Las terapias biológicas son unos fármacos eficaces tanto en la inducción como en el mantenimiento de la remisión en los pacientes con colitis ulcerosa. Su introducción en la práctica clínica ha sido más tardía en esta patología que en la enfermedad de Crohn fundamentalmente porque, además de la posibilidad quirúrgica, existían otras opciones terapéuticas como la ciclosporina. La mayoría de los estudios y datos son de infliximab, el único biológico con aprobación en este momento; sin embargo, el hecho de que los resultados en los primeros estudios no fuesen del todo satisfactorios pudo también haber contribuido al retraso en su uso con respecto al Crohn. La primera indicación de este fármaco en principio fue, debido a los resultados del estudio escandinavo, la colitis ulcerosa grave corticorresistente. Posteriormente, se han publicado múltiples series abiertas y estudios observacionales que han confirmado la eficacia del fármaco en este subgrupo de pacientes.
Sin embargo, tras ya varios años siendo utilizado este fármaco en la colitis, los clínicos tenemos cada vez más claro que su eficacia es mayor en los pacientes moderados-graves no hospitalizados y corticodependientes que en los pacientes graves hospitalizados. En los últimos años han aparecido datos que apoyan la eficacia de infliximab en situaciones especiales de la colitis ulcerosa que han sido refractarias a otras terapias, como pueden ser los pacientes pediátricos y las reservoritis. Recientemente, han aparecido nuevos datos de otra terapia biológica (adalimumab) en esta patología y todo apunta a que en breve también estará disponible en esta indicación.
Biological agents are effective both in inducing and in maintaining remission in patients with ulcerative colitis. These drugs began to be used later in ulcerative colitis than in Crohn's disease because, in addition to the possibility of surgery, other therapeutic options such as cyclosporine were available for the latter disease. Most studies and data concern infliximab, the only currently approved biological agent; however, the less than entirely satisfactory results of the first studies could also have delayed the use of this drug in Crohn's disease.
Due to the results of a Scandinavian study, infliximab was initially indicated in severe, corticosteroid-resistant ulcerative colitis. Subsequently, numerous open series and observational studies have confirmed the efficacy of this drug in this subgroup of patients. However, after several years of using infliximab in colitis, clinicians are increasingly aware that its efficacy is greater in patients with corticosteroid-dependent, moderate-severe disease not requiring hospitalization than in hospitalized patients with severe disease. In the last few years, data have emerged to support the efficacy of infliximab in certain areas of ulcerative colitis refractory to other therapies, such as pediatric patients and reservoiritis. Recently, new data on another biological agent (adalimumab) in this disease have been published. The evidence indicates that this drug will soon be indicated in the treatment of ulcerative colitis.