Las lesiones por sustancias cáusticas más comunes en el tracto gastrointestinal acontecen en esófago y estómago, y en menor grado, en duodeno1, habitualmente por ingesta inadvertida o con intención autolítica de álcalis. El agua oxigenada es un agente oxidante ampliamente disponible que se administraba de manera habitual diluido en enemas hace 60 años, aprovechándose de su capacidad de formación de gas y estimulante del tránsito, para la evacuación de gas y contraste tras la realización de enemas opacos2,3.
Se presenta el caso de un varón de 77 años, con antecedentes de hipertensión arterial y espondiloartritis, que consulta por molestias abdominales difusas y estreñimiento de 15-20 días de evolución sin respuesta a laxantes orales. Se pautan 2 enemas de limpieza, que son efectivos. Ante la persistencia del estreñimiento, el paciente decide aplicarse un enema casero compuesto de 500ml de suero salino fisiológico, 300ml de agua jabonosa y 200ml de agua oxigenada al 3%, presentando a los pocos minutos dolor abdominal y rectorragia, por lo que acude a urgencias. En la exploración física destaca un abdomen distendido, timpánico, con disminución de ruidos hidroaéreos y sin peritonismo, apreciándose en el tacto rectal restos de sangre fresca. Los análisis de sangre no presentaban alteraciones relevantes, mientras que en la radiografía de abdomen se observaban niveles hidroaéreos y dilatación de asas de intestino grueso a nivel de hipocondrio derecho con ausencia de aire en ampolla rectal. Se realiza colonoscopia a los 5 días de ingreso en la que se objetiva desde margen anal hasta 40cm mucosa edematosa y eritematosa de manera difusa, con úlceras irregulares parcheadas cubiertas de fibrina (fig. 1) y, a 60cm, una masa vegetante y ulcerada que impedía el paso del endoscopio, indicativa de neoplasia estenosante de colon. El análisis histológico reveló mucosa de colon con fibrosis e inflamación no específica y adenocarcinoma infiltrante de tipo intestinal, respectivamente. El paciente evolucionó de manera favorable con dieta absoluta, sueroterapia y tratamiento antibiótico de amplio espectro.
Se han descrito lesiones durante procedimientos endoscópicos causadas por contacto mucoso de agua oxigenada residual utilizada como desinfectante, no eliminada del canal del endoscopio tras el proceso de secado4, o bien lesiones por administración de enemas de agua oxigenada. El contacto directo de esta sustancia con la mucosa gastrointestinal genera una reacción oxidativa inmediata con liberación de oxígeno y radicales libres, con daño isquémico secundario que puede variar desde la colitis isquémica a la gangrena y embolia gaseosa dependiendo del volumen, tiempo de exposición y concentración utilizados5. Hemos realizado una búsqueda bibliográfica (PubMed) de la colitis por enemas de agua oxigenada, habiéndose descrito 25 casos hasta la fecha, 4 de ellos comunicados en España6–8. La gran mayoría de los casos documentados se han resuelto con tratamiento conservador. En conclusión, presentamos un caso excepcional de lesiones por cáusticos en el tracto gastrointestinal de localización atípica por la utilización del agua oxigenada en enema, un uso terapéutico de dicha sustancia ya abandonado hace décadas.