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Vol. 44. Núm. 2.
Páginas 71-79 (marzo - abril 2022)
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Vol. 44. Núm. 2.
Páginas 71-79 (marzo - abril 2022)
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Telerehabilitación en alta latitud sur. Resultados de una implementación de tratamiento para personas en situación de discapacidad durante la pandemia de COVID-19
Telerehabilitation in the high southern latitude. Results of a treatment implementation for people with disabilities during the COVID-19 pandemic
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A. Andrade Gallardoa, V. Rogosich Cvitanica, P. Barría Aburtoa,b, H. Henriquez Diaza, R. Aguilar Cardenasc, C. Núñez-Espinosad,e,
Autor para correspondencia
cristian.nunez@umag.cl

Autor para correspondencia.
a Corporación de Rehabilitación Cruz del Sur, Punta Arenas, Chile
b Universidad Miguel Hernández de Elche, Elche, España
c Departamento de Ingeniería Eléctrica, Universidad de Magallanes, Punta Arenas, Chile
d Escuela de Medicina, Universidad de Magallanes, Punta Arenas, Chile
e Centro Asistencial de Docencia e Investigación CADI-UMAG, Punta Arenas, Chile
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Tabla 1. Disponibilidad porcentual de TIC para implementación de la telerehabilitación en función de la disposición al tratamiento
Tabla 2. Porcentaje de respuestas en función de los diferentes grados de satisfacción de los pacientes según UW Telemedicine Patient Satisfaction Survey9
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Resumen

La situación sanitaria generada por la aparición de la COVID-19 ha precipitado el uso de nuevas tecnologías y la adaptación de los servicios de rehabilitación de todo tipo.

Objetivo

Describir la implementación de un sistema de telerehabilitación en pacientes con diferentes diagnósticos de discapacidad que viven en alta latitud sur, durante la pandemia de COVID-19.

Métodos

Se implementó un sistema de terapias personalizadas guiadas mediante videoconferencia para pacientes con diferentes diagnósticos de discapacidad. Los pacientes se agruparon en tres grupos etarios (menores, adultos, adultos mayores) y seis tipos de diagnóstico clínico (afecciones originadas en el periodo perinatal, enfermedades del sistema circulatorio, enfermedades del sistema nervioso, enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo, tratamientos mentales y del comportamiento y otro tipo de diagnósticos). Se evaluó el diagnóstico del paciente, el tipo de atención requerida, el número de sesiones y el nivel de satisfacción de cada usuario en función de la telerehabilitación que recibieron.

Resultados

Participaron 101 pacientes con edad promedio de 31±26 años, siendo el 52,5% de estos del sexo masculino. Todos ellos logran manejar tecnologías mínimas requeridas para la atención por telerehabilitación. Existe un grado de asociación entre el diagnóstico del paciente y el grupo etario (p<0,05), así como también entre el diagnóstico y el tipo de atención requerida (p<0,05). Tras la implementación, los usuarios y usuarias evalúan positivamente la terapia a distancia.

Conclusiones

La telerehabilitación puede ser implementada en pacientes con discapacidad en zonas de alta latitud sur, respetando las diferentes etapas del proceso, para asegurar una correcta ejecución.

Palabras clave:
Telerehabilitación
Personas con discapacidad
Alta latitud sur
COVID-19
Abstract

The health situation after the emergence of COVID-19 has precipitated the use of new technologies and the adaptation of rehabilitation services of all kinds.

Objective

To describe the implementation of a telerehabilitation system in patients with different diagnoses of disability living in the high southern latitude during the COVID-19 pandemic.

Methods

A system of personalized therapies guided by videoconference was implemented for patients with varying diagnoses of disability. The patients were grouped into three age groups (Minors; Adults; Older Adults) and six types of clinical diagnosis (conditions originating in the perinatal period, diseases of the circulatory system, diseases of the nervous system, diseases of the musculoskeletal system, and connective tissue, mental and behavioural treatments and other diagnoses). The patient's diagnosis, the type of care required, the number of sessions, and the level of satisfaction of each user were evaluated based on the telerehabilitation they received.

Results

101 patients with an average age of 31±26 years participated, 52.5% were male. All of them managed to handle the minimum technologies required for telerehabilitation care. There is a degree of association between the patient's diagnosis and the age group (p<.05), as well as between the diagnosis and the type of care required (p<.05). After implementation, users positively evaluated distance therapy.

Conclusions

Telerehabilitation can be implemented in patients with disabilities in areas of high southern latitude, respecting the different stages of the process, to ensure it is correctly delivered.

Keywords:
Telerehabilitation
Disabled Persons
High Southern Latitude
COVID-19
Texto completo

Puntos clave

  • La disponibilidad y manejo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) posibilita la telerehabilitación durante el periodo de pandemia por COVID-19.

  • Pacientes con discapacidad tienen un gran interés por participar en sesiones de telerehabilitación.

  • Los fisioterapeutas son los principales profesionales requeridos para la implementación de telerehabilitación en personas con discapacidad.

  • Existe un alto nivel de satisfacción de los pacientes por recibir terapias teledirigidas a través de medios tecnológicos de comunicación.

Introducción

La telemedicina, entendida como la provisión de servicios de salud a distancia basada en componentes de promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación1, ha surgido como un factor clave en las prestaciones sanitarias durante la pandemia por COVID-19. Al desagregar este concepto, en fusión de una mejor individualización de procesos de cada uno de sus componentes durante la crisis sanitaria, la telerehabilitación ha resaltado su importancia no solo para el ámbito de la salud, sino por que involucra aspectos sociales, así como por ser de mayor complejidad y transdisciplinariedad que la telemedicina2. Su ejecución se basa en intervención y rehabilitación a través de terapias kinésicas que favorezcan el desarrollo de aprendizajes motores y el fortalecimiento de procesos neurofisiológicos en los pacientes, a través de entornos virtuales3. Aunque el enfoque sanitario en un primer momento se centró en los pacientes infectados por el virus SARS-CoV-2, luego de algunos meses se debió reestructurar rápidamente en este enfoque, dada la alta demanda de atención de pacientes con patologías crónicas y pacientes en situación de discapacidad que requieren de sus terapias para poder vivir. Así, con el desafío de la atención sanitaria y con respeto a las medidas de distancia social, es donde la telerehabilitación puede ayudar a brindar apoyo a los sistemas de salud en la actualidad4.

La región de Magallanes y Antártica Chilena se ubica en el extremo sur del continente sudamericano y es actualmente la segunda región con mayor prevalencia de discapacidad en Chile5. Esta zona geográfica, emplazada en alta latitud sur del continente americano6, ha sido duramente azotada por la pandemia durante el año 2020 y sindemia a partir de marzo de ese año, lo cual ha posibilitado que factores como las desigualdades sociales y el acceso a servicios de salud profundicen la crisis sanitaria7. Además, debido a los altos niveles de contagio del virus SARS-CoV-2, la región ha tenido que someterse a estrictas normas sanitarias que han limitado aún más los trayectos dentro de la región, poniendo en grave riesgo la rehabilitación de los pacientes tratados por diferentes diagnósticos de discapacidad8.

Esta situación ha generado nuevas estrategias en la implementación de atención de rehabilitación, complementando la atención kinésica con otros profesionales. Aunque es clara la necesidad de implementar este tipo de tratamiento de forma remota, no existe evidencia de la implementación de telerehabilitación en pacientes con discapacidad en zonas extremas, bajo el contexto de pandemia por COVID-19 que se vive a nivel mundial.

El objetivo de este estudio fue describir la implementación de un sistema de telerehabilitación en pacientes con diferentes diagnósticos de discapacidad, que viven de forma permanente en alta latitud sur. Ese trabajo posibilita la comprensión de la asociación de diferentes grupos etarios, diagnósticos médicos y nivel de factibilidad de llevar a cabo atención por telerehabilitación en el contexto de la pandemia por COVID-19.

Material y método

Previo a la crisis sanitaria, todas las intervenciones se realizaban de manera presencial. Se contaba con dos modalidades de trabajo, una domiciliaria, con aquellos pacientes postrados o con movilidad muy reducida, y otra de atención directa dentro de la institución. Por tanto, nunca se había utilizado la telerehabilitación como una forma de entregar prestaciones de salud. Los profesionales y personal administrativo adaptaron sus formas de trabajo para evitar la suspensión de la rehabilitación de los pacientes, entendiendo que esto iba a significar un retroceso en el estado de salud de las personas con discapacidad de la región. La modalidad de telerehabilitación fue ofrecida a todos los usuarios de la institución, considerando una modalidad mixta en aquellos pacientes agudos.

Participantes

Este estudio descriptivo longitudinal retrospectivo de carácter cuantitativo, consideró una muestra de 101 pacientes, seleccionados mediante un muestreo no aleatorio-accidental. Los pacientes debían cumplir con los criterios clínicos para poder recibir telerehabilitación en sus domicilios; esto significa tener algún dispositivo que le permita terapia a distancia y aceptar recibirla. Cabe señalar que se incluyen pacientes que puedan recibir llamadas telefónicas o guía de manera asincrónica. El reclutamiento de los pacientes se realizó entre los meses de marzo y mayo de 2020.

Los criterios de inclusión utilizados para efectos de este estudio consideran pacientes hombres y mujeres, de cualquier edad (programas infantil o adulto), que se encuentren recibiendo fisioterapia, la que puede ser o no acompañada por otra u otra terapias, como logopedia, terapia ocupacional o nutrición. Para este estudio se formó un consentimiento general para el uso de los datos de los pacientes. Se excluyeron los pacientes adultos que no firmaron su consentimiento informado, y los menores de edad que no firmaron su asentimiento informado y/o el consentimiento informado por parte de su tutor legal.

Para el análisis se construyeron tres grupos según la edad de los pacientes: Menores: niños y niñas entre 0 y 17 años; Adultos: pacientes entre 18 y 59 años; Adultos Mayores: pacientes entre 60 y 77 años de edad. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética respectivo con el código CRCS_UID_270919 y se realizó de acuerdo con la Declaración de Helsinki sobre los principios éticos en seres humanos, asegurando la protección de datos y confidencialidad de los pacientes a través de la asignación de un código alfanumérico a cada uno de ellos.

Instrumentos

Información del paciente: Mediante anamnesis se registró el sexo del participante, edad, el tipo de diagnóstico clínico y el tipo de rehabilitación requerida para su tratamiento.

Información de disponibilidad tecnológica: previo a la implementación de la modalidad de telerehabilitación se aplicó un instrumento de entrada para identificar la disposición de usuarios y usuarias de recursos electrónicos de los que disponían.

Registro de prestaciones profesionales a través de telerehabilitación: se aplicó un instrumento de registro interno, cuya responsabilidad recayó en los y las profesionales a cargo de cada una de las sesiones de terapia. En él se establece cada una de las prestaciones realizadas a los 101 pacientes, que suman un total de 1.627, entre las que se encuentran las distintas prestaciones de fisioterapia, apoyada con otras disciplinas del área de la salud: terapia ocupacional, logopedia y nutrición. Los pacientes fueron agrupados en seis tipos de diagnóstico clínico para una mejor comprensión de la telerehabilitación implementada: afecciones originadas en el periodo perinatal, enfermedades del sistema circulatorio, enfermedades del sistema nervioso, enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo, tratamientos mentales y del comportamiento y otro tipo de diagnósticos. Este registro de prestaciones responde a un protocolo de atención, donde en cada sesión se le pregunta al paciente sobre su estado de ánimo, su estado de salud y si se encuentran en cuarentena preventiva o no por COVID-19.

Satisfacción de los usuarios: se aplicó la encuesta UW Telemedicine Patient Satisfaction Survey, cuya versión original fue traducida al idioma español. Para el desarrollo del estudio se excluyó la pregunta número 6 de la encuesta, que hacía referencia a qué tan bien pudo el usuario o usuaria ver una imagen en pantalla, entendiendo que no todas las terapias se realizaban con ese formato. El cuestionario aplicado incluye preguntas de reconocimiento, identificación del usuario o usuaria y tutor(a), edad y diagnóstico. Se incluyen preguntas relacionadas con la terapia a distancia propiamente, tal como el medio utilizado para realizarla y el tiempo empleado en las sesiones de telerehabilitación. Por otra parte, la escala utilizada considera 13 elementos relacionados con la calidad de la atención recibida y los posibles efectos de la terapia. Las respuestas eran tipo Likert valoradas entre 1 y 5, con la siguiente significación: 1, muy descontento(a); 2, descontento(a); 3, ni contento(a) ni descontento(a); 4, contento(a), y 5, muy contento(a). Para determinar la consistencia interna de la encuesta aplicada a los pacientes para evaluar la telerehabilitación recibida, se determinó el Coeficiente Alpha de Cronbach,obteniéndose una muy buena correlación con la encuesta original (α= 0,805).

Además de la encuesta antes mencionada, se hicieron cinco preguntas extra para atender a cuestionamientos locales sobre el funcionamiento de la implementación del servicio de telerehabilitación, la cuales debían puntuar 1 a 5. Estas preguntas fueron: ¿Cómo calificaría el tiempo de atención empleado en cada sesión?, ¿Qué tan conforme está con el horario asignado para la intervención?, ¿Cómo calificaría el desarrollo de este tipo de intervención?, ¿Qué tan bien logró la intervención mantener o mejorar su calidad de vida?, ¿Qué tan bien logró esta intervención una mejora a nivel emocional?

Procedimiento

Previo a la inclusión de los pacientes en el programa de telerehabilitación, cada sujeto es evaluado por un médico especialista generando un diagnóstico que involucre algún tipo de terapia de rehabilitación. Luego es incluido en el programa a través de una exhaustiva anamnesis. Posterior a ellos, el área fisioterapéutica del centro evalúa la viabilidad de poder realizar la rehabilitación por medio de entornos virtuales. Una vez confirmada esta factibilidad terapéutica, el paciente es ingresado como participante de esta modalidad.

Los participantes firmaron voluntariamente su consentimiento informado y se aclararon las dudas respecto al estudio; en el caso de los menores de edad el consentimiento fue firmado por los tutores legales del menor. Se llevaron a cabo tres etapas de trabajo que forman parte del análisis en la implementación de la telerehabilitación, las cuales son esquematizadas en la figura 1.

Figura 1.

Etapas de trabajo realizadas en la implementación del programa de telerehabilitación.

(0.3MB).

Primera etapa: Se aplica una encuesta de ingreso, en modalidad telefónica, cuyo objetivo consiste en explicar a cada usuario la modalidad de atención, identificar las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) a utilizar de acuerdo con la disponibilidad de cada hogar y obtener el consentimiento informado por cada usuario o tutor legal. Posterior a la aplicación de la encuesta, los técnicos del área de coordinación se reunieron con los jefes especialistas del centro y decidieron el plan terapéutico. Posteriormente, se realiza la programación de pacientes en la agenda de los profesionales en el software de gestión clínica CRIWEB (CRM® Magallanes, Chile). Antes de iniciar las sesiones de telerehabilitación los profesionales realizan una inducción al sistema de videoconferencia Zoom (Zoom Video Communications, EE. UU.), para los usuarios y cuidadores. Solo en casos excepcionales se utilizó la plataforma WhatsApp como medio de comunicación entre el paciente y el profesional a cargo de la sesión.

Toda la información de datos confidenciales y de salud de los pacientes fue obtenida a través de entrevista presencial con los pacientes. Las plataformas de videoconferencias utilizadas fueron solamente para desarrollar actividades pertinentes a la terapia del paciente, sin dar lugar a intercambio de información clínica.

Las sesiones de telerehabilitación inician con una evaluación funcional asistida mediante videoconferencia a cada paciente (con supervisión de un cuidador en el hogar) bajo el modelo SOAP (Subjective, Objective, Assessment and Plan) donde se determina el plan terapéutico individual, frecuencia y cantidad de sesiones a realizar.

Segunda etapa: El progreso y evolución del tratamiento se monitorea mediante notas de evolución en la ficha clínica de cada paciente. Esta evaluación las realiza el profesional a cargo de la terapia y es supervisada por el jefe de área correspondiente. Las notas forman parte de una evaluación pertinente al tipo de diagnóstico del paciente y del tipo de ayuda complementaria recibida. Así, se ajustan criterios de evolución y progreso de acuerdo a la evaluación individualizada, según condición de cada usuario.

Tercera etapa: Satisfacción de los usuarios y usuarias atendidos bajo el sistema de terapias a distancia (UW Telemedicine Patient Satisfaction Survey)9. Al finalizar el programa terapéutico, se realiza una nueva evaluación clínica para medir los resultados del proceso y se egresa a los usuarios que alcancen los objetivos del plan. Esta evaluación se realiza de forma remota o asistencial según el paciente, evaluando los criterios propios de la condición patológica de cada uno de ellos. Posterior a este proceso se registra una nota de cierre con los indicadores obtenidos en el ciclo de rehabilitación y se genera una indicación de alta terapéutica. Para evitar sesgos en el resultado de la encuesta de satisfacción, esta es realizada de manera telefónica por una persona del área de investigación y en ningún caso tomada por algún terapeuta involucrado con los pacientes. Al finalizar la intervención de la muestra de este estudio los pacientes continúan con programación de sesiones virtuales para seguir con sus tratamientos, dado que la situación en la región no registraba mejorías y la cuarentena continuaba.

Análisis estadístico

Para el análisis se utilizó el software estadístico Statistical Package for the Social Sciences® (IBM SPSS) versión 25.0 (Armonk, NY). Se realizó estadística descriptiva, pruebas de normalidad y de igualdad de varianzas para definir las pruebas estadísticas a aplicar. En este caso, se utilizaron las pruebas asociación de variables X2 través del método Monte Carlo, considerando el coeficiente de contingencia para las variables evaluadas. Todos los análisis se realizaron considerando un valor de significancia estadística en p <0,05. Debido a que no se encontaron registros sobre la validación en América Latina de la encuesta UW Telemedicine Patient Satisfaction Survey, nos limitamos a asegurar que existiera consistencia interna en ella y las preguntas incorporadas de manera local.

Resultados

A partir del total de pacientes del centro, un 74,3% aceptó la terapia con telerehabilitación y un 23,2% aceptó una modalidad mixta; es decir, con visitas domiciliarias y telerehabilitación. Finalmente, un 2,1% se negó a este formato y sólo para un 0,4% la atención no era factible. El tamaño de la muestra fue de 101 pacientes con edad promedio de 31±26 años, de los cuales el 52,5% fueron hombres y el 47,5% fueron mujeres.

Para implementar el proceso de terapia vía telemedicina, se tomaron en cuenta: la disponibilidad tecnología (TIC) en el hogar y la disposición que mostraban los pacientes al presentárseles esta modalidad como alternativa a la suspensión de terapia presencial dadas las condiciones sanitarias. Todos los valores considerados en este estudio son presentados en la tabla 1.

Tabla 1.

Disponibilidad porcentual de TIC para implementación de la telerehabilitación en función de la disposición al tratamiento

    TIC disponibles para la telerehabilitación
Disposición al tratamientoSolo teléfono fijo  Solo cuenta con dispositivo móvil  Solo cuenta con internet  Dispone de dispositivo móvil e internet  Total 
No desea recibir atención
Porcentaje según la disposición al tratamiento  0,0%  0,0%  0,0%  100,0%  100,0% 
Porcentaje según disponibilidad de TIC  0,0%  0,0%  0,0%  1,3%  1,0% 
Solo desea recibir atención semipresencial11 
Porcentaje según la disposición al tratamiento  9,1%  18,2%  9,1%  63,6%  100,0% 
Porcentaje según disponibilidad de TIC  100,0%  13,3%  20,0%  9,3%  11,5% 
Desea recibir atención por telerehabilitación13  67  84 
Porcentaje según la disposición al tratamiento  0,0%  15,5%  4,8%  79,8%  100,0% 
Porcentaje según disponibilidad de TIC  0,0%  86,7%  80,0%  89,3%  87,5% 
Total15  75  96 
Porcentaje según la disposición al tratamiento  1,0%  15,6%  5,2%  78,1%  100,0% 
Porcentaje según disponibilidad de TIC  100,0%  100,0%  100,0%  100,0%  100,0% 

La encuesta aplicada a cada usuario nos mostró que los medios utilizados para implementar la terapia en formato telerehabilitación son principalmente las plataformas Zoom y videollamadas de Whatsapp. En ese sentido, el uso de la plataforma Zoom se concentra principalmente en los usuarios y usuarias menores de edad (74,6%), mientras que los usuarios y usuarias Adultos y Adultos Mayores, utilizan mayormente la aplicación WhatsApp (65,3%), que requiere de menor tecnología y su uso es más sencillo.

Al evaluar los diferentes grupos de estudio, se observó una relación directamente proporcional entre grupo etario y el diagnóstico del paciente, X2(10)=81,798, p<0,01, con un grado de asociación significativa alta (coeficiente de contingencia=0,669, p <0,01), la cual puede ser observada en la figura 2A.

Figura 2.

A. Número de pacientes por grupo etario, en función de la categoría de diagnósticos utilizados en este estudio; B. Número de pacientes por tratamiento de fisioterapia y complementario, en función de la categoría de diagnósticos utilizados en este estudio; C. Número de sesiones por tipo de especialidad utilizada en la telerehabilitación, en función de la categoría de diagnósticos utilizados en este estudio.

(0.36MB).

En relación con la distribución por grupo etario, estos están conformados principalmente por pacientes menores (47,52%) y adultos (47,52%), mientras que los pacientes adultos mayores representan un grupo minoritario (4,96%).

En función de los diagnósticos y el tipo de atención requerida para la telerehabilitación, encontramos que existe un grado de asociación entre las terapias recibidas a través de profesionales de fisioterapia y el complemento de otras terapias, mostrando una diferencia significativa de X2(5)=13,497, p <0,05 con un grado de asociación moderada (coeficiente de relación=0,343, p=0,02), lo cual es visualizado en la figura 2B.

En la figura 2C, se puede observar el número de sesiones requeridas según el tipo de diagnóstico y el complemento de las terapias kinésicas, que fueron utilizadas para el tratamiento integral de los pacientes utilizando la telerehabilitación.

Los resultados de la encuesta de evaluación de la aplicación de la telerehabilitación muestran niveles altos de satisfacción en cada una de las preguntas. El menor nivel de satisfacción global se registra en lo referido al logro de un mejor nivel emocional obtenido por la telerehabilitación con un 83,8% de satisfacción y, los mayores niveles de satisfacción fueron registrado en las preguntas que hacían referencia a la calidad de la atención recibida por parte de los profesionales que intervinieron en la asistencia remota, tal cual como se observa en la tabla 2. En relación a diferencias en los niveles de satisfacción por grupo etario, no se registran diferencias significativas entre uno y otro. En el caso de los pacientes menores, el puntaje promedio fue 63,4, en el segmento adulto el puntaje promedio fue de 63,9 y en los adultos mayores el puntaje promedio fue de 64 puntos. Todos alcanzando prácticamente los niveles más altos de satisfacción, correspondiente a 65 puntos en el total de la escala.

Tabla 2.

Porcentaje de respuestas en función de los diferentes grados de satisfacción de los pacientes según UW Telemedicine Patient Satisfaction Survey9

  Muy descontento(a)  Descontento(a)  Ni contento(a) ni descontento(a)  Contento(a)  Muy contento(a) 
¿Qué tan bien le explicó el profesional su plan de atención de rehabilitación?  ---  ---  1,3%  0,6%  98,0% 
¿Qué tan bien cubrió esta visita sus necesidades de atención de rehabilitación?  0,6%  ---  3,2%  9,7%  87,0% 
¿Cómo calificaría la calidad general de la atención que recibió?  ---  ---  ---  1,3%  99,0% 
¿Qué tan fácil fue conversar con el profesional por este medio?  ---  0,6%  3,9%  9,0%  86,5% 
¿Qué tan bien entendió el consejo del profesional?  ---  0,6%  ---  6,5%  93,0% 
¿Qué tan bien pudo escuchar lo que el profesional estaba diciendo?  ---  0,6%  3,9%  16,1%  79,0% 
¿Qué tan corteses y preocupados fueron los profesionales que desarrollaron la intervención?  ---  ---  ---  ---  100,0% 
¿Cómo calificaría su sensación general sobre conversar con un profesional de esta manera?  ---  0,6%  0,6%  3,2%  95,5% 
¿Cómo calificaría el tiempo de atención empleado en cada sesión?  ---  0,6%  3,2%  8,4%  87,7% 
¿Qué tan conforme está con el horario asignado para la intervención?  ---  ---  ---  5,2%  94,8% 
¿Cómo calificaría el desarrollo de este tipo de intervención?  ---  ---  1,9%  8,4%  89,7% 
¿Qué tan bien logró la intervención mantener o mejorar su calidad de vida?  1,3%  ---  5,8%  11,0%  81,9% 
¿Qué tan bien logró esta intervención una mejora a nivel emocional?  3,2%  0,6%  3,9%  8,4%  83,8% 
Discusión

La implementación de sistemas de salud de atención remota es una necesidad imperiosa en zonas aisladas y condicionadas climatológicamente por su latitud geográfica. Se ha observado que este tipo de metodología facilita los procesos de rehabilitación, disminuyendo el gasto en dinero para el paciente, logrando abarcar a sectores más alejados o rurales dentro de una región geográfica10. Para dicho propósito es fundamental contar con las herramientas tecnológicas y acceso a internet que posibiliten este tipo de atención sanitaria. En ese contexto, la región de Magallanes es evaluada como la segunda región con mayor cantidad de usuarios(as) de internet (85,8%) a nivel nacional11, por lo que estos antecedentes evidencian el alto grado de acceso tecnológico que rodean a los habitantes de la región. Sin embargo, esto no significa que no existan «brechas digitales» determinadas por la falta de conocimiento y manejo de este tipo de plataformas. En la población participante de este estudio se pudo observar que el grupo Menores prefiere tecnología más avanzada de conexión (plataforma Zoom) mientras que los Adultos y Adultos Mayores prefieren una conexión más cotidiana (WhatsApp). Aun así, estos resultados advierten que el manejo tecnológico individual es factible, pudiendo contar además con un mayor soporte tecnológico dentro del grupo familiar, según lo reportado verbalmente por los pacientes.

En función de la intervención remota en los grupos de estudio y la ejecución de terapias según diagnóstico de discapacidad, se pudo observar que el grupo Menores registra mayoritariamente afecciones del periodo perinatal, seguida por trastornos mentales y del comportamiento. El primer diagnóstico corresponde mayoritariamente a niños y niñas entre 0 y 3 años, lo cual puede ser tratado con asistencia presencial de los tutores del menor en sus respectivos hogares, siempre y cuando exista una constante comunicación con el profesional pertinente. Los principales diagnósticos agrupados en las afecciones originadas en el periodo son: hipotonía congénita, hipertonía congénita, bajo peso al nacer y recién nacidos pre-término. Dadas las características de estas afecciones la tendencia es realizar terapias integrales con otros profesionales que complementan la telerehabilitación. En ese sentido, y como bien se puede ver en la figura 2, la cantidad de sesiones que complementan el área kinésica son nutrición y logopedia, dado que en muchos casos se presentan dificultades en la ingesta del menor, especialmente en casos de hipotonía e hipertonía congénita. El segundo diagnóstico mayoritario en este grupo, contempla los trastornos del habla y del lenguaje, lo cual también requiere de soporte del tutor del menor de forma presencial, focalizando el apoyo en buscar una constancia de la aplicación de la terapia a largo del tiempo. En estos casos la terapia logopédica es la principal terapia complementaria que se requiere en estos casos.

En el caso del grupo Adultos, se evidencia mayoritariamente el tratamiento de enfermedades osteomusculares, seguidas de las afecciones nerviosas y del sistema circulatorio. Teniendo en cuenta que en su mayoría estas son afecciones originadas en el periodo en que las personas se encuentran laboralmente activas, el tratamiento de estas afecciones puede ser controlado por un profesional de forma directa y en horarios que faciliten la intervención en la vida del paciente. Desde el punto de vista fisioterapéutico, las enfermedades osteomusculares son tratadas con muy poca ayuda de otras disciplinas, mientras que en el caso de las enfermedades que requieren neurorehabilitación, se complementa el trabajo kinésico con otros profesionales de la salud, dado que se requiere de un equipo integral que trabaje tanto a nivel físico como neuronal12. Además, en relación con este grupo etario, la Organización Mundial de la Salud estima que las enfermedades crónicas representan el 66,5% de todos los años vividos con discapacidad en los países de ingresos bajos y medianos, problemática que se encuentra dentro de las principales consideraciones de este grupo13.

En el caso de los Adultos Mayores, estos concentran mayoritariamente terapias relacionadas con enfermedades del sistema nervioso. Dentro de estos grupos se registran pacientes con diagnósticos de Parkinson o esclerosis múltiple, los cuales muchas veces tiene dificultad de asistencia a terapias presencial por la falta de soporte en el trasporte a los lugares de rehabilitación. Si bien en nuestra muestra no se presentaron casos de pacientes agudos, el estudio que realiza Hernández Rincón et al., sobre un análisis crítico de la literatura en la materia retrata los beneficios de la telerehabilitación en personas con paraplejia, los cuales a pesar de que son pacientes de mayor nivel de complejidad, la evaluación final de este tipo de terapia es positiva14.

El enfoque primordial del grupo de mayor edad fue desde un comienzo asegurar el acceso a recursos tecnológicos que permitan la terapia remota, una buena conexión a internet y educación digital. Posterior a ello, y con base en nuestra experiencia de atención, el resguardo de seguridad del adulto en su hogar fue fundamental. Para el desarrollo del programa de intervención remota se privilegió el bienestar físico y psicológico de la telerehabilitación en el área psicomotora, la cual fue complementada especialmente por especialistas del área de terapia ocupacional, mientras que para las alteraciones en el lenguaje se realizaron terapias remotas complementarias de logopedia. Cabe señalar que cada una de estas terapias se enfocaba en propiciar una mayor autovalencia de cada uno de los participantes.

En cuanto al nivel de satisfacción en la implementación de la telerehabilitación se observó, indistintamente del grupo etario, un alto nivel de satisfacción con el servicio entregado, similar a lo registrado en otros estudios10. Creemos que estos resultados están dados por la forma en que fue implementado el formato de atención y la necesidad de rehabilitación que tenía cada uno de los pacientes. No obstante, sabemos que en usuarios de mayor edad este tipo de terapia no reemplaza en su totalidad a la fisioterapia; sin embargo, la evaluación realizada arroja resultados positivos en todos los grupos etarios, comprobando que el manejo de recursos tecnológicos y acceso a internet hacen factible este tipo de atención. Resultados similares se han encontrado en pacientes de otorrinolaringología del Hospital Sotero del Río, en los cuales al estratificar el acceso a este tipo de terapias según la edad, no se presentó un efecto de «brecha generacional» lo cual podría ser explicado por la masificación en el uso de tecnologías de comunicación, que acerca a las personas mayores a la utilización de las TIC en su vida cotidiana15.

En relación a los altos niveles de satisfacción que presentan los pacientes posteriores a la atención por telerehabilitación, hemos observado que otros estudios similares, en los cuales se observa que más del 90% de los pacientes está entre satisfecho y muy satisfecho con la teleconsulta16. Estos resultados confirman que este tipo de estrategias terapéuticas a través de tecnologías digitales pueden ser una interesante alternativa para fisioterapeutas y otros profesionales de la salud en el tratamiento de pacientes con algún grado de discapacidad.

Entre las fortalezas del estudio se encuentran: a) la fiabilidad y validez del instrumento aplicado, el cual obtuvo un coeficiente de Alpha de Cronbach para la consistencia interna de α = 0,805, posibilitando ser utilizadas en otros contextos de estudio de telerehabilitación; b) la descripción de los diagnósticos y grupos etario de la muestra estudiada posibilita la agrupación genérica para la implementación de un programa de telerehabilitación; c) la implementación de estas estrategias teledirigidas abre la posibilidad a otras terapias físicas que pueden desarrollarse a través de plataformas digitales en zonas de alta latitud sur. Las limitaciones de este estudio fueron: a) la posibilidad de contar con medidas objetivas y/o subjetivas de progreso de cada una de las terapias; b) contar con otro tipo de evaluaciones que profundice en cuanto a la implementación de telerehabilitación en el contexto de la temática; c) no contar con georreferenciación de los pacientes. Pese a ello, este estudio reporta información novedosa sobre la implementación de la telerehabilitación en pacientes con discapacidad que pueden ser abordadas a través de nuevos estudios de estas variables. Las proyecciones que derivan de este estudio están fundamentadas en generar nuevos sistemas de control de la progresión de las terapias por telerehabilitación a través de instrumentos específicos que profundicen este proceso, así como también establecer un sistema de georreferenciación que permita evaluar geográficamente la pertinencia de este tipo de intervención en zonas de alta latitud sur.

Conclusiones

La implementación de protocolos que contemplen un sistema de telerehabilitación en pacientes con discapacidad durante la pandemia por COVID-19 es completamente factible y necesaria. La estructuración de cada uno de los pasos consecutivos para una correcta progresión de la terapia y el complemento de diferentes áreas de rehabilitación son ejes fundamentales para la obtención de un alto grado de aprobación por parte del paciente. Estos resultados, necesariamente, deben complementarse con la apreciación de los y las profesionales que realizan la intervención, para tener una completa visión de los avances terapéuticos a través de mediciones objetivas de las terapias a distancia.

Financiación

La presente investigación no ha recibido ayudas específicas provenientes de agencias del sector público, sector comercial o entidades sin ánimo de lucro.

Conflictos de interés

Los autores de este estudio no presentan conflictos de interés.

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