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Inicio Gaceta Mexicana de Oncología In memoriam del «Dr. Arturo Dagoberto Beltrán Ortega»
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Vol. 14. Núm. 6.
Páginas 305-306 (noviembre - diciembre 2015)
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In memoriam del «Dr. Arturo Dagoberto Beltrán Ortega»
In memoriam «Dr. Arturo Dagoberto Beltrán Ortega»
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Francisco Javier Ochoa Carrillo
Instituto Nacional de Cancerología de México, México, D.F., México
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«Nada grande se ha hecho en el mundo sin una gran pasión».

(Georg Wilhelm Friedrich Hegel)

Estimados colegas, Sra. Gloria Frank Vda. de Beltrán, familiares del Dr. Arturo Beltrán, señoras y señores, amigos todos. Agradezco a la Mesa Directiva de la Sociedad Mexicana de Oncología (SMeO), el haberme otorgado la encomienda de rendir tributo a través de este In-memoriam, a un gran ser humano, comprometido profesional, gran maestro de muchas generaciones, líder en su campo y forjador de instituciones en el área de la oncología, con quien tuve el gran honor y privilegio de convivir con él durante 35 años como maestro, luego como colega y, lo más importante, como amigo íntimo, ya que a pesar de su personalidad discreta y adusta, tuvimos el privilegio de compartir situaciones exitosas, alegrías y sinsabores propios de la vida, pero siempre con una actitud de optimismo acendrado, pasión y generosidad infinita.

El martes 11 de agosto del año en curso, en su domicilio, rodeado de familiares y amigos más cercanos ocurrió el deceso a los 89 años de edad, del destacado oncólogo, conocido como un excelente cirujano, maestro, líder en su especialidad, con entrega sin igual a sus pacientes, amigo entrañable y respetuoso con sus colegas, trabajador incansable, hombre probo, así como un guerrerense comprometido con su estado y país en la lucha permanente contra el cáncer, considerándole como un referente en la oncología nacional e internacional.

El Dr. Beltrán originario de Chilpancingo, Gro., tuvo que migrar a la ciudad de México en donde culminó su carrera como médico cirujano, para continuar sus estudios en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center en Nueva York y el Hospital Roswell Park, en Búfalo, centros oncológicos de excelencia.

Debido a su compromiso con México, decidió regresar y establecerse en México, D.F., laborando en el Hospital General de México, fungió como consultor en el Hospital Juárez y del Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE. Su desarrollo científico, de investigación y docencia lo realizó en el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), llegando a ser Jefe de la División de Cirugía y Director General, cargo que desempeñó del 15 de noviembre de 1982 al 10 de agosto de 1993, período en que logró la consolidación en diferentes aspectos de la institución como la creación de la Unidad de Trasplante de Médula Ósea, con todos los adelantos de la época, haber obtenido la aprobación y autorización del plan maestro para la construcción de 4 edificios del INCan, destinados a Investigación, Física-Médica, Auditorio-Biblioteca y Torre de Gobierno, logró el reconocimiento universitario por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de las residencias médicas y quirúrgica de la especialidad.

Inició el Registro Histopatológico de las Neoplasias Malignas en México que, posteriormente, se trasladó para su coordinación al Departamento de Epidemiología de la Secretaría de Salud. Estimuló y abrió el espacio para el desarrollo de la psico-oncología, como una disciplina fundamental, en el ejercicio de la especialidad. Introdujo a México la política nacional sobre el manejo de narcóticos, para el manejo del dolor en enfermos con cáncer. Firmó convenios de colaboración con las universidades de Harvard, Stanford, Autónoma de Nuevo León, Autónoma Metropolitana, Juárez de Durango, Facultad e Instituto de Química de la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional, mismos que fueron benéficos para el país. Apoyó la creación de grupos para apoyo de los pacientes, como el de Reto, que fundó la Sra. Cecilia Sepúlveda, para las enfermas con cáncer de mama.

Entre las mayores contribuciones del Dr. Beltrán se encuentra el haber generado el proyecto, y ahora toda una realidad de los Centros Estatales de Cancerología, los cuales a la fecha son 31, apoyando a la secretaría de salud en las estrategias para la construcción de 8 unidades estatales, siendo la primera en Acapulco, Gro., misma que merecidamente lleva su nombre.

Perteneció y colaboró con prestigiadas Academias Nacionales como la de Medicina y la Mexicana de Cirugía, la Sociedad Mexicana de Estudios Oncológicos (SMeO), de la que fue cofundador y destacado presidente. Formó parte de diferentes comités editoriales en prestigiadas revistas nacionales e internacionales. Director de los programa de posgrado a nivel mundial, por la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) 1994-2002.

Fungió Coordinador de los Centros Estatales de Cancerología de México, desde el 6 de abril de 2005, hasta su fallecimiento. En el área de docencia, es de destacar su labor y su pasión por esta, tanto en pregrado como posgrado y educación médica continua, desempeñándose como profesor de la Facultad de Medicina y de la Facultad de Odontología de la UNAM. Entre otras actividades fue Consejero de la Asociación Mexicana en la lucha contra el cáncer, Vocal de la Junta de Gobierno del Instituto de Ciencias Médicas y la Nutrición, Salvador Zubirán; Hospital Juárez de México; Corresponding Member of Editorial Advisor Board de la revista Cancer, de la American Cancer Society, Asesor de la Sociedad Mexicana de Psico-Oncología, Coordinador del Programa de Extensión de Posgrado, Internacional de la Sociedad Médica del INCan, Presidente del Departamento de Cirugía de la ANMM y Sinodal Presidente en los Exámenes de Certificación de Oncología, del Consejo Mexicano de Oncología (CMO).

Debido a su labor constante y prolífica, recibió 20 reconocimientos por su trayectoria médica, entre las que destacan: La Medalla «Ignacio Millán», otorgada por la Sociedad Mexicana de Estudios Oncológicos, en octubre de 1983; «Guerrerense Distinguido», medalla otorgada por el Gobierno del Estado de Guerrero, Chilpancingo, Gro., diciembre de 1984; El Instituto Nacional de Cancerología de Acapulco, Gro., lleva el nombre de «Dr. Arturo Beltrán», en reconocimiento a su trayectoria y apoyo brindado para el establecimiento de dicho centro, mayo de 1992; Reconocimiento de la Junta de Gobierno del INCan a través de su presidente el Dr. Jesús Rodríguez Kumate, por la labor desempeñada como Director General de dicha Institución, 6 de septiembre de 1993; Reconocimiento al Mérito Universitario, Universidad Americana de Acapulco, Gro., 6 de mayo de 1994; Presea del Día Nacional de Lucha Contra el Cáncer, Sociedad de Cancerología de Jalisco, 10 de diciembre de 1994; Reconocimiento Fundación Glaxo, dentro del programa «VI Premio Nacional de Investigación 1994», 25 de mayo de 1995; «Presea Sentimientos de la Nación», otorgada por el Congreso del Estado de Guerrero, Chilpancingo, Gro., 13 de septiembre de 2000.

Reconocimiento por su contribución a la oncología quirúrgica, dentro del programa «Los 13 Grandes de la Cirugía en México», Colegio de Cirugía General y Gastroenterología del Estado de Durango, Dgo., 5 y 6 de octubre de 2000; Premio a la Excelencia Médica, Gobierno de la República, otorgado por el Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, por sus contribuciones al desarrollo de la Cirugía Oncológica, 23 de octubre de 2000; Reconocimiento por la SMeO, por su trayectoria y como socio fundador de la misma, octubre de 2004; Premio «Dr. Guillermo Soberón Acevedo», otorgado por el Consejo de Salubridad General, en reconocimiento al mérito de los profesionales en salud pública, 4 de abril de 2008,entre otras.

Le sobrevive su señora esposa, 3 hijos, nietos y muchos alumnos, tanto en el país, como en el extranjero.

El doctor, maestro y amigo, siguió trabajando en forma entusiasta con espíritu crítico, mano firme pero serena en los procedimientos quirúrgicos y, sobre todo, conducta intachable en todos los aspectos de su vida, y continuó laborando como desde hace 35 años con su grupo quirúrgico en la práctica privada, ofreciendo a sus pacientes la mejor oncología.

Al Dr. Beltrán, hoy una vez más se le reconoce y agradece los servicios brindados a la oncología mexicana, para que esta sea más grande, más sólida, más justa y socialmente responsable. Es un saludable ejemplo a seguir, para las presentes y futuras generaciones. Que descanse en paz, su misión en esta vida la ha cumplido y con creces.

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