Las malformaciones arteriovenosas (MAV) localizadas en el cuero cabelludo son parte del grupo de enfermedades poco frecuentes. Tienden a crecer progresivamente y alterar la dimensión de los vasos sanguíneos circundantes. Entre la clínica a la que se relacionan están la necrosis del tejido periférico a la lesión, hemorragia, retardo psicomotor, convulsiones y cefaleas1,2.
Se comenta el caso de un paciente varón de 17 años. Tuvo como antecedente que desde el nacimiento presentó una lesión macular en región temporo-occipital izquierda, de crecimiento progresivo y dolorosa. Motivo por el cual asistió hace 5 años a consulta en un centro especializado, donde fue operado y diagnosticado de malformación venosa tipo hemangioma.
Hace 21 meses, el paciente notó crecimiento tumoral en la región temporo-occipital izquierda, de aproximadamente 8×5×3cm. Superficialmente el tumor estaba cubierto de tejido costroso, y en la periferia había presencia de tejido de superficie lisa, de color rosado pálido (fig. 1). Dicha masa sangraba a la presión, alrededor de 200mm, por lo que asistió a urgencias del hospital. Se le realizó una cirugía para extirpación del tumor, y se envió a análisis anatomo-patológico, donde se describió a la tinción con hematoxilina-eosina la proliferación de canales dilatados de pared gruesa que parecían cavernas, llenas de sangre, de 1 a 2cm de diámetro. La única prueba inmunohistoquímica que se le realizó fue con el GLUT1 cuyo resultado fue positivo, haciéndose el diagnóstico definitivo de malformación venosa recurrente.
Se recomienda tener como diagnóstico diferencial a las MAV, ya que implican un manejo quirúrgico oportuno y eficaz para evitar futuras complicaciones del paciente.
FinanciaciónLos autores declaran no haber recibido financiación para la realización de este trabajo.