A propósito de una reacción adversa muy infrecuente asociada al consumo de omeprazol —la aparición de alucinaciones acústicas— consulto una magnífica revisión muy reciente publicada en Gastroenterology sobre los riesgos potenciales asociados al uso de IBP a largo plazo1, sin encontrar nada al respecto. Tampoco encuentro nada en otra revisión reciente en español2. Sigo buscando en PubMed y hallo unas pocas referencias bibliográficas sobre alucinaciones asociadas al uso de omeprazol3-5, por lo que parece que se trata de una reacción adversa extraordinaria, reportada muy pocas veces en la literatura, además, en español.
El omeprazol, comercializado desde 1989, es un fármaco eficaz y seguro, con pocos efectos secundarios, el más común de los cuales parece ser la diarrea, seguida de náuseas/vómitos, dolor abdominal y cefalea6. Excepcionalmente, pueden aparecer síntomas psicóticos agudos, en forma de delirium7 y anomalías en la percepción visual 3,4 y auditiva5, es decir, alucinaciones. En todos los casos publicados las ilusiones o alucinaciones han aparecido en pacientes mayores, entre los 77 y 92 años3-5.
El caso en cuestión es el de un varón de 36 años, con antecedentes de hernia de hiato y esofagitis péptica, sin antecedentes psiquiátricos ni problemas otológicos, que presentaba sintomatología de ERGE, por lo que se le aconsejó tratamiento con 40mg al día de omeprazol. A las 48h de iniciar el mismo, el paciente refiere empezar a tener alucinaciones auditivas, en forma de insultos y frases malintencionadas por parte de su esposa y amigos más próximos, con los que se enfadaba y tenía comportamientos extraños y agresivos. Las alucinaciones aparecían de forma intermitente y el paciente mantuvo dicho tratamiento durante unas 6 semanas, tras las cuales, ante la sospecha de que se tratara de un efecto adverso, dejó el tratamiento. A los 4 días desaparecieron completamente aquellas. Alternativamente, se le prescribió esomeprazol, con muy buen control de la sintomatología de reflujo y sin que aparecieran nuevas alucinaciones, hasta la fecha.
Aparentemente, la excepcionalidad del caso radicaba, además del efecto adverso en sí, en la edad tan temprana del paciente en el que aparecieron las alucinaciones en comparación con otras comunicaciones, y en la duración del mismo, tanto tiempo como el paciente consumió el omeprazol.
Sin embargo, las cosas no iban a ser como parecían. Puesto en contacto con una editora médica conocida, la Dra. Marta Pulido, a la que, desde aquí, agradezco su ayuda y perspicacia, me recomendó que consultara la herramienta online eHeatlMe.com (http://www.ehealthme.com), en la que se pueden consultar las reacciones adversas de más de 45.000 fármacos y suplementos, comunicadas por los propios pacientes que las sufren a la americana Food and Drug Administration (FDA) desde 1977.
Consultando esta fuente de información8, hasta el 4 de mayo de 2017, 168.361 pacientes habían comunicado haber tenido algún efecto secundario estando tomando omeprazol, de los cuales 981 (el 0,58%) habían sido alucinaciones, el 0,09% eran auditivas, que aparecían de forma más frecuente en el primer mes de tratamiento, 49,12%, y a los 60 o más años (61,09%).
Según esta misma fuente, los efectos secundarios más frecuentes asociados al uso del omeprazol fueron: náuseas 10.097 informes, fatiga 7.968 informes, dificultad para respirar 9.131 informes, diarrea 9.089 informes, debilidad 7.968 informes, náuseas y vómitos 7.322 informes, dolor 7.196 informes, mareo 7.107 informes y fiebre 6.633 informes. Por cierto, que las alucinaciones asociadas al resto de los IBP aparecen con una frecuencia similar, incluido el esomeprazol magnésico 0,48%; 0,05% de tipo auditivo, siendo el lansoprazol el que parece asociarse a una mayor aparición de alucinaciones —0,71%—; 0,15% de tipo auditivo.
Aparte de lo dicho, la referida aplicación online de la FDA permite conocer las interacciones que se han comunicado entre diferentes medicamentos y las enfermedades que se han relacionado con las mismas a lo largo del tiempo. Por ejemplo, la llamada de atención de hace unos años respecto a las interacciones del omeprazol en los efectos antiplaquetarios del clopidogrel (que reduce), con el consiguiente riesgo de enfermedad coronaria e infarto de miocardio9. Según esta fuente, hasta el 26 de abril de 2017, 2.765 pacientes que estaban tomando ambos fármacos informaron de algún efecto secundario, de los cuales 119 (4,78%) fueron un infarto de miocardio y 65 (2,61%) una hemorragia digestiva, ambos en el primer mes de tratamiento.
Por todo lo dicho recomiendo que, a la hora de documentarse o informarse acerca de posibles efectos adversos de fármacos, o interacciones entre ellos, se consulte esta magnífica herramienta online de la FDA.