Dr. José Ángel Córdova Villalobos, Secretario de Salud de México; Dr. Pedro Mario Escudero de los Ríos, Presidente de la Sociedad Mexicana de Oncología; Dr. Francisco Javier Ochoa Carrillo, Vicepresidente de la Academia Mexicana de Cirugía; Dr. Arturo Beltrán Ortega, Miembro de la Academia Nacional de Medicina de México; Dr. Ramiro Jesús Sandoval, Secretario de Servicios a la Comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México; Dr. Pedro Luna Pérez, Vicepresidente del Consejo Mexicano de Oncología, colegas, señoras y señores:
La Sociedad Mexicana de Oncología es ahora una asociación desarrollada y fortalecida, gracias al esfuerzo, visión y trabajo que, en mayor o menor medida, han realizado las mesas directivas que me han antecedido, y también, gracias a la evidente colaboración de una cantidad importante de sus miembros, quienes aportan sus ideas y trabajo a nuestra Sociedad.
La mesa directiva que hoy termina su periodo, merece mi más sincero reconocimiento por el trabajo realizado, y debo resaltar, en especial, la labor efectuada por el Dr. Pedro Escudero de los Ríos, quien supo cristalizar todas sus metas de inicio y dar buen cauce a las ideas y opiniones de otros.
Con estos antecedentes y con el mayor gusto, satisfacción e ilusión, asumo la responsabilidad de la presidencia de nuestra Sociedad, con plena conciencia de que actualmente no basta con ser sólo promotor y difusor de la cultura médica oncológica en nuestro país, sino que las responsabilidades adquiridas por la Sociedad, así como las necesidades propias del desarrollo de la oncología, nos obligan a tener una actitud no sólo propositiva sino también proactiva para consolidar de los proyectos ya iniciados.
Sabemos que es grave el problema del cáncer en México, no sólo por lo letal de la enfermedad, sino porque resulta claro que el número de ciertos tumores tiende a incrementarse, independientemente de la actual y creciente esperanza de vida que tienen al nacer los mexicanos, lo que seguramente dará oportunidad a la aparición de nuevos casos.
Por otra parte, sabemos que, con frecuencia, el diagnóstico de algunas neoplasias se efectúa en forma tardía, cuando ya hay pocas posibilidades de curación. Además, muchos tratamientos los realizan médicos no oncólogos o bien oncólogos que utilizan como único criterio su experiencia personal, lo que impide alcanzar los objetivos que serían deseables para los pacientes con cáncer.
En estas circunstancias, nuestra Sociedad, que tiene el privilegio de congregar a los oncólogos más prestigiados del país, debe asumir nuevas responsabilidades y nuevos retos, ya que la lucha contra el cáncer no se puede librar tan solo con el esfuerzo individual, ni tampoco únicamente con el esfuerzo aislado de cada institución, pues que no se puede permitir que la atención en las diferentes instituciones sea heterogénea.
La lucha en contra de esta enfermedad debe realizarse con el esfuerzo colectivo y consensado de los especialistas, mediante una renovación constante de conocimientos, revisión continua de nuestros resultados en los diferentes tratamientos, con análisis comparativos de las experiencias nacionales e internacionales, con un sentido de crítica constructiva y con propuestas de solución.
Sin duda alguna, para el logro de estas metas debe haber mayor estímulo a la investigación y educación médica continua, no sólo de los oncólogos, sino de los médicos no oncólogos, dado que en muchas ocasiones son el primer nivel con el que establece contacto el paciente con cáncer.
Asimismo, es necesario idear estrategias de difusión sobre la oncología a la población nacional, y mantener un diálogo constante con las autoridades de salud para informarles los avances y los problemas que enfrentamos, con el fin de se puedan plantear las estrategias a seguir, sobre todo en el campo de la prevención.
Baste citar un solo un ejemplo para valorar el potencial de nuestra Sociedad: uno de los proyectos que ha sido imposible de consolidar en México, y que representa un obstáculo al momento de reportar nuestros resultados, es la imposibilidad de llevar a cabo estudios multicéntricos. Consideramos que, con el recientemente creado Comité de Investigación de la SMeO, que es plural en cuanto a la participación de investigadores de diferentes instituciones, y que no tiene un plazo perentorio, como una mesa directiva, y trabaja a nombre de la Sociedad y no de un nombre propio, se abre la posibilidad de concretar no sólo trabajos multicéntricos, sino también de dar apoyo a las instituciones de nuestro país con el fin de reactivar proyectos muertos y que son fundamentales, como el Registro Histopatológico de las Neoplasias en México (RHNM), que dejó de operar desde el año 2003.
Con estos y muchos más objetivos, esta mesa directiva asume su responsabilidad y se compromete a llevar a cabo todas sus actividades académicas con el más alto nivel de calidad posible. Se estimulará la investigación, no sólo con el Comité ya mencionado, que tiene ya varios proyectos de inicio, sino también con mayores estímulos económicos a los mejores trabajos que se presenten el congreso. Se buscará la expansión de nuestro órgano informativo (Revista GAMO), así como la revisión y actualización de nuestra página en internet. Además se alentará la participación activa de todos los comités creados y de los gobernadores de capitulo en los estados del República Mexicana.
Cabe destacar, que la creación de un Comité de Consensos Oncológicos Nacionales tiene como sustento la necesidad de jerarquizar las patologías neoplásicas, de agendar acuerdos y hacer una revisión de los ya existentes, con el fin de unificar métodos de estudio y programas terapéuticos que sirvan para emitir recomendaciones elaboradas por expertos, que serán propuestas a las autoridades en salud para que les confieran un peso especifico.
Finalmente, quiero expresar, a nombre de esta nueva mesa directiva, de todos los comités y de los gobernadores de capítulo, nuestra disposición de escuchar y servir a nuestros socios, a quienes invitamos a seguir luchando, con renovados bríos, por el fortalecimiento de nuestra Sociedad, mediante una participación activa, ya que el esfuerzo conjunto redundará en el engrandecimiento de la oncología mexicana.