumbramientos genera una situación de incomodidad e incluso incapacidad para percibir visualmente los estímulos


­ Para la determinación de estos parámetros se han de considerar los niveles de iluminación y la distancia de visión.

­ El aumento del tamaño de las señales puede mejorar sensiblemente la percepción de las mismos especialmente si las señales a observar están en movimiento y sobre todo si éste es rápido.

Reconocimiento entre señales

Para facilitar el reconocimiento de las diferentes señales (letras, símbolos, números, etc.):

­ Maximizar el contraste entre señal visual y fondo.

­ Combinar las letras con símbolos gráficos cuando sea posible.

­ Aislar mensajes informativos individuales.

La diferencia de intensidad entre señales puede suponer en sí misma una señal. En este caso la capacidad para discriminar estas diferencias tiende a disminuir con la edad. La variación de iluminación deberá, por tanto, ser mayor para las personas de edad si se quiere introducir esta variable.

Disposición de la información

Cuando se trate de ofrecer información (impresa, audiovisual, etc.) a personas de edad avanzada, lo más indicado es:

­ Aislar la información prioritaria de fondos brillantes.

­ Los estímulos deben ser claros, no ambiguos y no situados dentro del área de visión periférica.

­ Eliminar información irrelevante y decorativa; la presencia de señales no pertinentes puede entorpecer, en mayor medida en el caso de personas de edad, la detección e identificación de señales útiles.

­ Establecer una disposición racional de las informaciones más utilizadas o más útiles para compensar la disminución en la capacidad de acomodación visual.

Compatibilidad entre señal y respuesta

Es beneficioso buscar la compatibilidad entre señales y respuestas (codificación de las informaciones), tratando de que no exista gran distancia espacial entre la señal y la respuesta. Esto es especialmente importante cuanta más edad tenga el trabajador y cuanto más compleja y novedosa sea la tarea que desempeña.

Color

En relación con el color, lo más recomendable es:

­ Seleccionar el color apropiado, tamaño e intensidad cromática para diferentes tipos de símbolos, de forma que el color pueda ser el criterio de diferenciación entre señales.

­ Utilizar colores que contrasten.

­ Utilizar con cuidado las combinaciones azul-violeta-verde.

­ En caso de existencia de botones codificados con colores, procurar que éstos sean muy diferenciados.

­ Diseñar el entorno del trabajo considerando las posibles condiciones del ambiente. *

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