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Vol. 20. Núm. 2.
Páginas 52-55 (febrero 2006)
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Insuficiencia venosa crónica
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MERCÈ PIERAa
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En España, tres millones de personas sufren insuficiencia venosa crónica y se estima que en el año 2010 una de cada tres padecerá alguno de sus molestos síntomas. Según la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV), 8 de cada 10 afectados por esta enfermedad no reciben el tratamiento adecuado, dado que se tiende a subestimar la gravedad de sus consecuencias.

Anatomía

En las extremidades inferiores diferenciamos dos tipos de sistemas venosos: el sistema venoso superficial y el sistema venoso profundo, que se comunican a través de las venas perforantes. Las venas del sistema superficial tienen unas paredes finas, son fácilmente distensibles y se distribuyen en forma de red. En cambio, las venas del sistema profundo poseen unas paredes más gruesas, son menos distensibles y contienen el 90% de la sangre venosa de las extremidades inferiores.

Las venas de los miembros inferiores poseen un sistema de válvulas enfrentadas entre sí cuya función es hacer que el flujo sanguíneo ascienda hacia el corazón y desde el sistema venoso superficial al profundo. Los músculos de las piernas contribuyen a esta acción ascendente, ya que al contraerse exprimen las venas que rodean.

Insuficiencia venosa crónica

La insuficiencia venosa crónica se caracteriza por la dificultad del retorno de la sangre venosa, especialmente en bipedestación, y por el flujo de sangre venosa desde el sistema venoso profundo al sistema venoso superficial. Esto se traduce en la visión de unas venas dilatadas, alargadas y tortuosas que se conocen como varices.

Esta enfermedad vascular afecta especialmente a las mujeres y a la mitad de la población mayor de 50 años.

Etiología

La causa de la insuficiencia venosa crónica se halla en la incompetencia de unas válvulas venosas lesionadas o en un defecto de la pared venosa que ocasiona la dilatación excesiva de la vena y, en consecuencia, la separación de las válvulas. Si las válvulas no funcionan, la sangre del sistema profundo tiende a desplazarse al sistema superficial, con el consiguiente aumento de presión y la aparición de varices. Esta hipertensión venosa es la causa del edema y la mala oxigenación de los tejidos circundantes, que favorecen la aparición de inflamación, infección y trombosis, factores relacionados con las complicaciones de esta enfermedad.

Factores de riesgo

La tabla I recoge los principales factores de riesgo asociados a la presencia de varices. Según un estudio de la SEACV, el factor más determinante en la aparición de varices es el tipo de profesión. Así, el 70% de las personas afectadas de varices son amas de casa, peluqueros, camareros o recepcionistas, esto es, profesionales que pasan más de 5 horas de su jornada laboral de pie o sentados.

Clínica

Las piernas afectadas de insuficiencia venosa crónica pueden manifestar uno o varios de los síntomas que se exponen en la tabla II. Estos síntomas se agravan con el ortostatismo y el calor y mejoran con el decúbito y el frío. En el caso de las mujeres, la sintomatología puede empeorar con la menstruación, el embarazo y el tratamiento con anticonceptivos orales o con terapia hormonal sustitutiva. La gravedad de los síntomas no se corresponde ni con el tamaño ni con la extensión de las varices.

A medida que la enfermedad progresa, se puede producir hinchazón en los tobillos y las piernas (edema), coágulos sobre las varices (varicoflebitis) y hemorragia por rotura de las varices (varicorragia). En fases más avanzadas, se producen alteraciones cutáneas como la aparición de heridas y úlceras de difícil tratamiento.

Tratamiento

Los tratamientos médicos y farmacológicos de la insuficiencia venosa crónica varían en función del grado de evolución de las varices. Así, en las primeras etapas, el tratamiento consiste en terapia farmacológica asociada al uso de medias de compresión elásticas. En casos más graves el tratamiento es quirúrgico.

Medidas higiénicas

Independientemente de la fase en la que se encuentren las varices, es recomendable adoptar una serie de medidas (tabla III), como seguir una dieta equilibrada, practicar diariamente algún tipo de actividad física y modificar los hábitos posturales, especialmente en el trabajo.

Farmacoterapia

Los fármacos flebotónicos son compuestos naturales extraídos de plantas con actividad tonificante en venas y capilares. Pueden ser administrados en forma de gel o crema sobre las piernas mediante un ligero masaje realizado de forma ascendente, o bien ingeridos en forma de comprimidos o cápsulas.

Los principios activos más utilizados para la elaboración de estos fármacos son los flavonoides, que reducen la fragilidad capilar y aumentan la integridad de la pared venosa. También destacan los picnogenoles y las cumarinas, cuya acción es similar a la de los flavonoides. Estos productos alivian la pesadez, el dolor, el picor o la hinchazón asociados a la insuficiencia venosa crónica.

Los fármacos venotónicos como diosmina, castaño de indias o Ruscus aculeatus mejoran la sintomatología de la insuficiencia venosa con escasos efectos secundarios. La tabla IV muestra los distintos venotónicos que se pueden hallar en el mercado.

La heparina, los heparinoides y el ácido pentosanopolisulfúrico son otros principios activos utilizados con buenos resultados en la formulación de preparados venoprotectores tópicos para el alivio sintomático temporal de la insuficiencia venosa crónica.

Precauciones

La SEACV alerta sobre el uso de productos milagro para tratar este problema y recomienda que los pacientes se informen bien sobre la calidad y las garantías de algunos tratamientos con láser que se ofrecen para eliminar ciertos tipos de varices. El farmacéutico puede desarrollar, en este ámbito, una labor informativa muy valiosa para el paciente. *

Bibliografía general

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Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular. [en línea] [Fecha de acceso:03/12/2005]. Disponible en: http://www.seacv.org/

Ting AC, Cheng SW, Wu LL, et al. Clinical and hemodynamic outcomes in patients with chronic venous insufficiency after oral micronized flavonoid therapy. Vasc Surg. 2001; 35(6):443-7.

VVAA. Agentes flebotónicos de administración oral. Información Terapéutica del Sistema Nacional de Salud. 2002;26(5).

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